Hypatia, la más grande!

«Vestida con el manto de los filósofos, abriéndose paso en medio de la ciudad, explicaba públicamente los escritos de Platón, de Aristóteles, o de cualquier filósofo  a todos los que quisieran escuchar […] Los magistrados solían consultarla en primer lugar para su administración de los asuntos de la ciudad». Hesiquio el Hebreo, alumno de Hypatia.

El pasado 15 de marzo se cumplieron casi 1600 años de la muerte de Hypatia de Alejandría (370-415): Matemática, Astrónoma y Filósofa, Hypatia (puedes escuchar el espacio radiofónico «No somos recién llegadas», clickando en su nombre), es considerada la primera mujer científica de la historia. Fue también la última directora de la Biblioteca de Alejandría, en un tiempo en el que las mujeres no tenían acceso al saber. Su nombre significa la más grande y no es exagerado. No por ello ha dejado de ser invisibilizada de muchas maneras: dijeron que fue una alquimista, una fanática neoplatónica, y se llegó a decir que hipnotizaba a sus estudiantes con artes satánicas, es decir que se la consideró una bruja, como a tantas mujeres a lo largo de la historia.

Pese a su gran belleza, Hypatia rechazó casarse, para poder dedicarse íntegramente a cultivar su mente y los historiadores discutieron durante siglos la cuestión de su castidad. Su padre, famoso filósofo y matemático de la época deseaba que su hija fuera «un ser humano perfecto» y recibió una educación científica muy completa, que contrastaba con la gran mayoría de mujeres de su época, las cuales no podían acceder ni al conocimiento ni a la educación, y se ocupaban sólo de las «tareas femeninas». Realmente excepcional, se cree  que superó el conocimiento de su padre a una edad muy joven.

Hypatia se convirtió en una de las mejores científicas y filósofas de la época. Llegó a simbolizar el conocimiento y la ciencia que los primeros cristianos identificaron con el paganismo. Aquellos eran tiempos difíciles para los paganos, ya que se perseguía a quienes no se convertían al cristianismo, pero ella se negó a traicionar sus ideas y convertirse, por lo que fue acusada de conspiración y ello, le costó la vida.

En aquella época, Alejandría contaba con escuelas diferentes para paganos, judíos y cristianos. Hypatia rompiendo todas las normas de conducta de la época, enseñaba a miembros de todas las religiones que iban desde todos los sitios para asistir a sus lecciones sobre matemáticas, astronomía, filosofía y mecánica. Su casa se convirtió en un centro intelectual, donde se reunían los estudiosos para discutir cuestiones científicas y filosóficas.

Hypatia fue además inventora y diseñó varios instrumentos como por ejemplo, un astrolabio plano, que nos sirve para medir la posición de las estrellas, los planetas y el Sol. También, un aparato para la destilación del agua, un hidroscopio, un hidrómetro y se la supone inventora del aerómetro que se usa para medir las propiedades físicas del aire y otros gases.

Pero no se le perdonó su gran nivel intelectual y fue víctima de la intolerancia religiosa. Así, fue asesinada brutalmente mientras regresaba a casa en su carruaje, la golpearon y arrastraron por toda la ciudad. La desnudaron, y aun con vida, la desollaron con conchas marinas y después de descuartizarla, sus restos fueron paseados, en señal de triunfo, por toda la ciudad, para  más tarde ser quemados. Sus obras fueron destruidas y su nombre olvidado. Injustamente, el envidioso Cirilo, instigador de su asesinato, fue declarado Santo. La Historia de nuevo se mostró injusta con las mujeres.

En el espacio radiofónico “No somos recién llegadas” de La Galería de Radio Euskadi, puedes escuchar además de su historia, música, cortes de películas y canciones. Para despedir a “la más grande”, en el aniversario de su muerte, os propongo escuchar la maravillosa Somewhere over the rainbow, que aunque fue cantada por otra grande, Judy Garland, aquí tenéis una preciosa versión del músico hawaiano Israel Kamakawiwo’ole, porque estoy segura de que allí, sobre un arcos iris, está Hypatia con su astrolabio, mirando al sol…