ETB ha entrado en la guerra del humor desatada entre las cadenas públicas y privadas por liderar la risa en hora punta de audiencia. La réplica es RH+, título nada inocente en un país donde cada vieja palabra vive con una carga de profundidad lista para estallar. Diario y en directo, lo presenta el alavés Gorka Aguinagalde para competir contra Broncano, El Hormiguero y Babylon Show, cuyos presupuestos son mil veces mayores. La producción es de Txakoligorri, los mismos que hacen Vascos por el mundo, invariable en su buenismo. De entrada, asume el estilo de Buenafuente en su diseño, pero solo para dar imagen a un genuino programa de humor vasco. Porque, sí, hay un estilo vasco de hacer reír y reírse y tampoco en esto somos españoles.
La ley de la competencia en la tele dice que si no puedes ganar en producción vénceles por tus guionistas. Y aquí RH+ demuestra un gran nivel creativo y acierta en la selección de temas jocosos, nuestros complejos y rivalidades, porque aquello que nos cabrea es también lo que más nos da la risa. Solo así se les ocurriría cachondearse de los pueblos más feos de Euskadi. Este mismo camino emprendió Vaya Semanita al retorcer nuestra sociología para conciliar en la risa lo que no somos -todavía no- capaces de hacer en la convivencia. Hay que darle otra vuelta.
La noticia es el regreso de Vaya semanita a final de año, con gente de antes y otras caras nuevas. Me gusta esa valentía frente a los sosos del staff de ETB, tan indecisos. Si intenta repetir lo anterior, fracasará; pero si avanza en el humor del auto ridículo y se troncha con nuestros prejuicios y recelos, será un éxito. RH+ es el embajador del retorno de la estrella del humor vasco. En 2025 habrá elecciones en el Estado -Sánchez naufraga- y aquí arriba ganará la risa.
JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ