Tan poderosos como locos

Ha comenzado la invasión de las compañías tecnológicas sobre la televisión y los diarios digitales. Aterrorizada, lo avisa Alex Levy (Jennifer Aniston) en la nueva sesión de The Morning Show, de Apple TV+: “Van a transformar las noticias en un algoritmo”. Han pasado tres años dejando atrás la pandemia y el asalto al Capitolio por las huestes trumpistas, mientras avanza la guerra en Ucrania con toda su crudeza. La historia abandona la cuestión del acoso sexual tras la muerte del depredador Mitch Kessler (Steve Carel); pero llega alguien peor, un magnate aeroespacial que monta la guasa de lanzar un cohete tripulado por él mismo y una periodista.

Se llama Paul Marks, un hibrido entre Elon Musk y Mark Zuckerberg, y lo protagoniza Jon Hamm, el supergalán de la memorable Mad Men, la serie que le devoró y de la que ahora podría liberarse. Su propósito es controlar la UBA, algo así como la CNN, donde informan Jennifer Aniston y Reese Whiterspoon, estrellas de este enorme relato sobre nuestro contradictorio mundo de felices avances científicos y desgraciadas libertades. Entre ambas mujeres hay una diferencia de 20 años, una declina y otra emerge, amigas pero rivales, una hetero y otra bisexual. Aniston reclama un lugar en el staff y confiesa haberse acostado con el abusador. De pronto, el sistema informático de la cadena es jaqueado y sus datos personales y corporativos quedan al descubierto. ¡Es la guerra y no han sido los rusos!

Vistos los primeros episodios la historia se va a mover en tres planos simultáneos: emociones, feminismo y luchas de poder. También hay racismo. ¿Tendremos romance entre Hamm y Aniston? Apuesto a que sí, pero será un amor desgraciado. En el choque entre tecnológicas y televisión me quedo con el fatalismo de la romántica Whiterspoon: “Siempre habrá alguien que quiera silenciarte”

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *