Hay dos jueves de septiembre que relucirán más que el sol: 11-S y 18-S. Me preocupa cuál será su tratamiento informativo en la tele, si con verdad o falsificación. Fijémonos en que Europa o, mejor dicho, una idea reducida de Europa se la juega en estas fechas. El jueves 11, Cataluña ensayará en su Diada el poder popular para la consulta del 9 de noviembre, por lo que todas las miradas se concentrarán en los actos simbólicos, organizados en torno a un hito histórico del que se cumplen tres siglos. Habrá dos formas de comunicar: la mesura y la negación. La primera procurará ser leal con la cifra de participantes en la construcción de una gigante V humana entre las calles Diagonal y Gran Vía de Barcelona; y la segunda minimizará todo lo que le permita su bajeza moral el número de personas integradas en esa reivindicación escénica y la comparará con la movilización y el entusiasmo del pasado año, que sedujeron a 1,6 millones de catalanes. De antemano conocemos el falso mensaje: el independentismo se ha desinflado.
Situados como espectadores, lo que veremos es una parodia psicológica de la realidad donde el factor principal del ensayo son las emociones. Punto de partida: el fervor independentista, previo al paso por las urnas, es mayoritario. Quiero decir que, por concepto y dignidad, casi todos los ciudadanos son partidarios de la emancipación. Para hacer frente a la aspiración de libertad se suelta la jauría de los miedos. Por todos los medios y especialmente por televisión. Se anticipa un futuro de pobreza, una nación aislada, un país ensimismado, una hostilidad exterior… temores falsos y sensaciones presentadas como certezas infelices contra los rebeldes. El viejo sistema con que los reyes amenazaban a sus siervos en caso de sedición. El mismo que tradicionalmente ha atado a mujeres e hijos al hogar. Solo que ahora es más sutil: el objetivo es que parezca una decisión libre. Menudo fraude.
Prepárese para una continua película de terror, que está finalizando en Escocia, sigue en Cataluña y se proyectará en Euskadi.
Lo increíble es que pareciendo ser un mayor de edad, como parece que eres, llegues a creerte que el año pasado hubieron 1.6 millones de personas en la performance/espectáculo.
Cuáles son tus fuentes hombre de gran pequeña talla moral?
Mejor, no las digas.
Porque eso de anticipar una película de terror en euskadi, cuando la película de terror se supone que estaba acabando con la no disolución de ETA (pero al menos no matan a los no nacionalistas), ya nos da una idea del nivel de fuentes del que dispones.
Suponemos, que un nacionalista de ETA casi ni se acuerda. Tanto tiempo mirando para otro lado, que ahora hacer como si nunca hubiera existido ETA, es sorprendentemente fácil.
Tan difícil de entender es que los efectos del terror de ETA han modificado el espectro ideológico del país vasco, en favor de los postulados nacionalistas, y que pretender coger ventaja de ese hecho es moralmente inaceptable.
Interesante árticulo. Creó que las cadena de radio y televisión del gobierno Español, la información será muy sesgada. No hablaran de dtos rales, lo disfrazaran de acuerdo a sus pretensiones, con el fin de favorecer los objetivos propios del gobierno.
en Cataliña, la gente esta muy ilusionada y pretender combatir con todas sus fuerzas con el fin de ejercer su derecho a decidir del pueblo catalán.
en pocos días veremos lo que sucede tanto el dia 11, con la fieta de la Diada como el referéndum en Escocia. Espero y deseo que sea todo muy positivo y luego el pueblo vasco podamos ejercer ete derecho que se nos negó cuando tan brillantemente y de una forma ejemplar lo intento el Lehendakari Ibarretxe.
Muchas felicidades por su articulo.