La responsabilidad social corporativa es la contribución que las empresas aportan a causas solidarias por medio de donaciones y cooperación. Hace mucho bien y desgrava. Está más cerca de la filantropía anglosajona que de la caridad cristiana y se inserta en el marketing para que tenga un efecto reputacional. Para la radiotelevisión vasca la RSC es esencial a través de colaboraciones públicas que enmarca bajo el lema “EITB eskutik”. Lo más significativa es EITB Maratoia, que se celebra desde hace 25 años en la cercanía de las navidades. Este año el motivo han sido las enfermedades cardiovasculares, tras el cáncer, principal causa de muerte en nuestro país.
“Escucha tu corazón”, decía la promo de EITB. Y efectivamente, Euskadi ha escuchado y alcanza una recaudación cercana al millón de euros; pero lo importante no es el dinero. Lo que de verdad cuenta es la conciencia creada en torno al cuidado del corazón mediante hábitos de vida saludable, una dieta equilibrada, sin tabaco y poco alcohol, control de la hipertensión e identificación de los síntomas. Superviviente de un infarto y con un stent en la arteria, valoro el esfuerzo de crear una conciencia de corazón y que las instituciones promuevan la investigación en busca de alternativas reparadoras.
El jueves, cumbre de EITB Maratoia, fue una gran fiesta. Alguna vez estuve en el call center al que la gente llama para hacer sus donaciones. Conmueve escuchar cómo cientos de mujeres y hombres ofrecen diez euros y se disculpan por no poder dar más. Y es emocionante cómo grupos, colegios e ikastolas, clubes, asociaciones y parlamentarios se convierten en un coro único (este año con la preciosa canción Euskutitza) haciendo honor a una sociedad digna, eso mismo que tendría que ser para todo, todos los días.
JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ