Jueves 5 de septiembre de 2013
Tuve oportunidad de cenar con Isidro Fainé y, a su lado, en el Club Ecuestre de Barcelona cuando nuestro compañero Javier Maqueda ingresó como miembro de la Academia de Ciencias Económica, en la única Academia que no tiene sede en Madrid. Al terminar uno me preguntó sobre lo que me había parecido el personaje. «Un tiburón» le contesté. No me gustó. Y si no hubiera estallado el caso Urdangarin le hubiera preguntado que hace la Caixa dando trabajo a una señora que aparentemente no se enteró absolutamente de nada de lo que hacía su marido. ¿Cómo una persona tan inepta puede estar al frente de ninguna sección de una entidad como la Caixa?. Y le hubiera contado lo que me dijo Luis Reverter en el aeropuerto de Bilbao. “Un día me llamó el rey y me pidió que le buscara acomodo en La Caixa a su hija Cristina” y de esta forma solo con una llamada, sin ningún título que avalara nada, Cristina de Borbón ha pasado de Barcelona a Washington, de ahí de nuevo a Barcelona y ahora a Ginebra. Un escándalo y una vergüenza ciudadana.
Y he escrito aquí que no entiendo cómo la sociedad que mantiene La Caixa, motorizada ante la Diada (estuve el año pasado en representación del PNV) no se moviliza ante este continuo acto de prevaricación del Sr. Fainé. Y lo digo porque también en Euzkadi funciona la Caixa y porque en las últimas informaciones sobre la corrupción de ésta familia real aparece nuevamente La Caixa. Los llamados Duques de Palma contrajeron una hipoteca de cinco millones también con la Caixa, a un plazo de treinta años y con cuatro de carencia. Bien ¿verdad?.
Por otra parte la defensa de Diego Torres ha hecho especial hincapié en la estrecha relación de Urdangarin con el presidente de La Caixa Isidro Fainé, al que llama «segundo padre» en un correo que envió el 9 de octubre de 2007 al director de Comunicación de Nóos, Mario Sorribas, y que González Peeters entregó también en el juzgado de Pedro Castro. Esa relación no había pasado iinadvertida tampoco para el fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, quien en su interrogatorio a Urdangarin del 23 de febrero pasado inquiere sobre esos lazos y la relación que tuvieron con la hipoteca que logró de La Caixa de cinco millones de euros a 30 años con cuatro de carencia para la compra del inmueble de Pedralbes. El marido de la Infanta explicó que conocía a Fainé de “múltiples encuentros”, pero que no le facilitó la hipoteca. La oferta tan favorable, dijo, fue de la sucursal de esa entidad financiera con la que trabaja desde “hace muchísimos años”. Este caballero piensa que somos tontos.
Nada creíble, con el viaje a Ginebra «gratis total», un sueldo multimillonario, una responsabilidad laboral para no hacer nada porque lo que haga esta señora tan inepta y nada, será nada, da el perfil de la responsabilidad de Isifdro Fainé y de una minoría catalana que está permitiendo este abuso de poder, esta corrupción sangrante y esta situación tan anómala. Por lo menos a Urdangarin en Telefónica terminaron dándole suela .¿Por qué no hace lo mismo Fainé ante una señora que fue imputada por el Juez Castro?.
Pues muy sencillo. Por corrupción.