Bien podría el lehendakari Pradales impulsar su primera legislatura con una fuerte campaña de autoestima de país para que la realidad social de Euskadi, basada en los mejores datos objetivos, no difiera de la percepción de la gente. Lo falso se derrumba con un buen empujón de racionalidad. Según el índice DEC 2023, los servicios de protección social de la CAV han sido los únicos en obtener la calificación de Alto, seguido por Nafarroa. Si añadimos la baja tasa de desempleo, el PIB per cápita y la actividad económica e industrial, tenemos un cuadro de situación que no se compadece con el catastrofismo que mercadean ELA y EH Bildu. Su activismo populista y virulento, replicado con nuestra parsimonia contemplativa, han adulterado el relato.
El lema del lehendakari Urkullu era “Euskadi, bien común/Euskadi, auzolana”, hacia el compromiso social y la implicación colectiva. Ahora, con la mejora cualitativa de áreas sensibles y la narrativa, hay que neutralizar el descontento (y a sus falsarios) para que no se convierta en un mal crónico, esquizofrénico. Creo que no se valora a EiTB su aporte democrático de equilibrar, día a día, con su liderazgo informativo la tutela y el control pretendidos por Vocento y Atresmedia. ¿Qué serían de la libertad y la identidad de Euskadi sin el contrapeso informativo de la radiotelevisión vasca?
¿Quién nos regalaría el espectáculo único de las traineras, los partidos de pelota, quién nos ofrecería una plataforma streaming como Primeran, quién daría a nuestros niños y jóvenes la maravilla de Makusi, quién podría hacer más por el euskera y la cultura vasca, quién nos serviría la fuerza de El Conquistador y un entretenimiento sano? ETB es espejo y reflejo, para vernos y que nos vean, autoestima y cohesión de país. Pues así en todo.
JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ