El crudo MasterChef

Una operación de imagen, puro maquillaje. Es lo que ha puesto en marcha MasterChef, su productora Shine Iberia y sus presentadores tras el episodio de maltrato personal al que se sometió, una vez más, a una de las participantes que había alegado su estado de fragilidad emocional para marcharse voluntariamente. Fue tan oprobioso que hasta TVE retiró el vídeo de este episodio de su plataforma digital. Puedo imaginar la bronca que recibieron los jurados, particularmente Jordi Cruz, de los responsables del concurso y los ejecutivos de la cadena pública.

Llueve sobre mojado en aquel plató. El recuerdo de la actriz Verónica Forqué, que se suicidó tras su paso por la competición, no ha producido un escarmiento y tampoco ha mejorado la sensibilidad hacia la salud mental de los participantes. Los directivos de Shine aseguran que un equipo psicológico está siempre a su disposición. ¿Y por qué permitieron que se maltratase a quien pidió abandonar con sobradas razones? ¿Acaso antes se percataron del estado emocional de la Forqué? Estas mujeres no estaban para juegos ni podían soportar más vejaciones.

MasterChef ha derivado de formato gastronómico a crudo reality, con todos los atributos de la telebasura: insultos, ataques personales, faltas de respeto, humillaciones… “Estamos haciendo tele”, dijo Cruz para justificar su agresivo perfil de Gran Hermano. Nunca hubo más motivos para despedir a alguien y cerrar un programa. Bájense del pedestal, maldita sea, y abandonen su narcisismo y falsa superioridad. ¿Qué se han creído que son? Se consideran dioses, pero no pasan de frikis del circo de la tele. Bajen del pedestal, pontífices de la nada, y asómense a la realidad humana, más auténtica que la suya. Ocurre ante las cámaras: se pierde la humildad y aflora el tirano.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

5 comentarios en «El crudo MasterChef»

  1. Quien se considera superior odia a aquel que piensa de modo distinto, y no es porque tenga su propia opinión, sino por tener la osadía de pensar por sí mismo. La solución está, por tanto, como muy bien dijo Rosa de Luxemburgo, en luchar por un mundo donde seamos socialmente iguales, humananmente diferentes y totalmente libres.
    El maltrato solo ocurre cuando la persona deja que le falten el respeto…desde el momento que lo impide, se sitúa por encima de los abusadores…nadie debe permitir pues que otros definan su vida y lo conviertan en victima.

  2. IGLESIA y MUJERES
    Recurramos a la historia. Las Beguinas fueron aquellas mujeres cristianas que, en el siglo XII, en Flandes y en los Países Bajos, decidieron agruparse para vivir juntas su deseo de entrega a Dios y a los más necesitados, pero haciéndolo al margen de las estructuras de la Iglesia católica, a la que rechazaban por su corrupción y por no reconocer los derechos de las mujeres.
    Estas comunidades gozaron de dos siglos de expansión rápida, pero fue precisamente este auge y su falta de sumisión a las altas esferas eclesiásticas lo que provocó su persecución por parte de la Iglesia, llegando a considerarlas brujas a algunas de ellas para ser quemadas vivas…y a otras herejes para condenarlas injustamente.
    El debilitamiento de estas organizaciones se inicia cuando los «REYES logran el PODER TEMPORAL y la IGLESIA el CONTROL ESPIRITUAL» de las mentes de los pueblos y forman entre ambos el «TRIBUNAL de la INQUISICIÓN».
    Más recientemente las mujeres se encontraron con que tenían dos opciones de vida, casarse o convertirse en monjas…y en el siglo pasado, en Los Ángeles- California, hubo quienes se acercaron a la fe católica por la posibilidad de poder conseguir estudios universitarios y con ello una cierta independencia laboral y la orden Misioneras del Corazón de María les ofrecía todo eso y más, pero viendo las prácticas patriarcales, represoras y autoritarias ejercidas por el cardenal James Francis McIntyre, quien presidía la Arquidiócesis de la ciudad de Los Ángeles, se propusieron acabar con todo ello, por lo que formarían parte de una verdadera revolución, puesto que su voluntad era el de trabajar por el bien común y por su propia libertad. Se destacaban por su modelo educativo liberal y de avanzada, pero el Cardenal se negaba a pagarles un salario. El enfrentamiento estaba servido, porque querían mostrar a sus estudiantes lo que estaba sucediendo en el mundo, manteniéndose fieles a la vocación de educar, como también a cultivarse como personas. Tan revolucionarias y liberales eran esas ideas que fueron
    rechazadas por la Arquidiócesis de Los Ángeles con el apoyo del Vaticano y expulsadas, (entre 300 y 400 monjas), por lo que tomaron la decisión de renunciar a sus votos, pero sin abandonar la fe católica.
    Hubo quienes creían que desaparecerían de la faz de la tierra, pero continuaron en su empeño, constituyendo una comunidad, conformada por hombres y mujeres bajo una nueva organización ecuménica, independiente y activista.
    En este caso actual de las clarisas surgen nuevos actores como son el obispo excomulgado y el barman- sacerdote, que me imagino cambiará el vino por sus cócteles predilectos…pero con el común denominador del negocio de por medio.
    En fin, como muy bien dijo E.Cady Stanton, la Biblia y la Iglesia han sido, (y siguen siendo en el presente), los mayores obstáculos de la emancipación de la mujer.
    Josu Bizkarguenaga B.

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