Martes 15 de mayo de 2018
La Fundación Sabino Arana tiene agenda y contactos. No es muy usual que un ex primer ministro de la categoría de Bertie Ahern, hombre clave del proceso de paz irlandés se desplace a Bilbao, dicte una conferencia sobre el XX aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo o también llamado acuerdo de Belfast, conteste preguntas y deje el buen sabor de boca de un hombre positivo, con las ideas claras y dispuesto, como lo hizo en Kanbo a echar una mano.
Hoy he estado en este aniversario en la Fundación, a sala llena, siendo anfitriones Juan M. Atutxa, Flaminia Baffigo, coordinadora del Instituto Demócratas Europeos y Andoni Ortuzar y han sido moderadores Paul Ríos y María Eugenia Iparraguirre.
El ex primer ministro de Irlanda Bertie Ahern, ha hablado de aquel acuerdo y al contestar preguntas ha afirmado que «nadie» en Irlanda aceptará «tener una frontera dura y física» que «vuelva a separar la isla», como consecuencia del Brexit, y ha opinado que «levantar esa frontera» podría «dar nuevamente pie a la violencia», lo que «no sería aceptable». «No queremos ser un daño colateral de las negociaciones del Brexit».
Ahern, que participó el pasado día 5 en la Conferencia Internacional de Kanbo tras la disolución de ETA, no ha analizado en su ponencia a la situación de Euzkadi, si bien sí ha esperado que «aquí también se solucionen todos los problemas para que nuestros dos pueblos podamos ir juntos hacia el futuro». «Deseo todo lo mejor para el futuro», ha afirmado Ahern, que ha admitido que «es difícil el tema de la reconciliación».
El exmandatario ha centrado su intervención en la situación irlandesa y ha valorado que los Acuerdos de Viernes Santo, alcanzados en abril de 1998, «marcaron un antes y un después» y han quedado «grabados» en la historia de su país porque «puso fin a la violencia y brindó nuevas esperanzas a los irlandeses».
Según ha explicado, ese acuerdo, «en realidad lo que hacía era mirar al futuro» y tanto él como el entonces primer ministro británico Tony Blair «pensamos que nos encontrábamos ante una oportunidad histórica de construir un nuevo futuro».
Posteriormente Pat Colgan, responsable del programa de la UE para la Paz y la Reconciliación para Irlanda del Norte ha descrito a Bertie Ahern es un gigante.
A mí me ha gustado su sencillez y ausencia de pose.
Colgan que trabaja en Colombia en la consolidación del proceso ha hablado de los cinco pilares necesarios:
1.- Crear instituciones económicas y sociales nuevas. Una nueva arquitectura institucional.
2.- Hay que hacer un proceso de cambio radical económico, social y político.
3.- Hay que abordar y reconocer el pasado, que es lo más difícil
4.- Es necesario tener una visión compartida de un futuro justo. Lo importante es responder a la pregunta sobre como podemos compartir ese futuro.
5.- Es posible llegar a un cambio de cultura si se acepta la realidad y como hay que enseñar historia en una sociedad polarizada y dividida.
Ha tenido su gracia cuando ha dicho que el tratado de paz de Colombia, muy latino, tiene 325 páginas y el irlandés del Viernes Santo, solo 35, porque se deja a la ambigüedad y al ir interpretando las cosas cuando estas salen adelante en lugar de que te fosilicen acuerdos inamovibles.
Previamente, de 8:30 a 10 he estado en Radio Euzkadi. A las nueve fue entrevistado por Dani Álvarez Arkaitz Rodriguez el secretario general de Sortu, quien ha lamentado que se exija «a la izquierda abertzale y ETA que piensen o digan determinadas cosas», cuando «son las únicas partes implicadas directamente en el conflicto que han reconocido el daño causado, su responsabilidad y parte del sufrimiento habido en este pueblo».
«No hemos oído al PNV reconocer su responsabilidad en el sostenimiento, en el diseño de la política de dispersión, que, entre otras cosas, ha ocasionado 16 muertos en las carreteras», ha añadido, en alusión a los accidentes de tráfico de familiares de reclusos.
Asimismo, ha afirmado que tampoco se ha visto a PNV, PP y PSOE reconocer su «responsabilidad en una realidad lacerante como es la de la tortura, porque durante los años en los que estos tres partidos, que tanto exigen a la izquierda abertzale, han mantenido responsabilidades de Gobierno, ya sea en Madrid, ya sea en Gasteiz, se ha torturado a más de 4.000 personas, ya sea por la Guardia Civil, la Policía Nacional y la propia Ertzaintza, y son informes elaborados por Gobierno Vasco».
Tras señalar que no querría que ésto se entendiera «en términos de reproche», ha apuntado que, «antes de exigir nada a nadie, cada cual debería hacer ese ejercicio de autocrítica que ya ha hecho la izquierda abertzale.
Escuché impertérrito lo dicho por este señor que le organizó a Fidel Castro un homenaje tras su muerte y que no ha movido un músculo a la hora de decir lo que ha dicho.
Luego he comparado con lo dicho por los irlandeses y he pensado que en Irlanda es posible esa reconciliación pero con gentes como Arkaitz Rodríguez que mienten con semejante cinismo, se puede convivir, pero nunca reconciliar. Y es que además pienso que no son abertzales porque lo abertzale para ellos es un disfraz. Lo suyo es el «fin justifica los medios». Y ahí vale todo. Desde luego mentir.
Olvida mencionar que en la paz de irlanda (Eire e Irlanda del Norte) tuvo un papel decisivo el IRA y su potencia de combate que dejó a las claras al Reino Unido que era inderrotable.
Luego vino el Acuerdo de Viernes Santo, la Amnistia generalizada y el Referendum de Autodeterminación en ambas partes de Irlanda, aceptando un futuro diverso y autónomo pero con unidad de mercado, que resulta que es la china en el zapato del Brexit.
Hace ud al final una alusión rastrera a Fidel Castro que no es rara siendo su señoría ferviente defensor de la escuálida y golpìsta «oposición» venezolana»
No me cabe la menor duda de que entre sus opiniones y las del hispano retrogradismo no hay la menor distinción, ni siquiera la de que fuera su persona vascoparlante, que ni lo es, ni tiene ninguna intención de serlo.