Tregua en San Fermín

Las fiestas son pura contradicción. Según donde se celebren, por ejemplo, en Iruñea, muchos antitaurinos dejan de serlo milagrosamente al llegar los Sanfermines y hasta corren los encierros; mientras que, digamos en Bilbao, esa misma gente vocifera contra el cruel festejo. En este cinismo los dirigentes de la izquierda abertzale (y el alcalde Asiron) son campeones: lo que vale en un territorio, no vale en otro. Para este viejo antitaurino, que publicó su primer artículo contra la tauromaquia en 1979, las fiestas de nuestros pueblos y ciudades son un horror, pero las acepto con entereza democrática confiando en que pasen rápido. O salgo pitando.

Televisan las fiestas porque a la gente le gusta que se vea lo bien que lo pasan, aunque sea aparente como todo retrato costumbrista. TVE, que tiene contrato eterno con San Fermín, ha hecho madrugar a 1,4 millones de curiosos de media en los ocho encierros y difundido sus icónicas imágenes a multitudes de todo el mundo. De nuevo Julian Iantzi y Ana Prada han tocado la tradicional sinfonía navarra en tres movimientos: primero, allegro, pre-encierro y cántico al santo; segundo, presto, la carrera; y el tercero, adagio, el parte de heridos. ETB1, con Iban Garate y sin margen de maniobra, los ha transmitido en euskera con su propio estilo y solvencia.

Las corridas no se emiten en la cadena estatal por decencia, a lo que se oponen PP y Vox, la España “devota de Frascuelo y de María”. La televisión autonómica de Aragón sí lo hará diez años después de haberlas cancelado. No por casualidad, allí mismo, en Teruel se ha celebrado -con permiso de la autoridad- un festejo del bombero torero; sí, ese atroz esperpento que creíamos caducado en el que la chusma se ríe a costa de personas con enanismo. Estas cornadas nos matan.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

2 comentarios en «Tregua en San Fermín»

  1. He visto tanta bestialidad en los humanos y tanta humanidad en las bestias, que no estoy seguro del significado de estas palabras.
    La grandeza de un nación y su progreso moral pueden medirse por el trato que reciben sus animales (Gandhi)…por lo tanto, hay que animar al «CONSISTORIO de IRUÑA», que tomen nota de esto…ya que estoy totalmente convencido de que si en los Sanfermines (y demás pueblos y ciudades del País Vasco donde se celebran las corridas) se presentara en el ruedo una función donde los conocedores de los toros mostrasen sus habilidades ante ellos, el éxito sería total…en vez de seguir, en pleno siglo XXI, con las tan vergonzosas lidias de toros, donde martirizan a los animales desde el primer acto, cuando el picador, con una vara de madera de 1,5 metros de largo y rematado en la punta con una cuchilla de acero de 40 centímetros les introduce en el lomo, con la mayor fuerza posible, para dejarles en inferioridad de condiciones físicas…después les clavan las banderillas, de modo que el torero, que es la estrella del espectáculo, tenga toda la ventaja…y al final, para acabar la faena, les penetre una espada de un metro, llamado estoque, hasta atravesarles el corazón o una de sus arterias y provocarles una agónica muerte.
    En Portugal presentan el espectáculo llamado la «PEGA y los FORCADOS» donde no hacen sufrir ni sacrifican a los astados…pero todo indica que en España las políticas de protección, bienestar y defensa de los derechos animales existentes no tienen el resultado que muchos desearíamos.

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