La Tele en Onda Vasca, 22 diciembre 2014
La metáfora española del Pequeño Nicolás
En el universo de la tele, este año ha brillado el Pequeño Nicolás, ese joven precoz que ha sorprendido por su capacidad de entrometerse en la alta política, en el mundo del espionaje y de los negocios simplemente echándole mucha cara y una gran capacidad para mentir. Su historia es hoy más interesante y más divertida y chusca que cualquiera de las que constituyen la realidad en España. Se mueve entre la comedia y el drama.
Sea cual sea la dimensión de este esperpento, cabe decir que la historia del Pequeño Nicolás es la metáfora de la España actual, un país donde mandan los pillos por abajo y los corruptos por arriba, al mismo tiempo que reina una miseria creciente, exactamente como en los siglos en los que la literatura retrataba, a través de la picaresca, aquel y este estado de cosas.
Lo primero que llama la atención de este personaje, visto desde la perspectiva pública, es que su figura caricaturesca mueve a la risa. Dices su nombre y todos se ríen. Pero no es un clown, ni un actor cómico. Nadie le toma en serio. Y siendo esto así, me pregunto: ¿Quién se ríe de quién? Porque este chico, en realidad, se ríe del sistema, de sus grietas, de todos nosotros y de lo sencillo que resulta hacer carrera en los negocios y la política simplemente echándole cara y aprovechando la ingenuidad de las instituciones españolas y sus dirigentes. Y en este punto, son impagables los servicios del Pequeño Nicolás por llevar al desprestigio y el ridículo a los espías del CNI, que hoy son el hazmerreir del mundo entero.
Como todos los personajes cómicos, tiene un proyecto trágico. El Pequeño Nicolás no es consciente de que ha entrado en la penúltima fase de su trágico camino. De las cinco etapas de su recorrido, ha recorrido tres:
– Primera, su fulgurante irrupción en el escenario. La sorpresa y el asombro ante su caso: un chico de veinte años colaborando en los grandes asuntos de la política y la economía.
– Segunda, su elevación a la categoría de ídolo juvenil y su licenciatura en éxito a la edad en que toca pasar apuros y formarse.
– La tercera es la de las dudas y la confusión, donde no se sabe distinguir lo real de lo inventado.
– La cuarta, en la que ahora estamos, es la destrucción programada del personaje mediante un aluvión de pruebas, unas falsificadas y otras reales, sobre sus fantasías y paranoica mente. Se está fabricando su destrucción. Y así los mismos medios que le encumbraron publican ahora la historia oficial del caradura, no más cierta ni falsa que la que antes mereció crédito absoluto.
– Y la quinta y última, El olvido. Quizás alguna cadena, como Telecinco, le dé cobijo por un tiempo y como máximo sea uno de sus frikis. Todo irá rápido, en unos meses. Al sistema no le interesa este personaje. Ha ido demasiado lejos en su juego y ha ridiculizado a los poderes. El Pequeño Nicolás es un pillo más, quizás el más ingenuo, entre tanto sinvergüenza de un sistema corrupto.
2. El minuto de oro
https://www.youtube.com/watch?v=Tq3IO34N5v8El victimismo de la telebasura
La telebasura no lo es sólo por sus contenidos infamantes contra la intimidad y la dignidad de las personas, y por convertir la vulgaridad y la murmuración en un género televisivo, sino sobre todo por su discurso cínico. Cuando el pasado miércoles la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), requirió a Telecinco para que adapte los contenidos del programa Sálvame diario al horario protegido para la infancia, dándole un plazo de 10 días para que cumpla esta exigencia legal (que en caso de incumplir se arriesgaría a multas de hasta 500.000 euros), a Jorge Javier, su presentador, no se le ocurrió mejor respuesta que soltarnos un discurso rastrero y demagógico, en el que otras lindezas decía que las autoridades querían cerrar el programa (falso), que se trata de una campaña de la ultraderecha (falso), que es un programa que lo ven dos millones de personas (falso, son 1.800.000 de media), que el programa sirve para que olvidemos nuestros problemas (¡qué fatuidad!) y que enseña a resolver nuestros problemas cotidianos (¡qué descaro!).
Este discurso de Jorge Javier Vázquez es un ejercicio de cinismo y de victimismo barato, que podría pasar a la negra historia de la infamia.
3. La liga de la tele
Con la navidad llegan los cierres de los programas estrella. Dos éxitos:
– “Gran Hermano 15” se despide a lo grande, pero sin récord: el reality más veterano de la tele, Gran Hermano, ha terminado con un 27.7% y 3.467.000 espectadores. Supera la audiencia que tuvo la edición 14, que obtuvo 3.051.000 espectadores), pero no llega al récord del GH 13, que alcanzó un 28.2%. Para los optimistas como yo, es un jarro de agua fría: hay Gran Hermano para rato.
– La final de “Top Chef” bate récords: el concurso gastronómico que presenta Chicote cerró la semana pasada con récord: 21.3% y 3.304.000 espectadores. También la cocina tiene cuerda (o sal) para rato. Aún no nos hemos empachado.
4. Superanuncio
Hacer de la desgracia virtud
Campofrío ya nos venía sorprendiendo en los últimos años con sus anuncios. Recordemos el homenaje a Gila, o el anuncio de “hazte extranjero”, dos piezas magistrales de la publicidad. Ahora, tras el incendio de su fábrica en Burgos, nos ha vuelto a sorprender. Su comunicación, en todos los medios, sobre este accidente ha sido ejemplar, digna de estudio, por su capacidad de convertir una desgracia en una oportunidad. Especialmente, este anuncio es un ejemplo de cómo sacar partido de una situación difícil y cómo convertir a los clientes en aliados. Sencillamente, magnífico.
5. Noticias de la tele
– Malas noticias para los monárquicos: no habrá discurso del nuevo rey de España en Euskal Telebista. ETB mantiene su tradición (y su dignidad pública) de no emitir el mensaje de la corona en la radiotelevisión pública, una tradición que se rompió, por imperativo partidista, durante la legislatura de López. Afortunadamente, este año los del PP y PSE nos han evitado la murga de reclamar la emisión y de exhibir su ridículo espectáculo monárquico en Euskadi.
– Balance del año televisivo, el próximo lunes. Haremos un repaso de lo que ha sido el año en la tele, éxitos y fracasos, tendencias y divergencias, estrellas y lunares… Hasta entonces, ¡feliz Navidad! Gabon zoriontsuak!

Estuve escuchando su intervención ayer por la tarde en la emisora de Onda Vasca,. Me parecio muy intereante su acercamientoa poderoso mundo e latelevision,
el tema del «pequeño nicolas2, me parce patético, que un joven de 21 años, le hagan tanto caso. Mentiras y mentiras aunque algo de vverdaad habrá lógicamente. Pero esete joven hace tambalearse a loscimientos de un etado. Que etado , mas poco solido, para temblar por un jovencito caprichoso. Un país de pandereta, desde luego.
Referente al discurso que ofrecio Jorge Javier, me parece tan horrible, que es mejor no decir nada. para no hacerle mas publicidad.
el anuncio de Campofrio, buenísimo, pone de manifiesto que después de algo malo, viene siempre algo bueno. Me ha gustado,
Muchas felicidades por todos sus comentarios en ete espacio.