Acabo de recibir en casa un folleto publicitario de CARREFOUR donde se incide sobremanera en los productos locales y ya van unas cuantas, las cadenas que se han comprado un camión de ikurriñas y las van endosando, a diestra y siniestra, en todo aquello que huela a algo nuestro.
Ahora bien, me ha llamado la atención que una cadena, en principio no tan activa en lo local como la multinacional francesa de marras, haya optado por identificar a los productores que están detrás de algunos de sus productos y así, tal y como decía el Lehendakari Ibarretxe poniendo cara y ojos a sus propuestas comerciales, tenemos la foto del ganadero carranzano Félix Aras poniendo la jeta por la leche de la marca KAIKU ( no me negarán que sus carrillos sonrosados hacen el resto sin necesidad de apelar a su origen vasco), o al horticultor Jesus Pinto de la cooperativa mungiarra GARAIA, al guindillero Pedro Zubelzu o a Luis, de los archiconocidos huevos Gorrotxategi de la villa guipuzcoana Idiazabal.
Unos y otros dan la cara por sus productos pero también por el conjunto del sector primario y del agro vasco puesto que con este tipo de acciones, los consumidores saben, y si todavía no lo saben, deben saberlo, que cada vez que eligen un producto alimentario vasco están optando por mantener la economía de estos productores, la vida de sus pueblos y de paso, por salvaguardar el paisaje y el verdor que tanto amamos y tanto envidian los turistas que nos visitan.
Buena iniciativa de CARREFOUR; ahora bien, la pena es que, a veces, estas acciones discurren de forma paralela a otras situaciones, denunciables por supuesto, de hacer megaofertas como la leche que ponen en grave peligro a nuestros ganaderos.
Esperemos que la próxima vez, todas las acciones vayan en el buen sentido.