El mejor fichaje

HACE unos días escribía sobre la importancia del entrenador en un equipo. Ayer recibimos la magnífica noticia de la renovación de Ernesto Valverde. Es tal el quorum al respecto que el mundo athleticzale celebró la renovación como una de las mejores victorias del conjunto rojiblanco. El Athletic vence con esta renovación, construye desde la base y deja liderar nuevamente a la persona que más y mejor conoce a una plantilla que necesita un líder. Valverde ha dotado al equipo de conceptos muy básicos pero a la vez difíciles de asimilar dependiendo de quién los aplique. Los jugadores creen a muerte en su entrenador y la seña de identidad de Txingurri asoma por cada costado de lo jugadores y cuerpo técnico. Desde la pausa, la moderación, el discurso tranquilo y la seguridad en cada actuación. El técnico de Viandar de la Vera puede presumir de conocer cada resorte del club y participar activamente en todas las decisiones en el ámbito deportivo.

Otra de las características fundamentales de su éxito estriba también en su cuerpo técnico. Jon Aspiazu, su hombre de confianza, es un seguro total. Respira fútbol, sueña con el balón y lo ve como nadie. Se conocen tanto desde hace tantos años que son uno. Las han pasado de todos los colores y es precisamente por eso que valoran el momento y pese a los cantos de sirena no han querido hacer las maletas pese a lo desorbitante de posibles ofertas. La noticia de ayer trasciende más allá de la continuidad de un técnico. Es seguir con un proyecto, con un grupo de jugadores y con una idea de fútbol clara. Valverde sabe que a día de hoy lo más complicado es conjuntar a los suyos y trabajar sobre conceptos asimilados y eso en Bilbao lo tiene muy avanzado. El futuro no puede ser mejor para el Athletic. Tiene lo más importante atado y una plantilla preparada, convencida e ilusionada con ello.

Como punto final, eskerrik asko Ernesto. Tu suerte es la nuestra pero cuando el club deja en tus manos el entramado deportivo, las opciones de que todo salga bien aumentan exponencialmente. Zorte on Txingu.@monjeondavascavalverde

El Entrenador

EL pasado sábado, tras ver el Madrid-Atlético, lo primero que pensé es en la importancia que tiene el entrenador en un equipo. Para mí, un conjunto parte desde su entrenador. Es el guía y la referencia. El que les une y mete en la dinámica adecuada. Es la persona que puede hacerles mejores. Habrá quien diga que también puede hacerles peores, pero obviamente siempre hablo de un entrenador de verdad. Muchas veces solo les echamos la culpa de todo y cuando hay victorias desaparecen de la posibilidad de éxito. Simeone le pegó un repaso a Zidane. El mismo que Valverde a Neville. No es casualidad. El entrenador del Atlético y el del Athletic han dado sobradas muestras de su valía. Se medían a dos exjugadores con un bagaje limitado como entrenadores y a los que han regalado los banquillos de sus equipos. Uno, porque como futbolista fue un crack; el otro, porque es socio del dueño. Ser el jefe no es sencillo. Es muy complicado. Hoy en día no vale solo con lo futbolístico. Hace falta mucho más. Valverde nos demostró a todos, no creíamos nadie, que el partido de vuelta en el Camp Nou era posible sacarlo adelante. Eso que él hizo es tremendamente complejo. Es una demostración clara de la influencia del Txingurri sobre sus jugadores y la capacidad que tiene para que crean en una idea. El entorno no daba un euro por ese partido y solo él y sus jugadores lo afrontaron de tal manera que durante muchos minutos soñamos con la clasificación. Ser entrenador es muy fácil desde la televisión. Más sencillo aún a toro pasado. Valverde es un lujo para el Athletic y vamos a tocar madera para que esté aquí muchos años. Tiene una idea clara de quiénes son sus jugadores y qué puede hacer con ellos y hasta dónde puede llegar. Ante el Valencia su guion se cumplió a las mil maravillas y mientras, en el otro banquillo pensaban en el árbitro, en el tiempo y en el chachachá. @monjeondavasca

Filias y Fobias

LEY de vida. Siempre pasa. Cuestión de fortuna, de caer de pie o no. Otra cosa es que sea justo o no.Alguna vez ya me he referido a esto aunque de soslayo. Jugadores que gozan de bula papal y otros, todo lo contrario. Es claro y notorio que triunfa el gol y lo que va de medio campo hacia adelante. Lo vistoso, vamos. Por contra, el trabajo en la sombra, hacia atrás, disfruta de muy poca valoración del respetable.

Un partido más y Susaeta incomprendido por un amplio sector de la grada. De verdad, no lo entiendo. Por más que se intenta explicar, entrenador incluido, hay quien se niega a conceder valor a quien entre otros aguanta al equipo en los peores momentos. Solo recibe el premio cuando marca o asiste y su juego se deja ver cerca del área. Y eso sí, nunca cuando su trabajo es brutal y las recuperaciones se acumulan en su haber. Esta es una batalla perdida y por más que nos esforcemos los que defendemos la labor del de Eibar, si al otro lado no hay intención de escuchar, no hay nada que hacer. Otra cosa es que por lo menos expresemos la opinión que tenemos. Invito a quien acude a San Mamés y no esté convencido del rendimiento del centrocampista a que haga aunque sea por un día, seguimiento del mismo. Estoy convencido de que va a cambiar su percepción de lo que realiza sobre el campo. Ni unos son muy buenos ni otros tan malos. Todos hacen su trabajo, bien o mal, pero no siempre, ni para lo bueno ni para lo malo. El Athletic no puede ir sentenciando jugadores y menos sus aficionados.

Esto está montado para ser muchos y estar muy comprometidos los unos con los otros. Nos pueden gustar más o menos pero en ningún caso es positivo censurar a uno de tus futbolistas en el transcurso del choque. Al final quien lo paga es el conjunto. Ya me gustaría tener muchos Susas en el Athletic, esa sí que sería una gran noticia. El Athletic es distinto, seamos también distintos en esto y no hagamos lo que hacen los demás.

Twitter: @monjeondavasca

Mendilibirista

ESTE término lo acuñó mi buen amigo Patxi Ferreira. En aquellos tiempos compartía espacio televisivo con él y Rafa Alkorta. Viene de mi excelente relación y admiración hacia la figura del técnico de Zaldibar. Hay que retrotaerse muchos años atrás. Las Llanas era el escenario donde comencé a ver a José Luis Mendilibar, allí impartía clases de fútbol cada quince días. Lejos de lo que se pueda pensar, era un jugador fino y estilista, técnico y de los que echaba el balón al suelo ante la dificultad de los otros. Un futbolista distinto para un equipo como el River, que basaba su estilo en la presión y el fútbol directo.

Mendi dejó el fútbol y comenzó su carrera de entrenador. El Arratia tuvo la suerte de contar con sus servicios y poco a poco se fue formando como míster. Recaló en Lezama y allí se pudo comprobar que tenía madera para ser un muy buen director de orquesta. Luego le llegó la oportunidad después de cuajar una excelente temporada en el Eibar. En aquel equipo estaba un tal David Silva. El centrocampista canario siempre recuerda a José Luis como uno de los entrenadores que más le ha marcado. Llegó a Ipurua cedido del Valencia y fue el mejor jugador de Segunda División esa campaña. El entrenador siempre dice que Silva ha sido el mejor jugador al que ha entrenado.

Esa temporada propició la llegada al Athletic. Tristemente, las cosas no le salieron bien a Mendilibar. Sus métodos no encajaron en un equipo acostumbrado a otras cosas y como casi siempre, la crueldad del fútbol acabó con un corto periplo al mando de la nave rojiblanca. Las leyes de este maravilloso deporte, tan injustas y no escritas, fulminaron a Mendilibar simplemente por querer algo más.

De ahí a Valladolid, Osasuna, Levante y vuelta al Eibar. Precisamente, esta temporada lo está bordando con un equipo que se salvó en los despachos y que crece cada jornada que pasa tanto a nivel institucional como en lo deportivo. El entrenador de Zaldibar ha confeccionado un grupo a su gusto. Gladiadores no exentos de calidad que cada encuentro demuestran que lo suyo no es para nada casualidad. El Eibar es el equipo de moda, hace de cada partido un batalla por la presión que ejercen los armeros sobre sus rivales y cierran los encuentros exhaustos por el esfuerzo realizado. Mendilibar asegura que va feliz a cada partido porque sabe que los suyos lo van a dar todo y de esa manera las victorias y los puntos están llegando. Pero lo mejor de Mendies su naturalidad y cercanía. Su mensaje es claro y el aficionado al fútbol conecta con su discurso a la primera. Espero que no cambies José Luis y eskerrik asko por todos estos años de amistad y charlas futbolísticas.@monjeondavasca

Desde la “A “ de Aduriz

 

Hace ya algún año en el regreso de Javier Clemente, recuerdo una rueda de prensa en la que tras uno de los primeros entrenamientos, el técnico de Barakaldo exclamó “ vamos a empezar con el A,B y C del fútbol”, desde ahí comenzó el “rubio”. Esta frase es típica y manida en casi todos los ordenes de la vida y en todas las profesiones. En el caso del Athletic muchas veces es tan evidente que la hace aún más contundente.

Aduriz comienza por la A y el Atheltic también. Trasladado al equipo la importancia del delantero gipuzkoano es tan grande que solamente con él en el campo sus compañeros parecen otros y todo se transforma. Ante el Villareal la formula Williams delantero desdibujo el esquema del Athletic. Había muchos jugadores que no sabían donde se encontraban y esto motivó que por momentos el equipo de Valverde diese la sensación de vulnerabilidad y fragilidad.

El técnico lo vió claro, lo tenía decidido antes del gol de Iñaki, Aduriz al campo para empezar a ser un equipo, a ser el Athletic de las mejores ocasiones. El jugador rojiblanco fija a los centrales del equipo visitante al mismo tiempo que ejerce de faro para los suyos. Es un futbolista tan importante para los suyos que quienes minutos atrás parecían lentos y sin ideas, con su salida se transformaron en veloces y brillantes en la ejecución de sus acciones. El campo pasó de ser una cuesta arriba interminable a una bajada vertiginosa hacia la alegría y el divertimento.

Raúl García inquietaba y Williams desbordaba por la banda, su sitio natural. El centro del campo con la batuta de Iturraspe y Beñat llevaba el peso del partido y hasta Iago jugaba mas de central que de portero. La fiesta en San Mamés tras el rosco de reyes fue de las del recordar. Un regalo a la vista para una afición entregada a uno colores y un equipo que sabe que la copa es especial. Una vez más esa unión en torno a un escudo hizo posible vivir un choque de estas características. El Villareal, que se las prometía muy felices se fue de Bilbao como no lo imaginaba justo antes del descanso. Otro más que ya conoce como se las gastan los leones.

Mañana partido en Sevilla. Rival complicado y duro. Los de Emery han confeccionado una plantilla potente pero que por el momento no le ha otorgado la regularidad deseada. Campo siempre esquivo a las alegría para el Athletic, pero buena oportunidad ante un conjunto potente de demostrar el crecimiento experimentado en los últimos años.