De coños y moños: ríase Sr. Gallardón!

gallardonLo reconozco, tengo un sentimiento de rabia, angustia y humillación que es difícil de explicar y de contener. Hoy escribo este post del tirón, tal y como me sale del estómago, por no repetir las palabras que la parlamentaria de Amaiur, Onintza Enbeitia, ha pronunciado hoy en el hemiciclo  (en mi coño y en mi moño, mando yo), y que aunque mal sonantes para mucha gente, sobre todo para muchos y muchas de las que estaban allí,  son claras y rabiosas, contundentes y obscenas, sí…. pero ante la propia obscenidad que significa en sí mismo el anteproyecto de Ley del Aborto del ministro que odia a las mujeres, esas palabras me suenan a «música celestial».

Son sólo eso, RABIA, porque las mujeres no nos merecemos lo que esta nueva ley nos echa encima. Porque no nos merecemos que importe más una vida en potencia que una vida real: la de una mujer que va a tener que poner en peligro su vida a partir de ahora, física y mentalmente. Porque no nos merecemos que después de tantos años de lucha lleguen unos energúmenos machistas, chupasotanas, reaccionarios y … (mejor me paro) a decirnos lo que tenemos que hacer, y a coartar nuestra libertad porque están convencidos de que somos unos seres incapaces que merecemos que los varones y la iglesia dirijan nuestras vidas, nuestro cuerpo, y decidan por nosotras…

Este post lleva mucha rabia contenida sí, porque aun sabiendo que esto podía pasar, he tenido el valor de ver en directo la votación y sus resultados, y lo peor ha sido ver al mamón de Gallardón, sí, ése que quiere que las mujeres muramos a toda costa, aplaudiendo y riendo cuando ha sido testigo de su victoria. Una gran humillación la de hoy para todas las mujeres, si señor… pero esto va significar que a partir de ahora vamos a luchar por cada mujer que aborte o por cada médico o médica que lo practique y por cada mujer que muera por ello… y se van a llenar las calles con nuestros gritos. Porque lo de hoy ha sido el inicio de la cuenta atrás. Afortunadamente las legislaturas tienen su fin, y vamos a ser testigos de su caída, y a la par de nuestro triunfo…

Mientras, aunque esta batalla se haya perdido hoy a la sombra de la purita derecha española, vamos a seguir haciendo lo que nos de la gana con nuestro cuerpo, muy a su pesar señor Gallardón y acólitos. Hoy, más que nunca, YO DECIDO!