“Eso es más viejo que la tos”, apunta un dicho popular. Somos humanos por tosedores. La tos es un recurso propio del cuerpo humano para despejar la garganta y el sistema respiratorio. La tos limpia, según creo. Pero, claro, con la pandemia del coronavirus (uno de cuyos síntomas es la tos) resulta que toser en la calle o cerca de gente equivale a algo así como tomar un fusil y comenzar a disparar indiscriminadamente, no balas, sino virus.
La tos tiene muy mala prensa estos días. Pobre tos nuestra de cada día. Imagina que tienes un catarro o estás resfriado produciéndote tos. ¿Acaso hay que dejar de toser? ¿No vas a poder salir a la calle, en lo indispensable, porque en algún momento te puede dar por toser? Es una situación absurda. Toser es un delito.
Hay muchos fumadores o exadictos que tosen, y bien que se han ganado su tos. Como se les ocurra toser, y a veces su tos es rotunda, lo van a pasar mal de verdad. No por la tos, sino por la gente. Fijaos en esta situación. Una persona que tose regularmente está en una cola del supermercado o en el interior. Y de repente le entra la tos. Las miradas de odio, huidas en tropel y recriminaciones son inmediatas. La estampida. ¡A toser a casa, te dicen! Pues no. Hay un derecho humano a toser.
Los tosedores, o enfermos con resfriado o catarro, se ven así mismo estos días con cierta preocupación. Si por alguna razón tosen, ya están pensando que el virus les ha pillado. Y les entra un sudor frío de preocupación. Pero oiga, la tos por sí sola no significa nada. La preocupación se justificaría por el trío sintomático: tos persistente, fiebre y dificultad al respirar.
La misma situación de horror tendría la gente que estornuda. Pobre estornudo, qué mala fama tiene ahora. La verdad es que algunos estornudan como si les saliera el alma por la nariz. ¡Qué estruendo! ¡Qué convulsiones! Y, sin embargo, el estornudo se ha considerado como reflejo orgásmico de pensamientos eróticos. Hay estudios fiables sobre eso.
En otro tiempo, y no sé ahora, toser era una señal que comunicaba aviso o llamada de atención. Y entre las personas más tímidas la tos es una respuesta en una situación de nerviosismo ante la mirada del público. Toser era parte del lenguaje Y hoy es la misma peste.
Reivindico esta noche y en esta crisis la libertad de toser sin ser tenido como un pestífero asqueroso o terrorista de la salud. La tos también es contagiosa, porque algunos no saben toser y siempre hay alguien que responde tosiendo bien en su lugar. Dime cómo toses y te diré quién eres. De acuerdo, no se tose a la cara de nadie, pero peor esa tontería de poner el codo para taparla. No hay vida sin tos.