La democracia ama la publicidad

Porque los anuncios financian la prensa libre y garantizan su resistencia frente a los poderes, públicos y privados, que los condicionan. Hay un problema de exceso de publi y su ubicación, es verdad. No se pueden insertar reclamos en cualquier parte. Al menos dos clubes de fútbol, Alavés y Mallorca, lucen marcas en la trasera del pantalón de su equipamiento. ¡Publicidad en el culo, por favor! Iker Jiménez interrumpe ocho veces o más sus programas para poner anuncios, abusando del espectador hasta el oprobio.

A la gente le gusta la publi, la buena y en su medida. Nos encantan las historias que venden sin agobiar, si nos hacen sonreír, los ingeniosos relatos de 30 segundos. Es perfecta la campaña lanzada por Línea Directa para sustituir a su engolado portavoz Matías Prats, que ha caducado. En vez de hacer el cambio sin más, nos ha invitado a elegir el sucesor entre Mónica Carrillo, su partenaire en los informativos de Antena 3; el cómico Carlos Latre, el periodista deportivo Juanma Castaño o un actor desconocido. La estrategia es implicativa, pero algo tramposa pues de antemano sabemos que Mónica seguirá la pauta del marketing de la aseguradora. Los buenos anuncios se engrandecen con consumidores inteligentes.

A veces, hay anuncios atrevidos. Lo ha hecho Pikolín de la mano de Oriol Villar con un monumental spot, en blanco y negro, en el que un bailarín actúa en un teatro vacío y a oscuras al compás de una canción de Massiel. Su eslogan “Haz algo que te quite el sueño” es magnífico, muy lejos del ripioso “A mí plin, yo duermo en Pikolín” de cuando reinó Carolo. En 2021 se emitieron en la tele casi 10.000 anuncios diferentes. ¿Cuáles recuerda? No son necesariamente los mejores, pero por memoria son los más eficaces. Otro día hablamos de los que quedaron alojados en su subconsciente y por qué.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

6 comentarios en «La democracia ama la publicidad»

  1. Hablando de publicidad…resulta cargante ver excesiva publicidad en ETB (aunque no es la única) pero tirarse casi 10 minutos y ,ademas, repitiendo algunos de ellos varias veces resulta,permítaseme la expresión, pesado a más no poder. Por otro lado no se quien se encarga de la publicidad de Euskaltel, per repetir los mismos anuncios durante años es también muy pesado, además de tener los mismos ( en mi opinion) una calidad bastante baja. Tu mención de Pikolin me parece muy acertada .Es muy buen anuncio, y tu reflexión del “ a mi plin…..” viene al pelo sobre los anuncios de Euskaltel.

    1. El exceso de publicidad es el gran problema. Se puede comprender la necesidad económica de las cadenas de TV, pero el exceso de publicidad va en su contra, porque espanta a los espectadores de los que realmente viven. Y luego está la repetición de algunos de ellos. Hay anuncios que llevan años en antena, lo que significa una desafortunada política de comunicación por parte de los anunciantes. Euskaltel es cargante y, efectivamente, ha empeorado sus anuncios en los últimos años. Una pena. Saludos, Agustín.

  2. Pues siento disentir: a mí o me gusta la publicidad, ninguna.

    Y la campaña de sustitución de MAtías Prats, a todas horas desde hace meses, me parece casi acoso.

    Y si ofrece resistencia frnte a los poderes públicos, obliga a obediencia ante los que pagan. Al final, los mismos perros con distintos collares.

    Al final, el único medio libre e independiente es el que se soastiene únicamnte con las aportaciones de sus lectores o espectadores.

      1. Seguramente es así pero es lo deseable.

        Depender de intereses comerciales no es mejor que de intereses políticos.

        Y, en cualquier caso, siempre es el lector-oyente-espectador el que tiene que tener el sentido crítico a punto.

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