Toros en Donostia: letanía de contradicciones

Toros San Sebastián

¿Cuánto paga una cadena por transmitir en directo una corrida de toros? Ese dineral, cuya cuantía se oculta en intrincadas partidas, forma parte de las subvenciones que el espectáculo taurino, subrepticiamente, recibe del Estado, sumadas a la compra masiva de entradas por ayuntamientos y otras instituciones. TVE hace años que renunció a la publicidad comercial, pero no a la propaganda, razón por la que acudió el jueves a Donostia a mostrar al mundo que a la ciudad había regresado, con falsa normalidad, la santa tradición de la tortura y muerte como divertimento. Quiso dar testimonio de este regocijo y de cómo el rey emérito estaba allí, junto con su hija incorrupta y su aplicadísimo nieto Froilán, para “apoyar la fiesta nacional” (sic).

Todas las contradicciones se dieron cita en Illumbe. Las de quienes niegan en San Sebastián lo que aceptan en Pamplona; las de las autoridades que proclaman la ética del respeto animal, pero hacen excepciones; las de aquellos que apelan a la libertad para validar sus salvajes gustos; las de los medios, beligerantes con el Toro de la Vega y otras salvajadas parecidas, pero tolerantes con la matriz taurina; las de cuantos contabilizan el aporte económico de las corridas al margen de la ruina moral; y las de la mayoría indiferente, que mira para otro lado y soporta, callada, su repugnancia: el silencio padece de impotencia. Con las incoherencias de unos y otros nuestra sociedad vive alojada en el cinismo, que las consolida y justifica para que nada cambie.

También la televisión del Estado asume su cuota de cinismo al hacer compatible sus teóricos compromisos éticos con la promoción de la tauromaquia y su inherente violencia. TVE recuperó la emisión de las corridas en 2013, tras su cese siete años antes. En el coso de Bilbao se enseña a los niños a lidiar toros. Así se consigue, con la tele indecente y los maestros del suplicio, que muchos ciudadanos no quieran renunciar, ni por compasión, a chapotear festivamente en charcos de sangre. Nos juzgarán por la grandeza de no rendirnos.

2 comentarios en «Toros en Donostia: letanía de contradicciones»

  1. 800.000 espectadores tuvo esta representación del poderío del Estado Español en las tierras vascas a pesar de que incluyeron la intervención como artista invitado de un coronado cuya divisa es «oro y perdigón».
    Peor es que haya salido esta vuelta a un ruedo en franca decadencia de manos de un alcalde vasquista coaligado a un partido «moderno y de progreso». Y menos mal que no ha conseguido reinstaurar esa procesión de La Salve de escaso recorrido histórico surgida exprofeso hace no más de un siglo a mayor gloria de la dinastía borbónica o de quien con patas cortas o largas dictara órdenes desde el centro del Estado a los provincianos de variado pelaje cultural de esta rica España (que dicen tanto el PP como los podemitas)

  2. Excelente árticulo, abordando las malditas corridas de toros. No entiendo como el ser humano carece de sentimientos y bondad en este maldito espectáculo. Lo disrazan , llamándole «arte». ¿Dónde eesta el arte?. Me recuerda a la época de los romanos, con los gladiadores y los romanos. El ser humano disfrutaba en aque entonces con la sangre . Hoy, en el siglo XXI, pasa lo mismo. Es patético que la televisión , se brinde a retransmitir etas salvajadas , con los pobres toros y de vez en cuando con los toreros . Alguna vez les tenia que tocaar a ellos, que lo están haciendo corrida tras corrida. Y ponen el grito en el cielo. ¿Pero que quieren,? El que va a las diferentes corridas taurinas, esta promocionando que eto suceda. con el transcurso del tiempo, se debería de haber evolucionando en calidad humana, pero parece que no. Nos asustamos cuando en la etapa romana, se cortaba la mano al que robaba » manus inectiu», . Y se proclama que eran salvajadas , y que había que abolirlo. Y lo que esta sucediendo en las plazas de toros?. La incoherencia de algunos seres humanos. No todos, desde luego. Muchas felicidades por su árticulo, espero que hga reflexionar a muchos de los defensores de este mal llamado maldito arte.

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