
Quizás discrepéis conmigo, pero desde hace años (los que llevo en el sector de la comunicación, toda la vida) pienso que basta con escuchar lo que habla una persona y cómo habla para hacer un retrato aproximado de su calidad humana y competencia intelectual. Apenas media hora podría ser suficiente, lo que implicaría, claro está, saber escuchar y criterio para la observación. Valdría también analizar lo que escribe y su calidad sintáctica para obtener un diagnóstico cierto. Quizás por deformación profesional, tiendo a valorar, de entrada, a la gente según su habla y sus palabras. En el corto tiempo que fui director de Recursos Humanos en una Pyme con una plantilla de 70 empleados seguí este método (junto a otros factores más específicos) en los procesos de selección. Y los hice a conciencia y con acierto.
Ahora, los efectos del confinamiento me han dado la oportunidad de escuchar a la gente en las diferentes colas que se forman en los supermercados, panaderías, oficinas bancarias, farmacias y tiendas. Porque vivimos en la época de las colas, más largas por aquello de la distancia interpersonal. Observo que la gente tiene muchas ganas de hablar estando en la fila, quizás porque se aburre o porque el arresto ha agudizado el peso de la soledad en los hogares. Impresiona constatar cómo hombres y mujeres repiten los tópicos que oyen en la tele: que abundan los irresponsables, que muchos se saltan las normas, que hay que multar a los infractores… Y siento como si regresara al franquismo en el miedo a la autoridad, la credulidad, la falta de sentido crítico y la sumisión. Pero flaquean en cuanto entras al debate y argumentas que las cosas no son como creen. Algunos levantan la voz y echan un mitin casero. Otros se quejan de todo, que si esto es un desastre, que si vamos a la ruina…
Una señora aprovechó la cola para dedicarme hace un par de días un tratado sobre lo mal que estaba la jardinería pública en Getxo. Lo hizo con vehemencia. Interrogándola con habilidad pude saber que era una fogosa militante del PP y que le caían fatal los nacionalistas del PNV y que lo de los separatistas catalanes son una cosa demencial. Y no dejó de presumir, para disi-mular, de sus ocho apellidos vascos y rancio abolengo. Al final, la mandé a paseo con las necedades de su España “antes roja que rota”.
Qué poco cuesta hablar y cuánto pensar lo que se dice. Un señor mayor me dio sesión doble de lo mal que funcionan las cajas de ahorros, solo porque no usaba tarjeta en el cajero. Otra señora se enrolló sobre la calidad de las mascarillas. Y otro hombre de por qué cierran tan pronto las farmacias. Se habla mal, y no solo es culpa de la tele. No son las palabras, son las razones inexistentes. Se habla de oídas. Entre el exceso de tópicos y tanta soledad, de esta pandemia vamos a salir peor que entramos.

Hiciste los procesos de selección con acierto…interrogaste a la perversa españolista con habilidad…
Es cierto que por lo que escribe se puede llegar a intuir la personalidad de alguien.
En aquella ocasión hice de Director de Recursos Humanos durante algo más de un año. Fue perfecto. La gente que fiché aun sigue en la empresa y están bien considerados. Nada de política.
No hablaba de política. Hablaba de ego.
Ego te absolvo….?
..a pecatis tuis in nomine patris et filii es spiritus sancti.
Pero no. Era más bien..ego…centrismo.
Amen.
Tienes razón.
Oigo casi constantemente que «la gente» no respeta las normas, que muchos hacen lo que quieren, etc.. , como si ellos no fueran gente. Pues yo sí creo que «la gente» lo está haciendo muy bien en un más del 90%, demasiado bien diría en algunas ocasiones.
Tiene mucho miedo de salir y temen constantemente al virus,
y también creo que se ha perdido la libertad de pensar con sentido crítico, y se ha adoptado la sumisión, sin más.
Cómo hemos retrocedido a otros tiempos pasados que conocemos mucho!
Todo un experimento social para los neurosociólogos, que
en el futuro próximo lo irán aplicando a los ciudadanos!
Responsabilidad, pero con sentido común.
Y un ruego a los representanes de las instituciones públicas:
trátenos como adultos y no como niños.
Ah! recordar que siempre hay un mínimo porcentaje en la sociedad de asesinos, ladrones, violadores, mafiosos….. que
nunca va a cambiar, pero se asume y el 99% no lo es.
Efectivamente, la tutela de las autoridades y los medios es tan ridícula que les lleva a tratarnos como a niños en vez de lo que somos, personas adultas. Me enfurece.
Eskerrik asko, Teres
Lamentablemente, eso que comentas es así. La gente se zampa y asume como suyos pensamientos someros y efímeros, normalmente basados en prejuicios. Eso que cariñosamente llamamos tópicos. También tengo la sensación de que de esta salimos más tontos, si cabe, que como hemos entrado. Yo apenas interactúo con la gente en las colas, aunque como propietario de un negocio, sí he percibido que los clientes tienen más ganas de hablar, no tanto como crítica, sino como desahogo de los dos meses de confinamiento. No obstante, si se ponen a despotricar, la pregunta es sencilla… «Nosotros, los de a pie, lo habríamos hecho mejor? Con sus fallos y aciertos personalmente estoy seguro de tres cosas: que han hecho lo que buenamente han podido, que bastante mérito tiene comerse semejante papeleta, y de que hay que cambiar muchas cosas que se hacen, empezando por nosotros mismos»
Suscribo tus palabras de la primera a la última, Lothar.
Resulta sorprendente que dos personas que mantienen posturas contrarias sobre un particular puedan suscribir lo que dice un tercero al respecto.
Uno de los dos no ha entendido bien lo que ha escrito Lothar.
Dices que suscribes todas sus palabras, de la primera a la última.
Me resulta curioso que suscribas las últimas.
«» Con sus fallos y aciertos personalmente estoy seguro de tres cosas: que han hecho lo que buenamente han podido, que bastante mérito tiene comerse semejante papeleta, y de que hay que cambiar muchas cosas que se hacen, empezando por nosotros mismos»».
Lo de cambiar muchas cosas que se hacen, empezando por nosotros mismos…es tan genérico que resulta difícil no compartirlo; pues claro que hay que cambiar muchas cosas y por supuesto que empezando por nosotros mismo. No creo que nadie pueda negar esa afirmación.
Sin embargo; me choca que suscribas lo anterior. Yo sí suscribo que con sus fallos y aciertos han hecho lo que buenamente han podido, que bastante mérito tiene comerse semejante papeleta.
Por eso me resulta complicado hacer una censura general, una enmienda a la totalidad a la actuación de los gobiernos. Se pueden criticar decisiones concretas, contradicciones, improvisaciones, precipitaciones en unos casos y dilaciones en otras, errores, confusiones…etc…pero…hay que estar ahí.
Se están haciendo muchas cosas mal…pero es que esto es muy grande y desconocido en esta época. Yo creo que hasta primeros de marzo…nadie en occidente era capaz de imaginar, de concebir la dimensión y veracidad de la amenaza.
Me incluyo el primero…que me parecía todo esto una histeria colectiva…producto de la sociedad de la desinformación, de la manipulación, de guerras comerciales, de intereses económicos (a ello atribuí por ejemplo la cancelación del Mobile World Congress)…y creo que hasta la primera o segunda semana de marzo nadie pudo interiorizar que esto iba en serio.
Creo que en esos días…los científicos les pusieron a los gobiernos delante de sus narices que no se trataba de una película de catástrofes de Hollywood pero que ese escenario se podía dar si no se actuaba ya. Y dijeron cómo había que actuar; que era el confinamiento.
A partir de ahí, seguro que se podía haber hecho antes, menor…que se podían haber evitado errores y descoordinaciones…etc…y que eso ha costado vidas pero es indiscutible que esa actuación improvisada, descoordinada, con preciariedad de medios…etc, etc….ha logrado contener en alguna medida la expansión del virus…y que de no haberse hecho así….la tragedia habría sido ya mucho mayor (y esto no ha acabado).
Así…que sí…suscribo que con fallos…han hecho lo que buenamente han podido.
Claro, me sorprende que eso lo suscriba alguien que lleva dos meses acusando al gobierno, por actuar así, de usar el virus como excusa para ejercer una voluntad liberticida e imponer una tiranía y una dictadura y llama a la «rebeldía» frente a lo que nos piden las autoridades (y…¡¡¡¡los médicos!!! y los que están en primera línea)..llamando borregos a los demás. vamos….lo mismito que los del fachaleco del barrio de salamanca.
A mi me gusta lanzar comentarios y a ver que me devuelve el ECO.
Me ha gustado siempre la gente llana, de pueblo, pero con unos mensajes que me llegaban, contundentes, especie en peligro de extinción porque la población rural es mas bien semirural con la globalización.
predominan los comentarios banales, hablar por hablar, pero siempre hay comentarios interesantes por diversas razones, sean positivos o negativos, a ves uno lo que oye¡¡ y dices pero esto¿? pues ahí está y es bueno saberlo.
Creo que hay miedo a significarse, dar la cara…..por lo que decía. te ponen en laguna lista rápidamente y que se mira para otro lado, ( el buen samaritano lo lo hizo miró al problema) ese no es problema mío……y sobre la autoridad creo que el chip bombero es adecuado hay que apagar el fuego no echar gasolina con actitudes prepotentes con gente exacerbada que va a responder mal a esa prepotencia, pero claro es rebajarse ante la chusma¡¡ algunas se graban, y cuantas no se graban??
jamás olvidaré cuando unos ertzainas me toleraron en fiestas, no paso nada, los ánimos van bajando……y al día siguiente uno se dice de buena que me han perdonado, y eso vale mas que la receta¡¡¡
Si ya se que miran por la seguridad, y bienvenida sea, pero cuando recibo un televisor Sony el mas caro y no está bien se devuelve, por mucho sony que sea.