Diario de cuarentena. Dia 50. Toque de queda

Quizás no se hayan dado cuenta, pero dentro del estado de alarma y confinamiento hay toque de queda. Sí, como en la guerra o en las situaciones de golpe militares o estados de excepción. El Gobierno nos ha colado de matute una prohibición que limita hasta el oprobio nuestra libertad de movimiento. ¡Hay toque de queda en España! ¿Por qué el Gobierno Vasco no ha denunciado esta aberración? ¿Dónde está la rebeldía de los vascos? Parecemos monjas teresianas.

Los peregrinos horarios de salida a la calle abarcan de las 6 a las 23 horas, durante los cuales adultos, mayores, niños, deportistas, curas y militares sin graduación pueden, a turnos, respirar al aire libre; pero solo hasta las 11 de la noche, momento en el cual entra en vigor el toque de queda y nadie puede estar fuera de casa. ¿Te detienen, te multan, te disparan si te saltas el toque de queda?

Como me paso por el arco del triunfo la hora del recreo, no sé a qué horas tengo permitido la excarcelación. Es igual, salgo cuando me da la gana y furtivamente. Antes de que el inútil y kafkiano arresto domiciliario fuera decretado, solía salir a la noche a pasear junto al mar. Como los gatos. Cuando no hay nadie con quien cruzarse y le gente descansa o se aburre ante el televisor. Es el mejor momento. El paseo marítimo vacío, sin más ruido que el golpe de las olas, la luz mortecina de las farolas y mucha soledad. Era mi momento de escapada y música. Varios kilómetros de paz, pensamiento y lágrimas. Y ya, al regreso, tomar un trago en el único bar abierto de la zona, la cafetería de Yeste, en la zona peatonal de Las Arenas.

No entiendo a las autoridades. Si limitar la salida de la gente a la calle tiene como fin evitar los contagios, ¿por qué prohibir el paseo a las 11, las 12, la 1, las 2 y las 3, como la canción de Sabina, cuando no hay nadie en el exterior? ¿A quién voy a contagiar de noche o me va a transmitir el virus? ¿Los peces del mar, la luna, la luz del faro de Arriluze, los karramarros de Ereaga, el sireno del Puerto Viejo? ¡Qué absurda es la autoridad cuando piensa con el culo!

Anochece. Enseguida llega la hora del toque de queda. Solo el personal con salvoconducto podrá circular en coche o a pie. Es una escena de espías en el Berlín nazi o la posguerra, en Santiago de Chile tras el golpe criminal de Pinochet o la dictadura argentina de Videla. Esto es lo que ocurre y a nadie parece importarle a fuerza de haber asumido un confinamiento clínico y arbitrario.

Escribía esta mañana una idea para discutir con los amigos, algo necesario en estos tiempos de despiste y propaganda: “España culpa a su gobierno de no haberse apresurado a prohibir sus libertades”. Esta es la acusación que la derecha y otros sectores lanzan a Sánchez. Tardó mucho en confinarnos, no estuvo activo a la hora de jodernos. ¡Vivan las caénas!, grita de nuevo la plebe lorquiana y la España escuálida y beoda de Machado. País con alma de siervo.

2 comentarios en «Diario de cuarentena. Dia 50. Toque de queda»

  1. Las risas que me he echado leyendo tu articulo!!! Ja, ja. Veo que estas de buen humor. De acuerdo en todo contigo!

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