El rapto de la tarde en la tele

De cuatro partes se compone el día de la tele: mañana, tarde, noche y la hora de los insomnes. La mañana está ocupada por una guerra entre dos mujeres, Ana Rosa y Susana Griso, que van empatadas. La noche casi siempre es de Telecinco, menos cuando hay fútbol del bueno. Y la tarde es un tiempo intermedio donde reina sin rival el cotorreo, un invento español, subproducto de la tertulia, creado para combatir el tedio y los complejos de inferioridad mediante el asalto despiadado a la intimidad ajena y cuyo oficiante mayor es Jorge Javier Vázquez. Antes de producirse esta catástrofe pública las tardes eran una sucesión de culebrones baratos que consolaban los desamores de la gente sin causar graves secuelas emocionales y sexuales, un mal menor comparado con el akelarre de pornografía verbal, vómitos de desprecio y conjuros de frivolidad idiotizante que sirve Sálvame a todo ser desocupado o masoquista. Tal vez la sociedad cabal ha perdido la tarde irremisiblemente.

Frente a este fatalismo, surgen intentos de rescate. TVE y Anne Igartiburu lo buscan con +Gente, pero sus vacuos argumentos solo convencen al 6% de la audiencia, lejos del 18% del monstruo. También La Sexta ha plantado batalla con Más vale tarde, que en sus primeros días apenas atrapa al 3,5% de los espectadores. Quien tuvo éxito en este empeño fue ETB con Pásalo, que llegó a alcanzar cotas del 25%, hasta que la revancha española convirtió aquel espacio de debate, razonablemente plural, primero, en un juguete para la vanidad de Urrosolo y, finalmente, en una mala imitación del original con Ni más ni menos. Fue la certificación de que había alternativa a la degradación de la palabra y que hoy, de otra manera, es posible un liderazgo honroso de las tardes.

Las encuestas subrayan la demanda de los ciudadanos de un cambio radical del modelo político, económico, educativo y moral. Si los partidos, las empresas, la escuela y hasta la Iglesia tienen que renovarse, ¿por qué la televisión permanece encerrada en sus miserias? ¿Quizás porque su basura no es reciclable?

Un comentario en «El rapto de la tarde en la tele»

  1. Es cierto, por las tardes da pena. Es patetico, que los programas que triunfan en la televison son los de cotilleos. Y lo mas grave del tema, es que a la gente le interesa la vida de los demas, y se identifican con los problemas y aventuras de los persobajillos. Eso plasma, lo facil que s manejar a las personas. Mejor dicho a determinadas personas ( no me extraña que haya sectas).
    con el panel de programacion existente, lo bueno seria salir todos a pasear, o escuchar musica , …., antes de ver las audiencias, y asi el resultado de sus audiencias sea cero. Asi pensarian en cambiar esta nefasta programacion.
    Muy intereante su articulo . Muchas felicidades.

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