La «embarazada» acompañada de su tocólogo, no podía perderse la fiesta, ya sabeís lo que pasa con los «antojos»… seguro que el retoño les habrá salido muy «marchoso»
Quien ha dicho que por la calle Gregorio Balparda no «navegaban» los barcos?
La seguridad estaba cubierta por el servicio especial de la Cruz Roja, con «transfusiones» de rioja incluidas…