Diario de cuarentena. Día 51. La vida aplazada

Hoy en Euskadi, con más de 30 grados y una humedad del demonio, ha sido un lunes bochornoso, con chaparrón y galerna final.  ¿Salir? Mejor quedarse en la cueva, no por orden del confinamiento fascista, sino por supervivencia. Es el peor día para ir de escapada, ni siquiera junto al mar. ¿De verdad importa que sea primavera y que haya sol y que pronto llegue el verano? ¿A quién le interesa hoy la meteorología? En la televisión pública vasca el espacio de más audiencia es la información del tiempo, Eguraldia, que presenta Ana Urrutia. Estoy convencido de que su cuota de pantalla se ha desplomado.

Entre tanto, vivimos aplazados. En mayo son frecuentes las bodas y las comuniones. Miles de parejas han tenido que aplazar su casorio; pobres chicos, qué desencanto. Pero que no se permitan celebraciones de mucha concurren-cia no quiere decir que no pudieran casarse en el ayuntamiento o en el juzgado. En la iglesia ya sabemos que no es posible. ¿Hay o no hay bodas estos días? ¡Qué frustración! Meses de preparación e ilusiones que se han ido al carajo. Deberían poder casarse; pero, ya digo, estamos bajo el fascismo clínico. 

¿Y los críos de la primera comunión? Pues sí, todavía existe este ritual católico que para los niños y niñas es una orgía de regalos. Es el día en que, a los 10 años, reciben su primer móvil, además de infinitos juguetes y un viaje a Disneyland Paris de parte de los abuelos. ¿Qué van a hacer con tanta promesa rota y los regalos perdidos o aplazados? ¿Serán en septiembre?

Los aficionados del Athletic y la Real Sociedad han visto aplazada la final de Copa, cuya cita era el 18 de abril en Sevilla. No quieren que sea a puerta cerrada, sino con público y están dispuestos a esperar. ¿Hasta cuándo? Las Olimpiadas de Tokio, el Tour de Francia, la Eurocopa 2020 de Bilbao, las fiestas, los festivales, los conciertos, todo se ha aplazado. Y decir aplazar es falaz, porque puede que no se celebren jamás. Las bodas se harán en precario, maldita sea, pero los espectáculos se suspenderán casi todos. Como Eurovisión.

Hay decenas de miles de funerales aplazados, despedidas de tristeza diferida. Hay infinidad de juicios y pleitos aplazados, que suman injusticia a la injusticia. Los exámenes también se aplazan y puede que el curso entero. Hay muchos viajes aplazados. Las vacaciones que tendrán que esperar. Alquileres y pagos aplazados. Citas aplazadas. Negocios aplazados. Una vida aplazada. Cuánto derroche sin motivo. 

Demasiado aplazamiento. En la historia del mundo, 2020 será un año en que la vida no existió y los seres humanos, forzados por las autoridades y sin razón que lo justificara, dejaron para más adelante o para nunca.

Las cosas tienen que ocurrir cuando es su tiempo. Una celebración se puede aplazar, pero no la vida de una pareja cuyo destino estaba trazado en el calendario. ¿Cuál será entonces la fecha de su aniversario? ¿Cuándo debió ocurrir o cuándo se pudo? Nos están robando el tiempo. Viviremos un año menos. O quizás más.

7 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 51. La vida aplazada»

  1. Se me ocurre una posibilidad, y en otoño inmunidad de rebaño.

    las infrestructuras turísticas y alojamientos vacíos

    Se confina a los millones de personas, no serán muchos, de riesgo, o sea las que tengan las patologías que han venido citando con personal sanitario, previo test del virus. Quien se confina es sin virus.

    y ya está vida normal hasta alcanzar la inmunidad de rebaño, a pasasr el virus en casa

    En verano la velocidad de contagio no se como será, quizá sea inferior, o muy inferior al de primavera con lo que habría pocas hospitalizaciones aunque también quizá pocos contagios para lacanzar la inmunidad de rebaño.

  2. Orden del confinamiento fascista.me daria verguenza escribir semejante tontería.tiene usted el privilegio de tener una columna diaria en un periódico y no lo aprovecha más que para protestar y no aportar ninguna solución.si este mismo artículo se publicará en algún periódico de los que usted tilda de fascistas,si le quita esta palabra y las alusiones a la religión,seguro que los lectores de ese periódico estarían totalmente de acuerdo con usted.pienselo no se crea que está usted tan lejos de ese fascismo que dice aborrecer.

  3. Relea por favor el artículo que ha escrito. usted cree sinceramente que el confinamiento fascista(palabra que usted usa con mucha asiduidad)es el responsable de que no se celebren bodas y comuniones?.usted cree que si no hubiera confinamiento la gente celebraria esas bodas y comuniones con total tranquilidad exponiendo a sus familiares a posibles contagios.quiero recordarle que hay más de 1300 muertos en Euskadi y si no estuviéramos confinados serían muchos más,y a usted por lo que deduzco de su artículo sólo parece importarle la libertad individual del individuo por encima de la colectiva.ya lo decía Aznar,quien eres tú para decirme las copas que tengo que tomar para poder conducir. Con respecto a su pregunta le diré que no,solo he expresado mi opinión,me gusta leerle,aunque no suelo compartir sus opiniones.si le dijera que me he quedado a gusto pudiera parecer que tengo alguna animadversión contra usted y nada más lejos de la realidad.

  4. Un funeral en Vitoria estuvo en el origen del estallido en Haro y la propia Vitoria y esa expansión a causa de un foco muy concreto costó la vida a muchas personas.

    Por cierto, me parece inaudito, y absolutamente descriptivo de la naturaleza de una persona, que a las opiniones contrarias o críticas se responda siempre del modo «qué absurdo», «qué simpleza», «qué poco nivel intelectual», «¿te has quedado a gusto» etc, etc.

    Jamás una respuesta argumentada, una réplica razonada. Jamás. Y eso es muy clarificador porque cuando alguien tiene argumentos no puede resistirse a utilizarlos. Nada pone más en su sitio a alguien como un buen argumento y quien lo tiene lo esgrime.
    Si se recurre a este tipo de evasivas arrogantes…es que no se tiene un triste argumento con el que responder.

    A los únicos que responde con argumentos repetidos es a los que le dan la razón o le elogian; claro, ya entiendo.

  5. «Si fuese…habría rechazado» bueno…es un error habitual en el que se cae, creo, por excesp de celo en evitar caer el error inverso: el temido «si sería».

    En cualquier caso…en alguien que se dedica a la comunicación…pues debería cuidarse más.

    Si no quieres no lo publiques. Yo te lo digo a ti. Rehuyes la discusión con argumentos por sistema y para hacerlo te escudas en el desprecio al que te lleva la contraria.

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