Mosqueado con el MOSCATO

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Singular edificio que alberga la Bodega Talleri de Morga

 

Dice Joantxo Llantada, un bilbaino que nació y vive donde él quiere, que el 38% de los viajeros suele ampliar su dieta alimenticia habitual tras sus viajes dado que a la vuelta a su hogar acaba incorporando alguno de los alimentos que ha probado, catado o comido en el transcurso del viaje.

Vascos que viajan a otras comunidades y/o países acaban integrando a su cesta de la compra productos, en principio, ajenos a nuestra cultura gastronómica como pueden ser el cuscus, el sushi, el moscato, etc. Por cierto y sin ánimo de herir a nadie, menuda la que está liandose con la dichosa moda del moscato cuando, además de por hacer patria, tenemos fántásticos vinos blancos en nuestro entorno más inmediato como pueden ser el txakoli.

Como decía, los viajes son la formula idónea para ir conociendo nuevos pueblos, nuevos productos y nuevas gastronomías y por ello, haciendo el razonamiento a la inversa, debemos ser conscientes del potencial que el creciente turismo tiene en Euskadi y sus enormes posibilidades a la hora de impulsar nuestro sector agroalimentario.

Si tenemos en cuenta que según el Observatorio Turístico de Euskadi, en el año 2014 hubo un total de 125.000 entradas de turistas en Euskadi y asumiendo que el 20% de ellas (he rebajado del 38% al 20% teniendo en cuenta que los niños no suelen decidir en los momentos de compra) puede decidir ampliar su dieta incorporando a ella algún producto agroalimentario vasco (queso Idiazabal, carne, txakolina, sidra, morcillas, etc.) , convendrá  conmigo la importancia del tema y el campo de trabajo para futuro que se nos abre.

Yo, tras escuchar la magnífica intervención de Joantxo Llantada en el transcurso de la Asamblea de Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi, viajé al precioso pueblo de Morga y más concretamente, la bodega TALLERI donde el trabajo conjunto de 16 pequeños productores, comandados por Rikardo, tiene como fruto un riquísimo txakoli amparado por la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina.

Merece la pena, visitar Morga y disfrutar del txakoli BITXIA de la bodega Talleri.

 

 

 

Poniendo cara y ojos

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Acabo de recibir en casa un folleto publicitario de CARREFOUR donde se incide sobremanera en los productos locales y ya van unas cuantas, las cadenas que se han comprado un camión de ikurriñas y las van endosando, a diestra y siniestra, en todo aquello que huela a algo nuestro.

Ahora bien, me ha llamado la atención que una cadena, en principio no tan activa en lo local como la multinacional francesa de marras, haya optado por identificar a los productores que están detrás de algunos de sus productos y así, tal y como decía el Lehendakari Ibarretxe poniendo cara y ojos a sus propuestas comerciales, tenemos la foto del ganadero carranzano Félix Aras poniendo la jeta por la leche de la marca KAIKU ( no me negarán que sus carrillos sonrosados hacen el resto sin necesidad de apelar a su origen vasco), o al horticultor Jesus Pinto de la cooperativa mungiarra GARAIA, al guindillero Pedro Zubelzu o a Luis, de los archiconocidos huevos Gorrotxategi de la villa guipuzcoana Idiazabal.

Unos y otros dan la cara por sus productos pero también por el conjunto del sector primario y del agro vasco puesto que con este tipo de acciones, los consumidores saben, y si todavía no lo saben, deben saberlo, que cada vez que eligen un producto alimentario vasco están optando por mantener la economía de estos productores, la vida de sus pueblos y de paso, por salvaguardar el paisaje y el verdor que tanto amamos y tanto envidian los turistas que nos visitan.

Buena iniciativa de CARREFOUR; ahora bien, la pena es que, a veces, estas acciones discurren de forma paralela a otras situaciones, denunciables por supuesto, de hacer megaofertas como la leche que ponen en grave peligro a nuestros ganaderos.

Esperemos que la próxima vez, todas las acciones vayan en el buen sentido.