Miércoles 14 de agosto de 2013
En tiempos del alcalde Ortuondo, no de Azkuna, y siendo concejala del PP, Ascensión Pastor, tía de Alfonso Basagoiti, rechazaron con todas sus fuerzas la construcción del Museo Guggenheim. Los concejales del PSE, partido que tenía un pacto con el PNV en Vitoria-Gasteiz, pusieron su impronta reduciendo el proyecto. Había que poner la cagadita y también la pusieron. Y el Guggenheim salió de churro. Obra fundamentalmente de jelkides gipuzkoanos como contaba González de Txabarri que entonces era viceconsejero de Cultura y daba los nombres. Apuesta de Arzalluz en el EBB, de Arregui en el departamento de Cultura, de Laskurain, (de Soraluze y Diputado de Hacienda de la Diputación Foral de Bizkaia) y de Txabarri. Pero no del PP sino del PNV.
Pasa el tiempo y aquella apuesta ya no tienes estos padres sino que es obra del pueblo vasco. Al PNV ni agua. Y viene el Juntero del PP, Arturo Ignacio Aldekoa y acaba de decir que al Guggenheim hay que declararlo «bien cultural».
El grupo del PP en las Juntas Generales de Bizkaia ha propuesto ahora que la cámara bizkaina inste al Gobierno vasco a declarar al edificio que alberga el museo Guggenheim de Bilbao y su entorno urbano como Bien Cultural de la Comunidad Autónoma Vasca. El apoderado popular Arturo Aldecoa considera que «si hay en el País Vasco un referente mundial de la arquitectura contemporánea, este es el Museo Guggenheim Bilbao y su entorno», según reza la proposición no de norma presentada a la Comisión de Cultura de las Juntas bizkainas. En opinión de Aldecoa, el edificio que alberga el Guggenheim, obra del arquitecto canadiense afincado en Estados Unidos Frank Gehry, representa un «magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX». «Supone -agrega el juntero- un hito arquitectónico por su audaz configuración y su diseño innovador».
Aldecoa señala en su moción que «pese a este valor arquitectónico, cultural y social del edificio y su entorno inmediato, orgullo de los bilbaínos, de los bizkainos y del País Vasco, aún no está declarado como Bien Cultural en ninguna de sus posibles categorías». «Han pasado ya más de 15 años desde su inauguración y es hora de que el Gobierno vasco estudie las diferentes posibilidades que la ley contiene e incoe el correspondiente expediente», considera. Por ello, propone que las Juntas Generales de Bizkaia soliciten al Gobierno vasco que «proceda a la incoación del correspondiente expediente para declarar al edificio del Museo Guggenheim Bilbao y su entorno inmediato como Bienes Culturales, con las categorías que procedan en cada caso.
Ante ésto solo se me ocurre un comentario. Solo uno. ¡Que jeta tiene esta gente!.
Si dejáramos a un lado las siglas y puiséramos el acento en las personas nos iría mejor a todos. Unas personas acertaron en aquel momento, otras se equivocaron y viceversa, y con aciertos y errores se va construyendo la historia. Cuando hoy en día admiramos las obras de arte que dejaron nuestros antepasados, no nos preocupa la ideología que tuvieron, es más, muchos edificios singulares fueron construídos por auténticos tiranos, pero ahí están.
Pues se equivocó el PP en el caso del Guggenheim de Bilbao. Y habría resultado más elegante que Arturo Aldecoa lo hubiera señalado ahora cuando reclama algo que entra dentro de lo posible y de lo deseable.
No recuerdo tampoco que el PNV haya reconocido públicamente alguna de sus grandes meteduras de pata como, por ejemplo, la de usurpar funciones del gobierno republicano que no le correspondían estatutariamente, o, la más grave, obstaculizar los planes militares del gobierno republicano en el frente del norte por parte del Aguirre endiosado en sus nueve meses de jefe de gobierno provisional de la autonomía obtenida cicatera mente en octubre de 1936.
Puestos a hacer memoria, que no sea ni selectiva ni capciosa. Reconocernos en nuestros errores quizás sea mejor modo de convivir que ocultarlos, no le parece, Senador.