31 de julio de 2013
He estado este 118 aniversario de la Fundación del PNV en la Plaza Albia. Ceremonia sencilla, con menos gente que el año pasado, pero en un acto intenso y bien organizado. Ofrenda floral y el recuerdo de todos los presidentes territoriales a Jesús Insausti «Uzturre», que fue presidente del EBB y murió hace veinte años. Una fotografía puesta en el escenario también lo recordaba.
Lo leído de Uzturre sonaba bien. Hombre autodidacta, lo suyo era escribir y resistir y sus artículos, bajo el título de Sozial Arazoa, marcaban terreno. Tenía las ideas claras y le tocó ser elegido, en tiempos convulsos para ser el presidente del EBB del PNV. Dimitido Garaikoetxea, sucedió a Román Sodupe con una edad más propia para el descanso y las zapatillas que para el diario acontecer de un partido complicado. Y lo hizo bien. Con sentido común. Y eso es lo que se ha rememorado. Y no está mal que se recuerden referencias como las de Uzturre. La primera lectura de Xabier Aguirre fue el traer al hoy lo que decía Jesús. «Este partido puede pactar con quien sea con tal de no perder el Norte».
Un discurso de Ortuzar con varios titulares y buen sonido. Se entendía a la primera. Y unos periodistas que cuando se entonó el himno permanecieron sentados. Les falta cultura y educación cívica. Todos de pie menos ellos. ¿De qué van?. En cualquier país sus medios no se lo permitirían. Con razón.
El PNV recordará en el 2015 el 150 aniversario del nacimiento de Sabino Arana, aquel joven que con treinta años, paseando por aquella plaza de Albia, hace 118 años, lanzó aquel grito de guerra contra la modorra de los vascos. Cuatro palabras revolucionarias: Euzkadi es la Patria de los Vascos. Y eso es lo que hemos recordado.
Sabino Arana si ha de ser recordado en el 2015, que lo sea en su integridad y en relación con su contexto.
Que el actual PNV proceda intelectual y organizativamente de aquel joven racista forma parte de la historia, pero del mismo modo que los hijos no son culpables de los desmanes hechos por sus padres, es el comportamiento de sus dirigentes, de sus militantes y de sus simpatizantes, lo que ha de ser considerado en relación con la convivencia que es posible y deseable para mí. El PNV actual, como cualquier otro partido político en España, ha de ser puesto en observación en relación con los valores del sistema constitucional, democrático y parlamentario que nos hemos dado en España y que es compatible con el proyecto de la Unión Europea de la que somos miembros.
Pero antes del 2015 hemos de pasar por el 2014 y lo que queda de este 2013, que no es poco.