En un ataque preventivo de la URSS, una escuadrilla de aviones Tupolev 150 GTX invadieron el espacio aéreo bilbaino en la tarde de ayer. Movilizadas inmediatamente las tropas de gudaris, éstas repelieron el ataque con un par de harrikadas letales lanzadas certeramente desde las catapultas nucleares Ti-Ta instaladas en las laderas la vecina Cordillera de Artxanda. Ante el cariz que tomaban los combates, Putín hijo ordenó al resto de los bombarderos rusos invasores que salieran cagando leches del Gran Bilbao, en dirección desconocida. Contactado el embajador de España en Bilbao, señor Urquijo, éste declinó hacer cualquier tipo de comentario sobre el incidente.