Pelendengues!

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El 22 de febrero se celebra el Día Europeo por la Igualdad de Salarios entre Mujeres y Hombres. Si ya sé que la mayoría del personal piensa que lo mejor sería que estos días no existieran, ni tampoco el día de la Mujer, ni tantos otros…sobre todo aquellos que tienen que ver con la reivindicación de nuestros derechos… Nadie ve tan mal el día de la Infancia, del Cáncer, del Sida o tantos otros. En fin, argumentos banales fruto de esta cultura patriarcal que tanto nos cuesta quitarnos de encima… si a mí también: a demás de ser humana soy Mujer (¿o al revés?). En todo caso estoy convencida de todo lo contrario. Días así son necesarios porque se ayuda a la concienciación sobre estos temas de justicia social y sobre todo porque los visibiliza. Ya saben que todo aquello que no se ve y de lo que no se habla, no existe. El día que no existan desigualdades no hará falta tener días especiales, porque aquello que lo originó que no es otra cosa que la desigualdad, habrá desaparecido.

Y es así que nos vemos obligadas a recordar que todavía, aunque muchos no se lo crean, hay desigualdades en los sueldos entre mujeres y hombres: sólo en Euskadi dicha brecha está cifrada en un 22%. Pero es más, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en puestos de alta cualificación es de un 31,8% según apuntan algunas investigaciones. Más allá de eso que es crucial, está la desigualdad en la contratación, en la promoción y la representación de las mujeres en las direcciones de las empresas. En la CAE sólo el 30% de los puestos de Dirección están ocupados por mujeres (es decir 1 de cada 4) y en puestos de Alta Dirección sólo hay un 7% de mujeres, lo que significa que el empresariado es netamente masculino. ¿Saben al respecto un dato significativo?: de tanto directivo que nos rodea sólo el 9.4% tiene estudios universitarios? Sí en Euskadi.

Pero claro, ellos están hasta los pelendengues (utilizo esta bonita palabra en extinción porque ellos utilizan otra mucho más ofensiva y testosterónica), de tanta reivindicación y tanta paridad, porque para ellos elegir mujeres siempre es sinónimo de no elegir a los que realmente valen… valen para qué ¿con qué criterios?. No será el de la formación claro, ni el de que lo están haciendo mejor. Miren sino el mundo que nos rodea en estos momentos…

Es evidente por tanto que hay una clarísima falta de suficiente masa crítica femenina necesaria para que las mujeres ejerzan una influencia significativa. Así que amigas no nos queda otra que manos a la obra, o mejor dicho manos al poder… femenino, claro!!!