Euskadi, un chute de autoestima

Mientras París y toda Francia ardían contra el asesinato policial de un adolescente, Euskadi celebraba la fiesta universal del ciclismo con las tres primeras etapas del Tour 2023, con un éxito total y un enorme chute de autoestima para este país que, con sus complejos y fortalezas, a veces necesita mirarse por dentro y asombrar hacia fuera para valorar su calidad de vida y sus altas capacidades. Era lo normal, por mucho que unos pocos, con toda su mezquindad sindical a cuestas, imaginaran el fracaso de la carrera y la ruina organizativa del espectáculo.

¿Cómo ha ocurrido? La gente no salió en masa a la calle para ser figurantes de un documental. Nadie pretendió ser escaparate de nada. Se volcó porque quiso vivir ese momento histórico y estar en el punto de salida y las primeras etapas de una carrera que admira desde siempre. ¿Cómo olvidar la anaranjada presencia vasca en las etapas pirenaicas año tras año? Todo esto se refleja en el impresionante dato de que más de un tercio de la población de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa se echó a las avenidas y carreteras con entusiasmo. ¿Quién puede superar esta entrega sino un pequeño gran país que ama el ciclismo y aprovecha sus oportunidades?

El impacto publicitario obtenido por Euskadi con una inversión pública de 12 millones de euros es de una rentabilidad apabullante. Sería preciso gastar cien veces más para llegar de forma convencional a los espectadores de cinco continentes y no sería tan eficaz como con el Tour. Pero Amaia Martínez, solista de Vox en nuestro Parlamento, cree miserablemente que esto ha sido «un Aberri Eguna en julio». La radiotelevisión vasca ha brillado como nunca poniendo imágenes y emoción a un acontecimiento que dejará memoria imborrable -aún más entre niños y niñas- e incalculables beneficios en términos de notoriedad, prestigio y economía de país.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

4 comentarios en «Euskadi, un chute de autoestima»

  1. Me alegra que una representante de un partido fascista arraigada en nuestro País Vasco diga que el Tour ha sido “un Aberri Eguna en julio”…puesto que significa que entiende que tenemos «PATRIA»…a pesar que sus deseos sean seguir implantándonos la ley del más fuerte y no tengamos derecho a ser dueños de nuestro territorio. También hubo otros “MISERABLES”, en los medios de comunicación españoles, que hicieron desaparecer en las fotos la multitud de “IKURRIÑAS” que acompañaron a las carreras.
    La patria es espíritu. Ningún pueblo ama a su patria porque sea grande o pequeña…sino porque es de ellos…por ello, por mucho que intenten los facinerosos políticos de las derechas negarnos nuestros derechos no lograrán arrancar de nuestros corazones el amor a nuestra «EUSKADI».

  2. Soy de Ermua, llevo 23 años viviendo en Argentina. El orgullo, que sentí de ver a nuestro pueblo a un lado y al otro del Bidasoa, en la carretera durante el presente Tour de France, alentando y expresando su sentimiento mayoritario de pertenencia, con sus banderas, es incomensurable. Podrán decir lo que ellos desean que seamos, pero lo que tenemos claro es lo que somos, sin ser ni mejores ni peores. Somos una Nación sin estado, pero le pique a quien le pique somos una Nación, nuestra Ikurriña y nuestras Cadenas en la TV mundial manifiestan que hay un pueblo que en paz sigue diciendo somos vascos a un lado y al otro de los Pirineos, con matices si, dado que respetamos aun es la mayor de las dispariedades que una representante del fascismo español tenga su voz en el paralmento de Euskadi. Ahora más que nunca recuerdo como nos rompieron en 1512 la unidad que teníamos ante una misma bandera, no olvidemos nuestra historia de hermandad, nunca.

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