Jueves 27 de septiembre de 2012
Por las mañanas sintonizo varias radios, zapear se le llama en lenguaje televisivo, para tratar de contrastar informaciones de ámbitos varios. Hoy, en “Es Radio” se pedía esposar al presidente dela Generalitá, “Punto y Radio” la detención de Artur Mas y en Radio Euzkadi teníamos al inefable José Félix Azurmendi opinando sobre el cerco al Congreso y la huelga en Euzkadi.
En mi último escrito sobre este buen señor comenté como siendo un ex miembro de ETA y un buen marxista no eligiera en su día como lugar de exilio el paraíso cubano como había hecho el ex consejero Juan Astigarrabia sino se había ido a la capitalista Venezuela a trabajar en Lecuna y a estudiar enla Universidad Católica.También me sigue llamando la atención sus críticas, algunas fundadas, en relación con las cargas policiales del martes y miércoles en Madrid, sin que jamás se le oiga una palabra de condena cuando las Damas de Blanco enLa Habanase manifiestan pacíficamente y la policía castrista carga contra ellas. ¿O cree Azurmendi que la policía de Hugo Chávez no arrea soberanas palizas cuando a su populista presidente Chávez se le cruza el cable?.
Pero ya el colmo ha sido el comentario de este jueves.
Decía el ex director de Radio Euskadi que no importaba el número de los “indignados”, sino la imagen proyectada, y en eso coincido ya que ví en directo en Tele Sur las citadas cargas y cómo se refocilaban en ellas, y que eso de que la policía tenga infiltrados agentes entre los manifestantes pues es normal ya que él se acordaba de cómo en la fiesta de un pueblo vasco dos jóvenes del país detuvieron a alguien que había hecho algo contra una bandera española y que creía que el consejero del Interior era Juan Mari Atutxa y sabía muy bien el caso ya que era amigo de su familia.
Dejó ahí la insidia que además no venía a cuento ni estaba Atutxa para explicar el caso. Y es que Azurmendi solo está de acuerdo en las cargas policiales y en policías camuflados si se trata de las policías de Castro o de Chávez. Porque todas las policías en el mundo son iguales. Si tiene el estado el monopolio de la fuerza y lo ejerce, algunas veces con éxito y otras con indudable abuso como el caso del joven Cavacas o como algunos excesos de estos días, estas cosas desgraciadamente, suceden.
Por lo que se ve Azurmendi hubiera preferido que los del Cerco al Congreso hubieran entrado en él, se hubieran sentado en los escaños de los diputados, y proclamado no sabemos qué, ya que nadie conoce lo que quieren salvo la manipulación que están haciendo a un sentimiento de frustración, de engaño, de impotencia del actual gobierno del PP. Pero una cosa es la protesta y que esa protesta se canalice en el voto, en la huelga y en la manifestación y otra la subversión de todo un sistema para caer en no sabemos qué fórmula milagrosa. Desde luego para Azurmendi, las revoluciones con champán y caviar.
Azurmendi no quiere que haya policías infiltrados en los manifestantes. Otro día dirá que el éxito de una buena policía es una información adecuada. El siguiente nos comentará que el éxito de las series policiales, norteamericanas por supuesto, es el del espía que arriesga su vida para salvar otras, el caso es ir contra todo y contra todos los que no sean de su cuerda. Yo jamás le oí una crítica contra Atutxa cuando Azurmendi era subdirector de Deia o director de Radio Euzkadi o de EITB internacional. Curioso. Tan curioso como su crítica a López de Gereñu porque es del PNV. Lo malo es que la gente sea del PNV.
No estoy de acuerdo con una policía que se infiltra para crear ella misma la bronca, pero me da que si ha ocurrido algo así, han sido casos aislados. Y sí estoy de acuerdo en que a la policía le toca preservar las instituciones. Los diputados que allí estaban dentro de tres años se irán a su casa porque la democracia y el ciudadano les eligen para cuatro años. Atentar contra eso es jugar al asalto al Palacio de Invierno que si recordamos bien dio paso a una horrorosa dictadura de 75 años enla URSS. Esoal parecer es lo que le gusta al de Gernika.
No quiere ésto decir que esté de acuerdo en la irrupción policial en Chamartin ni en la poca profesionalidad que vi en las imágenes de una policía desbordada y crispada.
También opinó sobrela Huelgadel miércoles 25 que no llegó a general y que sé quedó en una huelga muy reducida. No se puede estar cada seis meses convocando huelgas generales, no se puede vivir a discurso incendiario cada fin de semana, no se puede dejar de hablar con otros sindicatos y fuerzas sociales. No se le puede ver al Diputado General de Gipuzkoa haciendo valer su papel institucional jugando a dos barajas, gobierno y oposición, jefe y pancartero. No se puede andar por la vida de esta manera porque teniendo razón la pierden.
Y una verdad evidente.
El poco éxito que tuvieron lo lograron en muchos casos gracias a los piquetes y a la intimidación. Lo hacen con el transporte público y los hacen en los Comercios. Ya sé que el derecho a la huelga es sagrado. Si. Pero tan sagrado como el derecho a no hacer huelga alguna. Esto es la democracia. Pero este chip no anida todavía en bastantes de los cerebros de esta gente que en el fondo son tan violentos como los tiburones que nos han llevado a esta situación. Cuando vea toda esa energía volcada contra unos Bancos que no dan créditos y consagran unas cesantías supermillonarias para sus directivos ladrones, cuando vea que conjuntan fuerzas para ir a Berlín y decirle ala Sra. Merkelque no estamos de acuerdo con una Europa alemana, cuando vea que dirigen sus dardos no contra la política sino contra los malos políticos, con nombre y apellido, creeré que están en serio luchando por todos aquellos que tan injustamente lo están pasando tan mal porque no tienen absolutamente nada. Y no le veo todavía a Txiki Muñoz creando condiciones para la creación de puestos de trabajo, sino todo lo contrario. Y en esta cruzada gentes como Azurmendi con sus sectarios comentarios hacen el trabajo sucio. Ser de Bildu es muy respetable. Pero sería bueno que Radio Euzkadi nos lo presentara así.