El pasado 15 de octubre se celebró en el Palacio de Congresos Euskalduna de Bilbao una jornada en la que se analizaba la cuarta revolución industrial y la relación del sector vasco con la misma. El nacimiento de fábricas inteligentes (ha sido en Alemania donde han acuñado el término Industria 4.0) donde el sector secundario se cruza con la más alta tecnología para interconectar los procesos productivos mediante nuevos softwares, análisis de big data y un control de todas las fases de creación del producto para mantener altos estándares de calidad.
Esta industria 4.0, donde a pesar de lo que indique su nombre la relación hombre-máquina sigue siendo fundamental, tiene varios pilares en los que sustentarse que han nacido hace poco tiempo -algunos hace mucho menos de una década- y que han servido para implementar grandes avances en materia de seguridad, toma de decisiones y productividad.
La fabricación aditiva o impresión 3D de componentes o productos finales; el desarrollo de la robótica colaborativa donde los equipos industriales dejan de estar en entornos cerrados y aislados para pasar a un sistema de producción donde interactúan gracias a que son más manejables, ligeros y fiables; la implementación de sistemas ciberfísicos que mediante el añadido de TICs a todo tipo de dispositivos y herramientas los convierten en equipos inteligentes -fábricas, automóviles, hospitales…-; el trabajo intensivo con realidad aumentada que gracias a la incorporación en tiempo real de información virtual a productos físicos permite mejorar la percepción de cada producto en todo el proceso industrial; la gestión de nuevas aplicaciones de cloud computing para que diferentes puntos de producción puedan acceder a toda la información crítica de las demás fases del proceso creativo; y el tratamiento de los big data son seis tendencias que se atisban fundamentales en la que es una de las revoluciones industriales con más impacto en tres siglos.
La exposición de Wolfgang Wahsler, director y administrador general del Centro Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI GmbH), el más importante del mundo en esta materia, desde 1988, dejó clara el papel de la inversión y la transformación de viejos preceptos de la producción industrial para conseguir un sector mucho más puntero en el que el cómo se fabrica es casi tan relevante como el producto final.
Desde el empleo de técnicas relativamente recientes como la fabricación aditiva hasta la implementación de TICs en todo el proceso productivo que no sólo redunda en productos de mucha mayor calidad y valor añadido sino también en un menor impacto ambiental y una mayor responsabilidad social por parte de las empresas.
Representantes de asociaciones como GAIA, AFM o IK4 compartieron ponencias con representantes de empresas industriales y consultoras tecnológicas vascas referentes en su sector (Ibermática, Innovae, Mizar, Nem Solutions, Dimension Data, Osteophoenix o Nexmachina entre otros) que son el ejemplo de cómo la aplicación de nuevas herramientas técnicas puede redundar en empresas ágiles y punteras con enorme productividad y alto valor productivo y social.
En definitiva un retrato de la situación de la industria (cuando las TICs hablan de un mundo 3.0 la industria se mueve un paso más allá) y de las posibilidades y el trabajo sordo que muchas de nuestras firmas llevan a cabo a diario y que son el motivo por el que nuestro tejido es uno de los más competitivos del continente.