Crimen sobre Ortuella

Con insólita unanimidad y “de manera respetuosa y enfática”, los grupos políticos de Ortuella han requerido a Netflix que “no se realice ninguna película o producción audiovisual que trate sobre el drama que nuestro pueblo vivió en el pasado”. La localidad minera perdió de golpe, en 1980, a cincuenta de sus niños y a tres adultos por una explosión de gas en el colegio Marcelino Ugalde. Más de cuarenta años después su recuerdo y sus heridas incurables merecen cierta delicadeza. Sea compasiva o no con Ortuella la plataforma de streaming, el mal ya está hecho.

El Niño, la novela de la que podría surgir la serie televisiva, es un fangal oportunista. Y no crean que sus 272 páginas profundizan en el dolor del pueblo y las familias afectadas. Nada de eso, Fernando Aramburu nos presenta un culebrón sórdido acerca del verdadero padre del crío de 8 años, una de las víctimas de la tragedia. En suma, estamos ante un folletín sexual reiteradamente utilizado por la peor literatura de masas y no muy diferente a lo escrito por Sonsoles Ónega en Las hijas de la criada, el mayor atentado literario desde 50 sombras de Grey, libros tan vendidos como embaucadores.

El sufrimiento de Nicasio, el abuelo que visita cada jueves la tumba de Nuco, y el desgarro de los padres serían de igual entidad si el niño hubiera muerto de cualquier otra forma accidental y si en vez de Ortuella hubiera acontecido en un condado de Carolina del Norte. El propósito es revolver suciamente la vida íntima de una pareja con la excusa de la pérdida de su hijo. Lo demás es pirotecnia de marketing editorial. En Euskadi tenemos la ventaja de conocer el percal con el precedente de aquella historia mediocre y simplista que fue Patria, tomada después como relato conveniente por el Estado. Aramburu ha confesado no haber estado nunca en Ortuella. ¿Y por qué iba a visitarlo si todo lo escrito era ajeno al pueblo?

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

6 comentarios en «Crimen sobre Ortuella»

  1. No descubrimos nada que no se sepa sobre el propagandista hispano alemán bienpagado (Español que viviendo en Alemania escribe sobre Euskadi lo que le recomiendan desde Madrid). Eso sí, todas las críticas del folletín pringoso han sido excelentes, desde los medios más derechistas hasta los más progres. Le va de cine, o de NETFLIXo de HBO, al caradura e´ste para quien sus hooligans plumillas pidieron el Nóbel por PATRIA.

  2. Racionalidad?¿?

    No. Es la emotividad la que mueve a la racionalidad.

    Los pollos nacidos en norte de Europa van solitos al Sur en busca de alimento en un suelo desprovisto de hielo

    Los pollos nacidos en África van solitos al Norte, a Europa y Asia, escapando de la feroz África repleta de recursos, y por tanto repleta de una feroz competencia de la ley de la selva que les abocaría a la extinción.

    Mas tecnología que la naturaleza no la hay, no haytecn logía superior a que la genética transmita tecnología.

  3. Yo sé los límites de la Intelegencia artificial. Los puede saber cualquiera. Está muy claro.

    No las voy a revelar, pero daré una pista.

    Hay cosas que la Intelegencia artificial no podrá entender. Y mas aún, no tiene la genética aludida que incorpora tecnología.

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