Este encierro es una oportunidad para los libros. Para más libros. Algunos dejan la lectura para las vacaciones o los viajes en metro. Se equivocan. Los libros son de todos los días o se convierten en pasatiempos. Leer es como el comer, el alimento que te falta para activar tu alma, no olvidar tus sueños y recordar tu hambre de lo exquisito. Así que con la perspectiva de dos o tres semanas he puesto en mi IPad (porque leo en electrónica desde hace años, excepto la prensa diaria que la sigo prefiriendo de papel) los primeros libros que voy a devorar. Con apetito, lo mismo que de niño, cuando los libros, queridos libros, me salvasteis la vida. ¡Cuánto me disteis!
Hace días que estoy con Almudena Grandes y su última y formidable novela “La madre de Frankenstein”, una historia densa, intensa, luminosa y apasionante que se mueve en la posguerra española, pero que mira por el retrovisor a los años anteriores al golpe militar de Franco. Almudena sabe mover las palabras con magia. Pero no es una palabrista. Sabe inventar historias y acierta en la definición de los personajes más diversos. Aunque hay muchos, se centra en Germán, un psiquiatra exilado, hijo de un gran psiquiatra rojo y víctima de la dictadura. Desde su exilio en Suiza, donde estudió bajo el amparo de un alemán, amigo de su padre, Germán regresa a España para desarrollar en el manicomio femenino de Ciempozuelos, en las afueras de Madrid, un nuevo fármaco para la esquizofrenia, la clorpromazina, por entonces, en los años 50, desconocido en España.
En aquel siniestro lugar está Aurora Rodríguez Carballeira, personaje real, asesina de su hija Hildegart, una chica prodigio. También está María Castejón, una auxiliar de enfermería que cuida de Aurora. Y las demás enfermas y médicos y familiares… el universo del franquismo donde reina una espantosa religiosidad hipócrita. El relato te atrapa el alma. Almudena Grandes es -junto con Javier Cercas- la mejor novelista en lengua castellana.
Y en cuanto termine, quizás esta misma noche, voy con Elvira Lindo y su “A corazón abierto”, la atrevida y dulce historia de sus padres. Y después tengo ya elegido “Libro de familia”, de Galder Reguera, autor perteneciente a una conocida familia de comerciantes bilbaínos. ¿Quién no recuerda la tienda de Comercial Radio Reguera, en la Gran Vía de Bilbao? Es también la historia de su familia. Parece que las sagas familiares están de moda.
Me espera un libro monográfico sobre la reina Letizia escrito por el argentino Leonardo Faccio. Ahora que la monarquía española está en horas bajas, me interesa el personaje, frío, calculador, y asfixiante.
Y más y más libros. Como las librerías están cerradas, opta por comprarlos on line. Son más económicos. además, tienes la biblioteca virtual, como eLiburutegia del Gobierno Vasco, plataforma de préstamos de libros y películas. Delicatessen gratis. ¡Al ataque!
Que yo recuerde Comercial Radio Reguera estaba en Hurtado de Amezaga.
Tenía varias tiendas. También en Gran Vía