Viva el rey… y sus trucos

No nos habría sorprendido tanto el discurso del martes (3 de octubre de 2017, tras los sucesos de Cataluña) si hubiésemos tenido presentes las advertencias que desde siglos atrás nos mostraba la rica lengua castellana. Expresiones como «vivir a cuerpo de rey» o, sin más, «vivir como un rey» ya nos dejaban a las claras que el que teníamos enfrente era otro desmelenado practicante del baile a lo suelto, un especialista en zumbarle al mango de la vida sin cortarse ni media, en planear los cielos como zángano de abeja reina. Por eso nos pilló en bragas.

A mí, por ejemplo, aquel discurso del vástago del (del) Bribón me jodió la noche. Porque le daba vueltas a la almohada pensando que tiene bemoles que un pájaro así, salido en una especie de truco de magia, desde el fondo de una chistera, alguien que representa como nadie el paradigma del parasitismo y holgazanería nacional, venga a levantar la voz a la sociedad que acaba de ser vapuleada por querer dar su opinión. Para más inri, pacíficamente y con unas urnas que tuvo que proteger con sus cuerpos como si fuesen la misma vida. Esgrimiendo Su Alteza la Gran Bajeza de mostrar un dedo acusador y nada conciliador a sus súbditos, en un día de tensión extrema como fue. En una arenga en la que, una y otra vez, esputó sobre los micros la palabra «inaceptable«. En tono serio y amenazante. Sin cortarse ni media. Porque digo yo, dándole una vuelta, que…

Inaceptable es ser un personaje que lucha contra cualquier referéndum porque tiene miedo que el siguiente pregunte sobre él. Porque si existe algo abochornante en esta sociedad moderna es su nombramiento por méritos genéticos y nada más. En aplicación del artículo recogido en la Carta Magna de «por sus Santos Cojones» [los (del) del Bribón, claro: sucesión genética], nunca mejor dicho, sin que nadie haya podido opinar ni elegir nada. Cojones que hay que tenerlos bien puestos para, siendo lo que es como es, no ruborizarse al decirnos que era inaceptable lo de poner urnas en colegios…

También en la insomne noche me pareció inaceptable que, en otro truco de ilusionismo, hiciese esfumarse a su hermana en la misma chistera, nombre que digo yo que vendrá de «chiste». Mujer invisible desde entonces, dejando a todo un país boquiabierto por lo habilidoso y sorprendente del truco a manos del rey mago, ese que viaja sin camello ni regalos. Porque consiguió de un solo movimiento escamotear a ella y a todo el clan, para que pudiesen gozar en casita de todo lo desplumado al bien común. A manos llenas. Eso sí, sin que se haya devuelto ni un duro del expolio. Y levantaba el dedo mientras nos bendecía, marcándonos la línea entre lo que era decencia y lo que no…

Todo ello –seguía yo pensando mientras pasaban las horas– desarrollado en un contexto inaceptable, en el que puede considerarse a su santa madre como la mayor cornuda documentada en la historia de España y probablemente del mundo, siempre ateniéndonos al reciente libro ‘El rey de las 5.000 amantes’ [Amadeo Martínez Inglés. Chiado Editorial] cuyos datos –precisos, con señales y sobre todo pelos– de momento nadie ha desmentido. Porque seguramente sean «reales».

Y digo yo que, una vez tocado el tema de la regia vaina, podría empezar Felipe por barrer su casa y, antes de lanzar amenazas a los demás, predicar con el ejemplo y quitarle la asignación a su padre por indecente, por hacer mal uso del dinero común y por mal ejemplo «moral» para la sociedad y la marca España.

Porque, ni corto ni perezoso, sin una brizna de vergüenza, sigue generando escándalos aún hoy en día, paseándose en público con sus siempre nuevas amantes. Bebiendo «champagne campechano», a escote entre todos y en el escote de todas, que de perversiones sabe un poco. Alguien que frente a las mismas astas de su esposa dispuso en los jardines de la Zarzuela una edificación para follarse a su amiga Corina, dándole una y otra vez al orgasmo fingido, a pesar del «lo siento, no volverá a ocurrir«. Y el dinero de todos, allí, huérfano y triste como una estrella sin noche.

Así es que reprimendas al personal, ni una, chavalote. Sólo falta que encima te nos chotees hablándonos de moral, decencia y malversación de fondos públicos al resto de los humanos. A los normales. Que bastante hemos tenido con escucharte hasta el final: te hemos calado los trucos…

 

 

A nivelar el euskera

El otro día, en una reunión para organizar diversos actos en torno al día del euskera, escuché hasta emborracharme fórmulas del tipo «herri mailan…», «eskualde mailako…», «Euskadi mailan, «maila pertsonalean«… según se planteasen para el pueblo, comarca o vete a saber qué.

Aquel encuentro era caldo de cultivo insuperable para lanzar la palabra «maila» una y otra vez, sin compasión, sobre los que allí estábamos. Como cuando los ciervos han de llenar las noches de berrea con sus incesantes bramidos.

Y me retorcía al tener que escucharla, esforzándome en todo momento por sonreír, como un bobalicón que se evade mirando a la fluorescente que parpadea, para que nadie detectase cuánto odio esa coletilla. No quería ir de pedante y menos de descortés. Por eso me mordí la lengua… tantas veces como escuché aquel maldito «maila».

No lo soporto y no puedo evitarlo. Así es que cuidado que no se os escape delante de mí que cualquier día cometo una locura y con una plomada o nivel de burbujas os dejo a ras, a nivel, «mailan».

Fuera de bromas, ese «maila» es una coletilla chabacana, totalmente innecesaria y sin tradición alguna en el euskera. Pero, como sucede con todo lo pecaminoso, se está extendiendo igual que un reguero de pólvora.

En realidad es un vicio lingüístico importado de otra lengua: un calco literal de la desafortunada y nada adecuada expresión del castellano «a nivel de«. También incorrecto e igualmente aborrecido en lo que a mí se refiere. Hartito ya de tanto «a nivel sindical«, «a nivel de comarca» y otras lindezas que, aquí y allí, incomodan nuestro caminar.

Esta última forma de «nivel» está muy extendida en España a pesar de los continuos esfuerzos por parte de la Real Academia Española [de la lengua] para corregirlo.

Según su criterio, el uso de la fórmula «a nivel» debe limitarse exclusivamente a las referencias de altitudes y, como mucho y por extensión, a cualquier referencia que indique una percepción de jerarquía. Pero sólo en esos casos… E idéntico trato correspondería al «maila» de euskera, con uso referente a la diferencia de alturas o jerarquías, no con significado equivalente a «ámbito», «rango» o similares. Cualquier diccionario os lo corroborará.

Y como nadie ha dicho nada al respecto, ni siquiera la reverente y reverenciada academia de Euskaltzaindia, aquí voy yo, rompiendo aguas, embalado hacia esos molinos de viento que me miran mal.

Así es que a cortar por lo sano y a luchar una vez más a muerte en esas batallas perdidas. Porque no se trata tan sólo de un uso no genuino del euskera sino de un uso equívoco del castellano que hemos injertado en lo más medular del euskera.

Ese no recomendable «nivel» en castellano me preocupa pero ya hay jardineros que rieguen aquel jardín. No el del euskera: ese sí me turba.  Por ello, por el amor que os profeso…

– En vez de la expresión «Europa mailan» usad las de «Europan» o «Europa osoko«…

– En vez de la expresión «maila pertsonalean» usad las de «norberaren baitan«, «esparru pertsonalean«…

– En vez de la expresión «erabaki hori lege mailakoa da» usad las de «erabaki horrek lege izaera du» (y en castellano, «tiene rango de ley«)…

– En vez de la expresión «Euskadi mailako txapelketa» usad la de «Euskadiko txapelketa» o «Euskadi osoko txapelketa«…

– En vez de la expresión «umeen afektibitate mailan» usad la de «umeen afektibitatean«, «umeen esparru afektiboan«, «en el ámbito afectivo de los niños/as«. Debemos actuar de la misma manera con otras expresiones «niveladas» parecidas: «herri mailan«, «afektibitate mailan«, «nazio mailan» o similares.

E, insisto, lo mismo en castellano: «en lo personal«, «en Bizkaia«, «en el municipio«… en vez de «a nivel personal«, «a nivel de Bizkaia» o «a nivel municipal«. Pero sí «nevó a nivel del mar«.

Hacedlo así, por Dios, que ya veis que me afecta mucho y si no me desequilibráis mentalmente. O, mejor dicho, «me desniveláis».

PS: LLIBERTAT PER CATALUNYA
[¡vaya nivel!]

 

29 de septiembre, 176 años sin sanmiguelada

Pocos sabrán que el pórtico de la iglesia de Laudio es el único de hierro de toda Euskal Herria. Y menos que recibía el nombre de Batzalarrin, un lugar que daba sentido a su significado cada 29 de septiembre, un día como el de hoy.

29 DE SEPTIEMBRE, REPETIMOS ELECCIONES
El día de San Miguel siempre ha sido una especie de hito, de mojón, que indicaba el final del verano, la época más benigna para la supervivencia. Algo más que la celebración de un santo. El 29 de septiembre era, al fin y al cabo, el principio y fin del año agrícola. Pero en Laudio, al igual que en otros lugares, era una fecha aún más relevante porque en ella se elegían cada año los nuevos alcaldes y otros cargos adyacentes. Decimos alcaldes porque eran dos.

ANTE LA IGLESIA
Para ello se convocaba a todos los vecinos electores a un lugar llamado Batzalarrin. Su significado es el de ‘atrio, plazoleta, de las reuniones’ [batzar + larrin] y se encontraba pegante a la iglesia, en la «ante iglesia», precisamente sobre la necrópolis, el cementerio de los difuntos, como garantes éstos de que allí se harían las cosas bien.

BAILARÉ SOBRE TU TUMBA
Y es que por aquel entonces, nuestros cementerios eran el entorno civil más emblemático del pueblo, el lugar de encuentro y convivencia entre vivos y muertos. Por ello no es de extrañar que, en la exigua documentación disponible, aparezcan sobre estos espacios funerarios, actividades mercantiles, de ocio o de carácter social. Era normal instalar sobre las sepulturas puestos de venta o llevar a cabo las más importantes transacciones mercantiles, los tratos entre ganaderos, así como toda suerte de bailes, juegos de bolos, lanzamientos de barra, mimos, marionetas o cualquier otra manifestación de ocio. A pesar de las continuas quejas de la autoridad eclesiástica… Hasta se documentan prostitutas ejerciendo su denostado oficio en tan concurridos lugares.

Era tal la importancia social del lugar que con el tiempo se cubrieron, dando lugar a los pórticos. Como ahora construimos las plazas cubiertas…

TÓCAME LAS… CAMPANAS
Por ello, porque todo acto relevante se hacía allí, era el lugar preciso para elegir a los alcaldes. Las referencias de aquellas reuniones nos vienen de muy atrás. La llamada para acudir a ellas se hacía dando aviso desde los montes («oteros») y tañendo las campanas.

PIELARRI
Las juntas municipales y elección de aquellos alcaldes de Laudio se hacían en torno a un gran y solemne árbol que crecía en el camposanto anexo a la iglesia como ya hemos dicho. Es tan complejo el tema del que lo dejamos para profundizar más en otra ocasión.
Posteriormente, bajo él se dispuso una mesa de piedra de sillería para dar más entidad al lugar. Esas mesas eran conocidas en nuestro entorno como pielarri, es decir «fiel + harri, ‘la [mesa de] piedra del fiel’ en este caso en referencia al «fiel de fechos» o secretario que levantaba allí mismo un acta de todos los acuerdos que allí se tomaban. En las últimas referencias históricas sólo se habla de la mesa y no del árbol: probablemente sería talado para posibilitar alguna de las ampliaciones del templo o su porticado. Sabemos que la mesa fue quitada “con la disculpa de” instalar la fuente del pórtico.

Recreación moderna de los cascabeles de votación, con el nombre de cada cuadrilla inscrito en ellos

LOS DOS CASCABELES DEL ALCALDE
En aquel entorno tan novelesco se elegían cada 29 de septiembre los dos alcaldes que iban a regir el gobierno local, así como otros cargos. Para la elección se usaba un recipiente de cobre en el que se introducían una especie de cascabeles que guardaban las dos candidaturas de las fuerzas políticas de la época (o se era de los Ugarte, «gamboíno» o se era de los Anuntzibai «oñacino») y que, a suertes, extraía una mano inocente. Los cargos elegidos (Alcalde y Juez ordinario, dos regidores, Procurador General, Alcalde de Hermandad y dos fieles) eran posteriormente validados con el juramento [zin + egotzi: zinegotzi, ‘concejal’] hecho en aquel lugar, frente a los difuntos, el día de Todos los Santos, 1 de noviembre. Una vez más, los antepasados como garantes de la honestidad y lealtad…

 

COLORÍN COLORADO
Tras la pérdida de las primeras guerras carlistas se promulga la ley de 1841. Con ella se impone la uniformización de todos los ayuntamientos pertenecientes a la Corona y la desaparición de los lugares y fórmulas tradiciones locales, como en el caso de Batzalarrin. No con pocas protestas y desaires, dicho sea de paso. Pero la ley era la ley y, aunque a regañadientes, fue paulatinamente acatándose. Sea como fuere, la jarra con sus cascabeles, la mesa de piedra e incluso la presencia de los difuntos, algo que era el centro de la vida de Laudio hasta entonces, dejan de tener sentido y caen en el olvido. Era la modernidad que llegaba: ya no había sitio para las añoranzas. Hasta el euskera, la lengua casi única de los laudioarras hasta el momento, se ve obligada a compartir el terreno con el pujante castellano, emblema de la modernidad.

Cierto es que en unos arrebatos de nostalgia llega a utilizarse aquella mesa de Batzalarrin, con un valor más idealizado que nunca, hasta incluso en 1874. Pero era eso: un mero ritual simbólico, pequeños brotes de rebeldía, de desacato a la autoridad, nada que ver con el ordenamiento jurídico imperante. Eran los últimos estertores en una muerte anunciada.

Además, y a pesar de que siempre se haya achacado la pérdida de valor de aquellas mesas a ley de municipios de 1841, el problema viene de bastante más atrás: desde el cambio de mentalidades producido el siglo anterior.

CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO
La Iglesia hacía tiempo que consideraba «indecente» la costumbre de tratar los asuntos profanos sobre los enterramientos, un lugar considerado sagrado por ella. Por otra parte, en el proceso de modernización, las autoridades municipales deciden desligar sus decisiones de toda sacralidad o religiosidad. Necesitan ahora otro lugar, simbólicamente separado del templo, y que dé cabida al gran número de funciones que las instituciones locales van adquiriendo. Por si fuera poco, en este siglo se comienza a dar la espalda al mundo de la muerte: ya nadie lo quiere tener presente y hasta se convierte en tabú hablar de ello. Los enterramientos se realizan ya en interior de las iglesias, quedando los antiguos cementerios bajo pórtico en un cierto grado de indefinición.

 

ESTO ES UN SINDIOS
Surgen entonces por toda Euskal Herria las nuevas casas consistoriales, los edificios de los ayuntamientos, al margen de lo sagrado. El caso de Laudio no deja de ser llamativo ya que debieron edificarlo atormentados por las dudas del traslado: pretenden ser modernos pero no tanto como para divorciarse del todo de la casa de Dios. Así es que, como caso singular, se construye anexo a la iglesia. Es decir, juntos pero no revueltos. En cualquier caso, a pesar de existir ya las casas consistoriales, en los actos que por su trascendencia necesitaban de una mayor carga simbólica, se sigue usando la mesa de piedra tradicional.

AGUR, BATZALARRIN
Hasta, como hemos dicho, el año de 1841, con la desaparición de las funciones en del antiguo sistema de organización local: concejos, hermandades, anteiglesias (cuyo nombre nos denotan su origen) o cuadrillas de Laudio (Olarte, Larrea, Goienuri y Larrazabal) dejan de existir, por mucho que sus referencias sigan sonando décadas después. Además, en 1876 irrumpe en Laudio la figura del Marqués de Urquijo que, con sus grandes obras civiles, transformará la fisonomía del centro del pueblo. Tanto que llegamos a perder la pista e incluso el recuerdo de aquella antigua mesa de piedra y del nombre Batzalarrin del lugar.

 

Probablemente la gran influencia del marquesado tiene mucho que ver en la desaparición de la memoria de aquella mesa (la mandó retirar con la disculpa de poner una fuente pública, curiosamente en el mismo enclave), de aquellos cascabeles e incluso del mismo nombre del lugar. Eran del entorno liberal, minoritario en un Llodio mayoritariamente carlista, y que debía hacer olvidar todas las referencias del régimen anterior, entre otras cosas, para cumplir la ley promulgada y para continuar con sus grandes negocios en la Corte.

Así, 176 años después, luchamos por recuperar aquella memoria perdida o quizá arrebatada. Nada mejor que el día 29 de septiembre para perder un minuto allí, bajo el único pórtico vasco de hierro, y dejar volar nuestra imaginación hacia aquel pueblo que fue. Allí estarán los difuntos dando una vez más cuenta de todo ello.

 

Te quiero allí, junto a José Arrue

Últimamente y afortunadamente el artista pintor José Arrue (1885-1977) está en boca de todos/as.

Él mejor que nadie recogió la esencia de la cultura vasca y, también como ningún otro, la difundió por todo el mundo.

Sin embargo, en general, no hemos sabido leer más allá de aquellos graciosos personajes de «vasquitos y nesquitas» que se muestran en sus pinturas, perdiéndonos a menudo la rica información subyacente e, incluso, las motivaciones del artista para pintarlas.

Por eso, estimado/a amigo/a, me gustaría que me acompañases el próximo sábado 7 de octubre al paseo-charla que haremos en San Miguel (Orozko), el templo que más veces retrató Arrue, por considerarlo el epicentro de las costumbres vascas.

Quiero que me acompañes, sí, para que reflexionemos juntos sobre el pintor y su obra.

No nos embarullaremos con fechas y datos porque para eso no hay mejor conferenciante que internet y los libros. No. Nosotros nos centraremos en las sensaciones, en esas emociones que, sin saber por qué, nos zarandean el corazón.

Y para sentir eso, te necesito al lado. Tanto como a las obras de añorado José Arrue.

No olvides que por ser un lugar cerrado las plazas están limitadas y que, por ello, es obligada la inscripción. En la imagen adjunta tienes toda la información necesaria.

Esta actividad la organiza el Ayuntamiento de Orozko enmarcado en las sublimes Jornadas de Patrimonio Europeo coordinadas por la Diputación Foral de Bizkaia.

Te quiero (también) allí, en Orozko, a la sombra de San Miguel.

Hantxe nahi zaitut, Jose Arruerekin batera

Azken boladan eta zorionez, José Arrue (1885-1977) da guztion ahoan dagoen pintura-artista.

Berak beste inork ez bezala jaso zuen euskal kulturaren esentzia eta beste inork ez bezala zabaldu du mundutik.

Hala ere, oro har, ez dugu jakin izan bere margolanetako «vasquitos y nesquitas» baserritar itxurako pertsonaia haietatik harago irakurtzen, norainoko informazioa biltzen zuten eta zer dela eta sentitu zuen bere burua hori egitera behartuta.

Horregatik nahi zaitut ondoan, lagun hori, urriaren 7an, zapatuan, Orozkon egingo dugun paseotxo-hitzaldian, non eta Done Mikel baselizan, Arruek euskal tradizioen epizentrotzat hartuta, gehien erretratatu zuen tenpluan.

Ondoan nahi zaitut, bai, Jose Arrue eta bere pintura elkarren ondoan deskubri dezagun.

Ez gara data eta datuetan nahasiko, horretarako internet eta liburuak daudelako edozein hizlari baino hobeak. Ez. Gu sentsazioetan zentratuko gara, ustekabean bihotza astintzen diguten emozioetan.

Eta horretarako, Jose Arrueren margolanak behar ditugun bezalaxe, zeu ere behar zaitut ondoan.

Ez ahaztu leku itxia izanagatik lekuak mugatuak direla eta nahitaez izena eman behar dela aurretik parte hartzeko. Ondoko irudian duzu horretarako jakin beharrekoa.

Ekimen hau Orozko udalak antolatzen du, Bizkaiko Foru Aldundiak koordinatutako Ondarearen Europako Jardunaldi paregabeetan. Aurtengo gaia, paisaia…

Hantxe (ere) nahi / maite zaitut, Orozkon, Done Mikel baselizaren gerizpean.

 

Reverencia solar en Gordexola

Aquel extraño sol que me sobrecogió. La imagen, con móvil, es mala; el instante, grandioso

Desde que se me apareció aquel sol, no he podido quitármelo de la cabeza. Será casualidad, será algo realmente excepcional… la cuestión es que hoy a la tarde (lunes 25) me he visto en la necesidad de peregrinar a ese lugar del que tanto he oído hablar y que aún no conocía: Berbikiz, donde se celebra la fiesta de las fiestas, San Cosme y San Damián de Gordexola.

He acudido en su víspera, cuando todo el mundo andaba subiendo cajas de comidas y bebidas a las txosnas. Diríamos que casi son «chalets» en los que se reúnen los grupos festivos y que inundan el lugar. Y mañana que sea lo que los hermanos médicos quieran. Porque siendo el titular del templo San Pedro, los que se llevan el gato al agua son esos hermanos, Cosme y Damián, los patrones de médicos, cirujanos… que flanquean en el altar al santo principal.

Charlando aquí y allá, me han hablado hoy de romeros para cuyo infortunio estaba reservado un cementerio pegante al templo. O de las criaturas malparidas de jóvenes santanderinas que acudían hasta aquí para que, por su vizcainía, sus hijos no se viesen obligados a acudir a las guerras. O del cambio de fecha del 27 de septiembre antiguo al 26 actual para –dicen, sin que tenga en realidad que ver– que no se rememorase año tras año el fusilamiento en ese día de Txiki y Otaegi, tan injustos mártires como los patronos de la jornada. Y del árbol de las juntas de concejos y de la inexcusable mesa en el pórtico. Y de la casa tan angustiosamente pegada a la fachada principal del templo, antigua taberna, aliviadero de extenuantes peregrinajes.

Por no hablar del paraje de Romarate, la última pendiente antes de llegar al venerable lugar, interpretado en otras épocas como “Erromara ate” ‘la puerta a Roma’, “erromero ate” ‘la puerta de los romeros’, un lugar en el que había que redoblar la mortificación del cuerpo, siempre tan cargado de pecados. Más de un ¡ay!  de dolor se habrían ahorrado si se hubieran percatado aquellos meapilas que era en realidad “erromara-ate” ‘la puerta de la barrera’, denominación usada en cancelas de accesos a pastos, sembrados, etc. y que en mi entorno conocemos como lata y en otras latitudes como langa.

Pero dejémonos de ruidos y bullangas que llenarán el esperado 26, mañana, todo ese paraje. Prefiero quedarme en la intimidad de la soledad, el silencio, la oscuridad para gozar de nuevo rememorando la imagen que me conmovió el año pasado, cuando un sol más esplendoroso que nunca se abrió paso entre las nubes del lugar. Fue un instante mágico.

Cito, textual, lo que publiqué en las redes aquel día, agolpando letras. Sobresaltado, cansado y lleno de emociones. Las imágenes del momento en cuestión son hechas con un móvil, de mala calidad. Pero tienen hechizo, fascinan… Qué más da si es otro milagro más en ese bendito rincón de Gordexola. Ahí os va:

«26 de septiembre. SAN COSME Y SAN DAMIÁN. HOY ME HA PILLADO EL TORO. Y me refiero al horario, no a las vaquillas y mastines que tanto me han acosado en el camino. Por otros quehaceres he empezado a andar una ruta de montaña por Miñaur, Aguilatos, etc., en la parte trasera del monte Gallarraga, saliendo a las 18:00 h. Y he ido todo angustiado, apretando de lo lindo, porque sabía que en el último tramo se me iba a hacer de noche. Se mascaba la tragedia…

REVERENCIA SOLAR. De repente, en plena tensión, en el final de la ruta, mientras al otro lado veía ya las farolas de Laudio encendidas, la oscuridad del cielo plomizo se ha rasgado y ha mostrado un sol reverente, considerado, dadivoso, sobre la zona de Berbikiz (Gordexola) en donde hoy celebran la festividad de San Cosme y San Damián. Ha querido así mostrar el astro solar su satisfacción a los humanos que, ya de noche, echaban los últimos cohetes que podía escuchar bien claro desde mi monte. Y he hecho una foto a aquel sol irrepetible para mostrárosla y, de paso, escribir unas líneas.

Momento en que el sol rasgó el cielo sobre la fiesta

SAN COSME Y SAN DAMIÁN. En realidad se trata de la ermita o, mejor dicho, santuario de San Juan de Berbikiz, en Gordexola. Pero su celebración principal se hace en torno a dos santos secundarios en el altar, San Cosme y San Damián que, según cuentan las fábulas o las historias adornadas, fueron asesinados un día como hoy por no renunciar al cristianismo. Mártires por tanto.

Hoy en día, desde varias jornadas más atrás, ingentes cantidades de persona ocupan unas txosnas privadas, decoradas hasta la exquisitez y en las que pasan las fiestas en cuadrillas. Para hacernos una idea, es un estilo al Rocío pero en Bizkaia. Algo muy concurrido y celebrado.

Pero el lugar en cuestión, apartado en la montaña, había sido desde mucho más atrás un foco de atracción y de peregrinación romera. Fue antiguamente lugar de enterramientos y también el sitio de las arcaicas juntas de los hidalgos del municipio. Quizá por ahí haya que buscar su gran fama, que superaba antaño los límites de lo local: gentes de Salcedo, Sodupe, Gueñes, Galdames, Zalla, Sopuerta, Barakaldo, Muskiz, Okondo y Laudio entre otros eran asiduas a su fiesta.

LUGAR MILAGROSO. Y es que, bajo el cántico de unos “gozos” que decían “Pues sois delante de Dios / abogados poderosos / sed nuestros intercesores / Oh Cosme y Damián gloriosos” y con una misa específica para los enfermos se obraban allí milagros de curación de enfermos. Y así lo atestiguaban la cantidad de exvotos (fotografías, cachavas, vendas…) que hasta hace unas décadas se exhibían en el interior. Y, claro, con esos milagros que todo el mundo había escuchado aunque nadie visto, las donaciones para el templo eran desorbitadas comparadas con otros lugares de culto. Sin duda, había mucha picaresca clerical detrás de todo ello.

En cualquier caso, era tan gran la devoción que hasta hace medio siglo era habitual ver a algunos romeros caminar hacia la ermita descalzos, pidiendo la intercesión de los santos para sanar a algún familiar o amigo.

Ya sé que todo ello es una tontería más de esas que no interesan a nadie… Pero mirad la foto de la puesta del sol sobre San Cosme… tan prodigiosa que me he visto en la obligación de aportar estas notas, porque hasta parece un mandato del mismo Cielo. Un mandato que cumplo aquí y ahora. Aunque sea para reactivar el recuerdo de algún aitite o amama que lo lea. Un saludo y buenas noches, que estoy reventado con la caminata apresurada».

 

 

Morroiak eta Oñatiko ikastola

Hona hemen beste hizkuntza-bitxikeria bat, gozagarri.

Ezaguna denez, Kilometroak izena du 1977. urteaz geroztik Gipuzkoako ikastolen alde antolatzen den jaiak. Aurten Oñatin izango da, irailaren 24an.

Urte bakoitzean lelo bat baliatzen dute aurrekoetatik bereizteko eta nortasun propioa hartzeko. Aurtengoan LEKAIXOKA hautatu dute, eskualde horretako euskaraz ‘oihuka’, ‘zantzoka’, ‘irrintzika’… esanahia duena. Eta horra hor gure bitxikeria.

LEKAIXOKA izatez lekaioka da baina ahoskatu bezala transkribatuta, ogixa, iturrixa… idatziko bagenu bezala. Aurreratu behar dut niri ez zaidala horrela idaztea gustatzen, are gutxiago ikastola batek sustatzea, bere zereginarekin kontraesanean dagoelako. Andaluziako eskolek “fiehta de fin de curzo” sekula idatziko ez luketen bezala. Baina hori beste kontu bat da eta iritziak, seguru, alde guztietakoak.Aurtengo lemaren atzean dagoen lekaioka hori, ‘ozenki deika’, “lekaio” hitzetik dator, gaztelaniaz, “lacayo”. Hau da: gure aurtengo leloaren esanahia da ‘morroiei oihuka agintzea’ dela. Hortaz, lekaio hitzaren bigarren adiera: ‘oihua’.

Lekaioak jauntxoarekin batera zihoazen sehiak ziren, morroiak, bera zaldi gainean eta lekaioak albo bietan, oinez. Garaien arabera, armaturik zihoazen, balezta banarekin. Izatez, lekaio hitzaren beste esanahi zaharra da gerlari zaldunekin batera zihoazen oinezko gudariak. Baliteke ere ‘zantzoka’ esanahiak honekin ere zerikusia izatea.


Jaun zaldunaren handitasuna nabarmentzeko, jantzi onekin zihoazen lekaioak. Librea izena zuten euren uniforme haiek. Eta izen horrek gure aske hitzarekin zerikusia du, frantsesezko “livrée” ‘askatua, liberatua’ terminoan duelako oinarria.

Izatez, jauntxoen jantziak ziren baina, zaharkitu eta gero, morroi horiei ematen zitzaien, bideetatik zihoan convoy hura handikeriaz janzteko. Handinahikoen arrandia, itxurakeria… Horretan gutxi aldatu gara.

Nahiz eta janzkeragatik gizajoa haiek noble itxura hartu, oso tratatu txarra jasaten zuten, mingarria, jabeak errietaka zebilkielako beti, oihuka. Horregatik pertsona doilortzat hartzen ziren lekaioak. Gutxiesgarriak ziren ahaltsuen artean, txarto tratatuak… Izatearen itxurak baina izan gabe: ba al dago ezer etsigarriagorik?

Baina gure kasua, beste muturrean dago, zorionez  gure herriak hobera egin duelako zenbait esparrutan. Hortaz, Oñatiko jaian, oihuak bai, baina euskarazkoa eta ikastolen aldekoak. Tratu txarrik inori ez.