80 años y un día

Como sospechaba, se ha obrado el milagro: 80 años después, Franco ha perdido la guerra. A falta de último parte —Cautivo y desarmado, blablablá—, hemos tenido las almibaradas piezas de recuerdo de la efeméride. Salvando un honroso puñado de trabajos documentados o, como poco, aventados desde la honestidad intelectual y vital, la inmensa mayoría de lo que se ha difundido al albur del aniversario de la sublevación fascista de 1936 ha sido pura quincalla. Compruebo que se impone el cuento de hadas como género predilecto para explicar lo que pasó, o dicho de un modo más preciso, lo que no pasó. O si prefieren una alternativa, lo que solo ocurrió en la imaginación o en los deseos de los propagadores de estos ejercicios de onanismo mental historicista.

Hubo un tiempo en que temí que los Moa, César Vidal, Stanley Payne y demás escribidores fachunos acabarían colocando la milonga del golpe salvador seguido de un régimen bonancible liderado por un señor al que algún día se le reconocería su sacrificio. Veo con horror que, efectivamente, esa chufa narrativa se ha instalado como pienso del ganado lanar diestro, mientras que en la contraparte progresí ha hecho fortuna una fábula inversa exactamente igual de ramplona… y falsaria.

Es verdad que resulta imposible hallar una versión cien por ciento fidedigna. Por eso el antídoto contra esta simpleza es leer varias. Una de ellas puede ser Lo que han visto mis ojos, de Elena Ribera de la Souchère. Otra, la colección de relatos basados en hechos reales A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales. Ambos padecieron aquello. A ver quién viene a llamarlos equidistantes.

2 comentarios en «80 años y un día»

  1. en el blog del-paseante aquí en Deia.
    Hoy hace ochenta años era dieciocho de julio de mil novecientos treinta y seis. Muy de mañana, los carlistas hicieron algunas sacas entre comunistas y republicanos. Por la tarde, en la Plaza de San Francisco, fue asesinado José Rodríguez-Medel Briones, Comandante-Jefe de la Guardia Civil de Navarra, tras negarse a pactar con el general Emilio Mola. Muchos no sabían en qué iba a parar todo aquello, pero algunos acontecimientos anunciarían pronto tempestades de acero. Así, la muerte en accidente del propio Mola ,y la fusión de todos los partidos de derechas en una Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S en la que , en realidad , no cabía nadie que no fuera el generalísismo Francisco Franco Bahamonde.

    Lo que vino después es de casi todos conocido ( bueno, un alumno , el otro día ,identificó a Franco como ” un rey español”) pero por casi nadie recordado, ya que la Transición consiguió , entre otros objetivos, que la memoria de quienes habían vivido el franquismo se redujera a dos o tres anécdotas personales, dejando a los historiadores y a los medios de comunicación la tarea de modelar una referencia memorística global: la Historia de los historiadores ha cubierto con una gruesa capa hidratante la irritada piel de la Memoria Colectiva.Y así, como mucho, a la hora de recordar estos días aciagos en los que comenzó lo que luego se prolongó durante cuarenta años, tan sólo se habla de los contendientes como si pertenecieran a campos equilibrados y legítimamente constituidos cuando lo evidente, lo que no deja lugar a dudas , es que fue un levantamiento ilegal e ilegítimo del ejército y la derechona contra el Gobierno legal y legítimo de la II República Española.

    Y quizás una de las imágenes más claras de esta evidencia fue el asesinato del Comandante-Jefe de la Guardia Civil de Navarra, leal a la República y una de las primeras víctimas del Glorioso Alzamiento Nacional.

  2. Dos buenas noticias para los que os haya gustado A sangre y fuego: una, que hay un relato más en manuelchavesnogales.info, El refugio. Dos, que ctxt.es le dedicó un especial que incluye cuatro relatos inéditos sobre la II. Guerra Mundial. Y dos buenas noticias también para los que, como a mí, no os haya gustado, si es que hay alguien más: una, que creo que cabremos en un taxi, lo que será muy oportuno cuando decidamos ir a algún sitio juntos si queremos ir así. Y dos, que hay un artículo (uno, no he encontrado más) sobre Manuel Chaves Nogales que no contiene únicamente elogios. Este: http://bit.ly/2cc7kV4.

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