Las prisas no son buenas..

foto: cienciadicente.blogspot.com

Dice mi psicólogo, que deje de preocuparme tanto por mi neurona, que el cuerpo humano tiene recursos para reparar los daños sufridos por agentes exteriores. No sé si creerle, parece majo.

Uno es lento de “entendederas” y necesita más tiempo de lo normal para “coger” las cosas. A la velocidad que van, no me da tiempo de asimilarlas, cuando tengo una “pillada” ya no vale, porque ha salido una nueva y vuelta a empezar y así llevo varios decenios. Señores de la tecnología, por favor, tengan compasión de los que vamos más lentos, piensen que no nos da tiempo a meternos en la cabeza todas sus novedades.

El otro día se reían en la cuadrilla cuando les dije que el cambiar de canal en la televisión cada vez me cansaba más, eso de tener que levantarte del sofá para darle al botón cada día se me hacía más cuesta arriba.

Te pasas la infancia, asimilando que los malos eran los indios y resulta que eran los blancos los que iban a quitarles sus tierras, que si el limón era malísimo para la sangre –no sé qué glóbulos te comía-, ahora resulta que es muy bueno para la salud, el pescado azul era peor que el blanco, ahora resulta que es al revés, y así un millón de cosas. Ya está bien.

De la tecnología mejor no hablamos. Que si la web 2.0, que si la realidad aumentada, -pues anda, que no es jodida la realidad, como para aumentarla-, que si el libro digital –seguirán castigando con los brazos en cruz en los colegios- que si la nube -que manía, con lo a gustito que se está tomando el sol- .

Así que, es normal que tenga la neurona como la tengo, se ha pasado la pobre toda la vida metiendo y borrando información, lo que hoy vale, mañana no y así seguimos sin visos de que esto se tranquilice. Las prisas, solo son buenas para la abuela de la fabada.

Hace muchos años, había una pintada que decía “que paren este mundo que me quiero apear”. Me lo estoy pensado. No sé lo que me dirá el psicólogo en la próxima consulta.

Agur