Joan Crawford: Bisexual en Hollywood

Joan Crawford

“Deseaba ser famosa sólo para que los que se habían reído de mí se sintieran estúpidos. Deseaba ser rica para no tener que realizar los horribles trabajos que mi madre hizo y no tener que vivir nunca en lo peor de lo peor. Y deseaba ser bailarina porque adoraba bailar… Quizás las ilusiones, los sueños hicieron mi vida más tolerable, pero siempre supe, lo mismo si estaba en la escuela o trabajando por unas monedas de diez centavos en alguna maldita tienda, que lo conseguiría. Extraño, porque nunca tuve la ambición de llegar a ser una actriz” Joan Crawford

El pasado 23 de marzo fue el aniversario de su nacimiento, hace ya 99 años, por ello y porque también este año se cumple el 60 aniversario del estreno de la famosa película Johny Guitar, que ella protagonizaba, he dedicado este post y también nuestro espacio radiofónico «No somos recién llegadas»,  a la gran Joan Crawford y siempre me pregunto si esta película hubiera sido posible sin ella… igual si, pero no hubiera sido lo mismo. Nicholas Ray eligió muy bien cuando puso a Joan Crawford al frente del personaje de Vienna. ¿Recuerdan su mítico e inolvidable diálogo con Johny?

 

Sin ser la más guapa ni la mejor actriz, fue adorada por el público, especialmente el femenino, que vio en ella la encarnación de la lucha de la mujer por su independencia. A menudo interpretó papeles de mujeres independientes y con mucho carácter como por ejemplo en  Bajo la lluvia: 

Joan empezó su carrera como bailarina. A los 20 años se fue a Nueva York para actuar en Broadway como corista y poco después debutó en el cine que por aquel entonces todavía era mudo…En 1929 se casó con Douglas Fairbanks Jr., y pasó a formar parte de la aristocracia de Hollywood. Pero ocurrió algo inesperado para los actores y actrices de la época: nació el cine sonoro y con El cantor de Jazz  llegó la primera película hablada. Muchos y muchas de ellas se quedaron en el camino y no pudieron poner voz a sus carreras.  Pero ella fue una de las pocas superestrellas de la época muda en adaptarse al cine sonoro en Hollywood, siendo además muy prolífica: protagonizó 82 películas,actuando hasta poco antes de morir. Fue nominada tres veces a los Oscars, pero sólo ganó uno como actriz protagonista por Alma en suplicio.

Joan Crowford tuvo una vida muy “interesante” y una de las más intensas de Hollywood. Tuvo relaciones con hombres y mujeres y se rodeó de «El círculo de costura», que era como se denominaba al grupo privado de mujeres homosexuales y bisexuales de Hollywood. A este círculo pertenecieron ídolos y leyendas del cine como Greta Garbo, Marlene Dietrich y Bárbara Stanwyck y los actores más destacados, que tenían que demostrar su hombría como supergalanes y seductores, como Errol Flynn. Pero tuvieron que mantener su existencia en secreto, pues Hollywood no permitía la aparición de la homosexualidad en el cine, ni que fueran conocidas públicamente o trabajasen en la industria. Se prohibía mediante clausulas redactadas al respecto en los contratos.

Y dentro de esta intensa vida se contabilizan sus cinco matrimonios. Su quinta boda fue a los 50 años, con un alto ejecutivo de Pepsi Cola. Cuando este murió ella se incorporó al Consejo de Dirección de la firma. Fue una de las primeras mujeres que accedía a un puesto de alta dirección en una gran compañía. Quisieron quitarla de en medio, pero no pudieron. En el biopic sobre su vida «Queridísima mamá» basado en el libro que su hija adoptiva escribió y donde ciertamente la critica abiertamente, se recoge este episodio:

A pesar de que su trabajo en la compañía de refrescos le apartó del cine por un tiempo, fue con ¿Qué fue de Baby Jane? cuando realizó otra espectacular aparición con su enemiga de toda la vida, la gran Bette Davis. Se odiaban a muerte en la vida real, y Aldrich supo explotar esa rivalidad en la película. El resultado fue una truculenta película de terror que ha quedado para los anales de la historia del cine y relanzó la carrera de las dos actrices.

Murió en 1977 de cáncer. En sus últimos años había hecho algunas películas poco relevantes…En aquel año de su muerte se estrenaba una canción que se haría mundialmente famosa y que estaba dedicada a todas aquellas personas que querían y quieren triunfar en la ciudad que nunca duerme… la misma en la que ella empezó… y lo logró: New York, New York cantada por Liza Minnelli.

Un lehendakari gay?

Hace un par de posts, si no me falla la memoria, escribía sobre la candidatura de una mujer a lehendakari y lo de buena noticia que ello conllevaba para las mujeres, ayudando a visibilizar su trabajo en el ámbito político, y promoviendo con ello que las mujeres accedan a puestos de decisión como forma indiscutible de empoderamiento de las mismas, para conseguir la igualdad real entre mujeres y hombres.

Esta semana, otro partido, del que igual no se oye hablar mucho ya que los medios se obstinan en hablar sólo de los cuatro partidos mayoritarios que son los que parece se van a repartir el poder, ese partido repito, que también participará en las elecciones vascas del 21 de octubre, ha formalizado la candidatura a lehendakari de un hombre que se declara abiertamente homosexual. Y por lo que he podido saber no es una maniobra de marketing político: ha sido elegido libremente por toda su base de militantes y también simpatizantes (lo que dice mucho al respecto). Lo mismo que en mi artículo anterior, independientemente de estar de acuerdo o no con las ideas que uno u otro partido defiendan, me parece una excelente noticia. Afrontar con naturalidad la condición sexual de cada persona en puestos políticos o círculos importantes de decisión, es un punto clave para la aceptación y la normalización de la orientación sexual o identidad de género de cada cual.

Esta visibilidad es crucial, igual que en el caso de las mujeres, porque además de normalizar, cumple otro importante rol social como es el de que estas personas pueden convertirse en referentes que ayudan a que más personas den el paso y superen la opresión producida por esta sociedad “bien pensante” y heteropartriarcal que nos domina y que invisibiliza a las personas que no siguen la normatividad heterosexual .

La continua ocultación de colectivos como LGTBIQ (lesbianas, gays, transexuales, transgéneros, bisexuales, intersexuales, queers…) ha de ser abiertamente denunciable. Estas personas tienen derecho a que se reconozcan sus derechos así como a vivir su identidad de género y sexualidad en la forma que hayan elegido, y ninguna persona debe oponerse a ello y tampoco negar su existencia como viene haciéndose reiteradamente.

 Afortunadamente cada vez son más las personas que se atreven y hacen pública su “salida del armario” en el ámbito político. A nivel mundial tanto hombres como mujeres detentan importantes puestos públicos: alcaldías, parlamentos, senados, ministerios… pero hay que aceptar que es la primera vez que un gay se presenta abiertamente a ser presidente de este nuestro País. Hay que reconocer el valor, y sobre todo la naturalidad con que lo está haciendo. Se agradece en un ambiente político donde hay pocas novedades, mucha hipocresía y sobre todo mucha, mucha mediocridad.