Los cazadores pueden disfrutar de las mejores fechas, con varios festivos, para la entrada de la ollagorra o becada, siempre a perseguir con el concurso del perro
Serán legión los cazadores vascos los que cojan a sus perros y salgan en pos de la sorda, en otros lares denominada arcea, chocha o pitorra, pero que por aquí conocemos como oillagorra o becada. Si la segunda quincena de noviembre suele tener los mejores días para la llegada de sordas, tampoco le van a la zaga la primera decena de diciembre, en la que se pueden incluso concentrar en ciertos sitios las pocas que hayan podido quedarse de la remesa anterior con las que habitualmente nos visitan por estas fechas. Que además gracias a la Constitución española y pasado mañana la Inmaculada Concepción, son días festivos, con lo que apenas quedan disculpas para no ir al monte.
Por si fuera poco, estos días con los sucesivos cambios de tiempo, y el gélido fin de semana pasado de nieves en los altos de interior, los cazadores que han salido han podido constatar el paso en las alturas de algunos zorzales alirrojos, y ello siempre es síntoma de que «se mueve» el pájaro más arriba de los Pirineos, porque también se vieron algunos gansos y contadas avefrías. Y estas noches pasadas algunas malvices alirrojas también se han dejado sentir en las zonas de costa, elevando las expectativas.
VISTA
Resulta curioso que se le llame sorda a un pájaro que cuenta con unas cualidades naturales extraordinarias y que tiene un oído excelente, además de una visión de casi 360 grados al tener los ojos en los laterales de la cabeza. Cualquier mínima alteración de su entorno le pondrá sobre aviso del posible peligro, y en muchas ocasiones simplemente se aplastará en el terreno, confiando en que el mimetismo de su plumaje y su inmovilidad le sirvan para despistar al olfato canino, y ese suele ser un grave error, porque en los alrededores habrá dejado emanaciones suficientes para avisar al perro menos avezado. Otras veces optará por Sigue leyendo La ‘sorda’, en el punto de mira