Suelo pasar todos los días por la cabina verde de la ONCE en la que Koldo reparte suerte. Está cerrada, claro. Koldo es un tipo singular, con mucha historia y con el que bromeo y me río. No es ciego, pero tiene una minusvalía, lo que le da derecho a ser vendedor de cupones. Contra mi criterio antijuegos y antiapuestas, solo compro el Cuponazo, los viernes. Un ritual.
“Es por vosotros”, le digo a Koldo, porque la Primitiva, la Lotería, la Quiniela y todo lo demás me producen repugnancia. Son juegos franquistas, decadentes. Solo en Navidad, por la presión de la tradición, compro algunos décimos. Y nada más. Los juegos de azar son degradantes, más aún si están promovidos por el Estado. Como el tabaco y los estancos, que habría que volarlos.
La verdad es que me gusta lo de la ONCE, por mi obsesión por el número 11, mi número mágico, que veo a todas horas y en todas partes, todos los días desde hace no menos de veinte años. Le ocurre a mucha gente. Sí, ya sé que las siglas pertenecen a la Organización Nacional de Ciegos Españoles, una entidad de origen franquista, una obra benéfica. ONCE también podría ser “una vez” en inglés. Quizás por eso también solo juego al cupón, qué cosas.
Por supuesto, nunca me toca nada, algún reintegro o terminación. Afortunado en amores, supongo. ¿Y qué va a ser de esa gente, los de la ONCE, si sobreviven gracias a la venta de sus sorteos? ¿Qué van a hacer ahora? ¿Lo revertirán en sorteos digitales? ¿Abrirán de nuevo las cabinas? Quiero ver de nuevo a Koldo y hablar con él de política y otras cosas. Es un hombre cordial, vivido y de un gran sentido de la ironía. Una buena persona.
Los que no han cesado son las apuestas digitales, los casinos por internet, esa desgracia mafiosa y antisocial que crea miles de ludópatas y arruina a muchas familias. Deberían ser ilegales; pero el juego on line es una industria poderosa y presiona a las autoridades para que se abran locales de juegos y apuestas y patrocinan grandes clubes de fútbol, como el Alavés o el Osasuna, oprobiosamente.
Acabo de enterarme de que han nombrado a Mikel Arana, un dirigente vasco de Podemos y antiguo militante comunista, Director General de Juego, adscrito al Ministerio de Consumo. Es una persona muy válida e intelectualmente solvente; pero extraña que un hombre de ideas sólidas de izquierda se ponga al frente de una de las actividades más antisociales que existen, el juego. ¿Se atreverá a liquidarlo y recolocar a los loteros en algo más productivo y honroso?
El azar es un misterio. Y el mayor condicionante de nuestras vidas. Más de dos tercios de lo esencial de la existencia ocurre por azar. Y los juegos y apuestas son una de las formas con las que tratamos de controlarlo. Es perverso y cutre que las personas busquemos en el azar la solución a nuestras necesidades. Yo también voy adonde Koldo a probar suerte. Al final, le digo: “Eres un gafe, Koldo”. Y vuelvo cada viernes.
Espero que el Koldo este no sea el que esta en el kiosko al lado de la entrada del metro, ya que este pieza lo que tiene es mas cara que espalda y mientras hacia teatro para que le otorgaran la invalidez y la pension consecuente jugaba tranquilamente a paddle y se iba a esquiar, espero que los otros no sean tan «minusvalidos» como este….
No sé, Jose Ramón, te veo un poco contradictorio. Aunque bueno, por contradicciones se mueve el mundo. Creo que cualquier “prohibicionismo” es pernicioso. Existe experiencia de sobra al respecto, desde la GRAN PROHIBICIÓN del alcohol en EEUU hasta la ilegalizacion de las distintas drogas. En última instancia no se disminuye el consumo y se potencian las actividades ilegales. Te decía lo de “contradictorio”, sin acritud, porque en otros aspectos de la vida, lease tu actitud ante el confinamiento obligatorio que soportamos, tu visión es mucho más “libertaria”. Al final la respuesta está en la la contestación a estas preguntas: ¿tienes alguien derecho a hacerse daño a sí mismo? ¿tiene la sociedad derecho a inmiscuirse en las preferencias o costumbres del individuo, siempre que no cause perjuicio a terceros? De todas formas el nombramiento de un comunista para gestionar ese negociado, debería hacernos temblar (sobre todo a Koldo).
Las contradicciones son intelectual y moralmente inevitables. Como las de Mikel Arana, un comunista solvente, para dirigir el Juego en España. Pero debemos responder bajo el criterio del mayor beneficio social. Un abrazo.
ánimo a Arana¡¡¡, porque tiene un toro miura. La «jugada» se me antoja acertada porque el juego, el toro, ahí está, y quien mejor para torearlo que un torero……..¿¿¿.no me digan que es antitaurino????…….que no, que es es un símil, me cae bien Mikel, le deseo éxito.
Esa es la cuestión: ¿quién define ese “mayor beneficio social”? y ¿se puede imponer ese mayor beneficio social a la voluntad individual? Y ¿hasta donde?
En nombre del “beneficio social” se han perpetrado las mayores barbaridades en la historia de la humanidad.
Lo diré en negativo aplicado al caso del juego y las apuestas: el mayor beneficio social será aquel signifique la ruina de la mafia del juego.
Si Jose Ramón, el único régimen que estuvo a punto de erradicar a la Mafia en Italia fue el FASCISMO de Mussolini. Estaba a punto de extinguirse cuando, con la II guerra mundial y la invasion americana de Italia, con el apoyo de los yankees, la Mafia resucitó. Y hasta ahora; la guerra, la Ley Seca y la ilegalizacion de las drogas han sido los tres pilares sobre los que se ha asentado el poder mafioso.
Y, aparte de todo ¿quienes somos tu o yo para calificar a nadie de mafia y arrogarnos el derecho prohibir el libre comercio entre empresas o personas mayores de edad en plenitud de derechos?
Siempre dejando a salvo, obviamente, la libertad personal.
Llamo mafia, cono todo derecho, a las organizaciones que actúan sin el menor escrúpulo en actividades antisociales y que atentan contra la libertad, la salud y la dignidad de las personas.
Bueno, aceptamos pulpo como animal de compañia…