Siempre detrás de un mostrador procurando poner buena cara a pesar de las muchas procesiones que vayan por dentro…Saben que son, en muchas ocasiones, la cara pública de la institución y en cualquier caso dan la cara por el profesorado o por las diferentes escalas de la jerarquía universitaria …Solventan cuestiones que parecerían perderse en los vericuetos administrativos más intrincados y alivian a familias, municipios y sindicatos con informaciones precisas tan largas como sean necesarias…
Han pasado y pasan una y otra vez de los documentos apilados en archivadores a la red electrónica contributiva, pero en cualquier caso saben con exactitud dónde está tal acta o tal instancia, o también aquel libro o esa revista, o incluso ese cable tan urgente como necesario…Son muy conscientes de que deben estar en una formación permanente que se les exigirá en cualquier momento.
Trabajan según un horario convencional llevando el peso del cada día como si fueran partes de un dragón amaestrado o un diplodocus bien educado…Y por ello a veces no entienden los horarios particulares del profesorado, sus presencias y sus ausencias , pero , atisbando que ese otro tipo de trabajo a veces se hace más fuera que dentro, lo respetan…y lo facilitan.
Por fin, se mantienen en silencio, o sonríen, o incluso ríen y siempre agradecen un «por favor» aunque sepan que lo que se pide forme parte de su dedicación…Son el fluido que todo lo engrasa y que permite que, unas veces de prisa , otras despacio, todo continúe funcionando…Figuran como «el PAS», como «el Personal de Administración y Servicios»…