«Pollas violadoras, a la licuadora»

Ayer, en la multitudinaria Marcha contra las Violencias Machistas celebrada en Madrid, esta era una de las consignas junto con: «No son muertes, son asesinatos», «Si tocan a una nos tocan a todas», » El machismo es terrorismo», entre otras muchas que conformaron la banda sonora del #7NFeminista. Es verdad que algunas consignas suenan fuertes, incluso no del gusto de todas. Yo prefiero consignas más constructivas, pero no se me ocurre ni de lejos enjuiciar a las que las gritan. Si yo fuera una mujer violada o sujeto de un intento de la misma, es posible que las gritara hasta quedarme afónica. Son consignas reivindicativas llenas de hartazgo, y con el firme propósito de llamar la atención para de una vez por todas, acabar con la violencia machista.

7 N 3

7 de Noviembre de 2015, una fecha que pasará a la historia del movimiento feminista, sí, del movimiento feminista porque aunque no lo parezca, fue dicho movimiento quien lo había organizado. Miles de mujeres abarrotamos las arterias centrales de Madrid, para que los violadores, los agresores, los asesinos, los maltratadores sientan en sus cuellos el aliento del rechazo; para demostrar que la sociedad los condena y los abomina. Sencillamente porque nos dan asco, mucho asco.

7 N 4

Pero la noticia no ha sido portada en los medios, algunas fotos sí, pero apenas alusión a ese triunfo de organización y poder de convocatoria de 400 asociaciones feministas. Apenas titulares. Cuesta mucho reconocer un triunfo del Feminismo y desde luego, si se puede minimizar y reducir a su mínima expresión, pues aqui paz y después gloria… dejemos a esas locas que se «desfoguen» un día en la calle gritando lo que quieran, y a otra cosa mariposa.

NO he visto ni un solo artículo de opinión llamando a la reflexión, y mucho menos a la acción política. ¿Realmente esto le importa a alguien? ¿Tomaron nota los partidos políticos que estuvieron allí? Me temo que no, pero lo que sí presenciamos fue cómo los medios dieron como protagonistas a lOs dirigentes de los partidos, cuando se tenían que haber hecho eco de las organizaciones feministas. Creo sinceramente que hubiera sido un gesto de altura política que ellos mismos dieran un paso atrás y hubieran dejado los micrófonos a las mujeres feministas que llevan varios meses organizando la Marcha.

Esta actitud es muchas veces criticada, porque hay quien quiere entender que con ello las mujeres feministas no creemos que los hombres son parte de esta lucha. Lo son, por supuesto, pero no  los protagonistas. Ni Pedro, ni Pablo, ni Juan… En estos actos el protagonismo es de las mujeres. Entender lo contrario es contribuir al patriarcado que se resiste fuertemente  a dejar el espacio que nos corresponde. Incluso en este tema. En los actos de repulsa y condena a la violencia machista son ellas las que tienen que adquirir visibilidad. Los hombres tienen muchos espacios para demostrar que están en contra del machismo y deben hacerlo día a día, y más si cabe, si son representantes políticos. Y ya de paso, si les ponen un micrófono delante que sea para decir exactamente qué van a hacer para erradicar esta lacra, y no sólo condenarla y chupar cámara. Son responsables.

7 n 5

Sin políticas feministas dirigidas por mujeres feministas dificilmente se va a luchar contra el machismo. Sé que es duro, pero es el inicio de reconocer de una vez por todas que ellos tienen los privilegios y que han de empezar a dejar de tenerlos para conseguir la necesaria transformación social que acabará con la discriminación de género y la violencia machista. No en vano, más de 800 mujeres han sido asesinadas desde 2003, superando el número de muertes por terrorismo en casi treinta años…

Creo que se puede decir más alto pero no más claro y para ello, comparto un video de El Tornillo sobre los hombres feministas del que quiero resaltar un mensaje: «Tenéis que ser compañeros en la lucha: mateneos en la retaguardia y, sobre todo, no nos digáis cómo tenemos que hacer las cosas«. Quien quiera comprometerse de verdad con esta causa, que reflexione al respecto. Son sólo 3 minutos.

Las fotos son de David de Ecuador Etxea.