El testimonio de Julen Madariaga produce confusión – La derecha española debe intervenir en los premios Princesa de Asturias

Sábado 19 de octubre de 2018

No voy a opinar sobre la impresión que me produce Julen Madariaga, uno de los fundadores de la nefasta ETA. Compañeros suyos lo han hecho y no ha salido precisamente bien parado como balance de su vida. Sí lo hago sobre una palabras suyas que he escuchado hoy en Radio Euzkadi en relación con lo que opina sobre el nacimiento de ETA, alrededor de 1960 tratando de quitarle al PNV su juventud organizada, y de como lo justifica. Comentaba que aquel grupo de jóvenes se tenía que mover y luchar porque el PNV no hacía absolutamente nada en la clandestinidad y ese es el criterio que para él explica el uso de la lucha armada y el uso de la violencia.

Si se trataba de ejercitar la violencia como en Argelia o en Cuba en referencia al EAJ-PNV, Julen Madariaga tiene razón porque el PNV no fue nunca partidario de la lucha armada para eliminar seres humanos de la faz de la tierra por razones éticas, morales, religiosas y de efectividad. Si voló el busto de Mola en el Arenal, puso tachuelas en la Vuelta Ciclista, Artajo y Asurmendi murieron en Urbasa al explotarles una bomba y se hicieron cursos en Israel para estar preparados.

Pero si se refiere a moverse política y culturalmente bajo una dictadura feroz, con estados de excepción, persiguiendo a quienes organizaban huelgas como lo hacía el PNV, organizando viajes clandestinos de diputados ingleses, apostando por transmitir el euskera a través de las ikastolas, organizando cursillos, organizando Aberri Egunas, teniendo una radio clandestina en Mouguerre y luego en Venezuela, repartiendo la revista Gudari, manteniendo el Gobierno Vasco en el exilio y muchas otras iniciativas más, ahí miente como un bellaco este Julen Madariaga y su testimonio es mentiroso o por lo menos produce confusión y rechazo. El PNV hizo muchísimo en esos cuarenta años y la prueba está en que pasada la clandestinidad, cuando hubo elecciones en junio de 1977 obtuvo ocho diputados y todas esas monsergas de partido del pasado fueron al basurero. Afortunadamente.

Este jueves Txomin Saratxaga, Ramón Sota y yo estuvimos en Navarra con Eugenio Ibarzabal que ultima un libro sobre Juan de Ajuriaguerra. Los cuatro le conocimos y el libro aportará mucha documentación de aquellos años en los que se demostrará a las claras el trabajo de hormiga de aquellos resistentes que no siguieron la loca aventura de Julen Madariaga y los suyos. Estoy deseando se edite dicho libro para que la gente joven sepa de verdad que pasó.

La derecha española debe intervenir en los premios Princesa de Asturias

La niña Leonor no ha ido a su Premio y ha sido su padre quien ha hecho un panegírico de la Constitución española en su cuarenta aniversario con palabras vacías y de concordia así como con el sonido de fondo que nos recordaba a todos su penosa intervención el 3 de octubre del año pasado en relación con Catalunya.

Y un dato. El protocolo de este inflado Premio debe intervenir urgentemente. El acto en el Teatro Campoamor de Oviedo no ha terminado con el Himno de España sino con el bello “Asturias Patria Querida”. ¿Cómo es posible que un acto de esta enjundia termine diciendo que Asturias es una Patria querida y no se recuerde que es España la única e indivisible. Esto va mal. Vox, Ciudadanos y el PP deben corregir este clamoroso error de protocolo.

Por cosas así se empieza y luego acaban como acaban.