La farsa de Coripe

Volvemos a la entretenidísima disputa de los galgos y los podencos… que son lo uno o lo otro de acuerdo con la camiseta que lleve atornillada cada forofo que participa en la controversia. Cuánta santa y vaya usted a saber si justificada indignación porque en un pueblo de allí abajo —ya me la estoy ganando— han celebrado la resurrección del Señor vaciando unos cargadores de fuego real sobre un pelele que representaba, vade retro, a Puigdemont. Como me estoy quitando de ciertos vicios y empiezo a dejar estos vídeos truculentos a la mitad, he tenido que leer en las crónicas correspondientes que tras la balacera con presencia de criaturas en edad de educarse en valores, las fuerzas vivas procedieron a la quema del monigote en medio de la algarabía general.

Conste que comprendo perfectamente a quienes, al primer bote, ven en la pantomima un acto intolerable festoneado de bilis y, por qué no, odio. Lo que ya no me cuadra es que a estas mismas personas les pareciera divertidísimo el tenderete de tiro con dardos sobre una imagen de Felipe VI que habían colocado en Vic los que se autonombran como Comités de Defensa de la República catalana. Por no mencionar, claro, las decenas de espantajos figurando a distintas personalidades célebres del orden unionista español que cuelgan de este o aquel viaducto.

Es cierto que cuando se pilla a los autores de semejantes simulacros, generalmente les cae todo el peso de la ley de parte. Pero si entonces nos parece una injusticia, apunto que deberíamos tirar de la misma vara. O todos a la Audiencia Nacional o barra libre para realizar incluso catetadas de alto octanaje como esta de Coripe.

6 comentarios en «La farsa de Coripe»

  1. Lo del muñeco me parece lo de menos, pues tanto en fallas, como en Cataluña, se han quemado otros. A mi entender lo verdaderamente grave, y que veo que nadie le ha dado importancia, es observar que la policía municipal esté repartiendo las balas a los civiles o me equivoco ?

  2. Falacia del alegato especial, se llama finamente. La ley del embudo de toda la vida, más prosaicamente. Cuando nos damos bula para hacer lo que prohibimos a los demás.

    Y por eso es tan fundamentalmente importante que los derechos los tengan primerísimo los que odiamos. Es la única vía para evitar que nuestra delicada pátina de civilización sobre nuestra naturaleza tribal de monos de llanura.

    Quizá en unos pocos días vayamos a ver un ejemplo práctico, en serio.

  3. Pues hoy tengo que estar de acuerdo con Javier Vizcaíno.

    Además, tampoco entiendo que se le dé tanta importancia a lo que hagan en un pueblo se Sevilla.

  4. También creo que pertinente señalar que en ese mismo «festejo» fueron anteriormente «ajusticiados» Aznar y Felipe González, por ejemplo.
    Lo que me parece es, básicamente, una tradición de bastante mal gusto…pero con el acervo popular hemos topado.

    En cualquier caso…es cierto que quizás la creciente proliferación de este tipo de gestos simbólicos pero de un simbolismo bastante hostil y agresivo debería preocuparnos un poco más en vez de dejarlo en algo anecdótico, aunque algo feo.

    Pones la tele o abres el fabebúk (tal vez ese sea el error) y ves a unos quemando a Puigdemont, a otros desinfectando el suelo que ha pisado Arrimadas…y a lo mejor hay que ir pensando que en esta escalada al final se llega a un punto de no retorno y no precisamente en el terreno de los meros gestos.

  5. No, Larri, creo que no y que hay una importante diferencia que, extrañamente, se le pasa por alto al blog master, al que admiro desde los tiempos del «cocidito madrileño», confieso. En Coripe, a diferencia de los ejemplos que él ha puesto en su última entrada, el tema lo orquesta LA AUTORIDAD MUNICIPAL, con el alcalde a la cabeza y los agentes de la policía municipal haciendo de guardia de corps y repartiendo la munición al «pelotón de fusilamiento». ¿Te imaginas eso en Altsasu colgando a guardias civiles y con el alcalde y los munipas repartiendo munición y cerillas?. ¿Sabes lo que tardarían en entrar todos al maco por unos años y sin juicio?.

  6. Pero…la misma autoridad municipal orquestó el fusilamiento y quema de «Felipe González» y «Aznar» (versión muñeco, claro)

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