El fiel «Lagun» y Metro Bilbao

«Lagun» era un perro medio boxer que siempre acompañaba al Metro a Julen Belauskoetxea «Bela» para despedirse allí todos los días cuando su dueño iba al trabajo, y al final del día volvía a la estación a recibirlo. Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el 12 de marzo de 2013, cuando Bela sufrió un hemorragia cerebral mientras pinchaba reaguetton, y murió entre terribles convulsiones. Esa tarde «Lagun» corrió a la estación – no necesitaba Barik– a esperar la llegada del tren de su amo, y no volvió esa noche a su casa. El perro, más fiel que la hostia, se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación de Artxanda durante los siguientes 39 años de su vida. Preparan una peli y eso.

Verano 1956: aquel heróico salvamento en el Funi de Artxanda

FUNI-copy

Tal día como otro cualquiera se cumplen hoy años de la inauguración del Funicular de Artxanda. Hasta ahí, vale; pero poca gente en Facebook sabe, ni siquiera el algoritmo de Zuckenberg, que heróicos ciudadanos anónimos evitaron una tragedia MAYÚSCULA en el Funi aquel tórrido 7 de octubre de 1956. Por causas que aún se desconocen en las redes sociales, el cable de sujeción de la unidad de tren se rompió a mitad de trayecto. Al percatarse de la rotura, pasajeros que esperaban sin colarse para bajar a Bilbo, se abalanzaron inmediatamente sobre el cabo suelto y lograron subir unos 300 metros, superando un desnivel de 40 grados, y sin grandes esfuerzos, a los aterrados pasajeros que ya veían la Luz al final de túnel de San Mamés. No hubo que lamentar heridos aunque el Padre Aldapa, sacerdote y testigo presencial de los hechos, hizo pressing a la Amatxu de Begoña. Se les concedió la Cruz de Plata al Mérito Deportivo y un vale-degustación en bollos de mantequilla.