Mercadotecnia Electoral

En una sociedad cuya economía se basa en el consumo de estupideces superfluas en vez de la producción de bienes útiles, cuya Banca se dedica a la especulación financiera en detrimento de la inversión empresarial y la gente compra por impulso excitada por la publicidad antes que de modo racional en función de sus necesidades reales, era de esperar que los trucos de mercadotecnia empleados en tiendas de ropa, supermercados y grandes almacenes, en coherencia, tarde o temprano tuvieran relevancia en el escenario de la Política donde nada es lo que parece.

Hace tiempo que los electores han sido reducidos a meros consumidores cuya única opción es la de elegir entre beber Coca Cola o Pepsi, el otrora “Pueblo” en cuyo nombre se han hecho revoluciones, ahora se antoja un apetecible mercado electoral al que convencer por medio de eslóganes y líderes, los Partidos se presentan como marcas comerciales, es decir, con etiquetas muy atractivas y contenido poco claro, a cuya propaganda contribuyen los medios de comunicación limitándose al obediente reparto de sus productos sin la menor autocrítica sobre su comportamiento aceptando ruedas de prensa sin preguntas, sirviendo de auténticas correas de transmisión de órdenes dictatoriales, amenazas del tirano, mucha noticia insustancial, mucha opinión pagada, y nula información, cumpliendo así la tarea de la peor propaganda.

En este orden de cosas, las elecciones son afrontadas por los políticos con el mismo espíritu con que el comercio aborda las campañas de Navidad, las agencia de viajes se anticipan a las fiestas y puentes, o la hostelería prepara la temporada de Verano, – a este respecto, las Europeas adoptan la función de las Rebajas – para entendernos, con los ojos puestos en la caja, aunque a diferencia de nuestros dirigentes, esmerándose en ofrecer lo mejor de si mismos, pues saben que ganar un cliente es difícil pero muy fácil perderlo, contratiempo este que no parece afectar a los políticos que se han cuidado muy mucho de reservar para los mayoristas la competencia interna, mientras el votante minorista debe resignarse a una competencia externa dominada por siglas monopolistas cuyo control del mercado electoral, es muy superior al ejercido por las eléctricas o las petroleras en el área de la energía, que ya es decir.

Bajo esta perspectiva, mientras los politólogos despliegan todo su arte interpretativo para esclarecer cuanto está sucediendo entre las filas del PP con la irrupción de Vox, el plante de Aznar a Rajoy o la renuncia de Mayor Oreja a encabezar las listas para las europeas, que sin reparos yo también estoy en disposición de hacer marcando las diferencias ideológicas entre demócrata-cristianos, conservadores, liberales, populistas…yo en cambio prefiero ver en todo ello la puesta en práctica de tres estratagemas de supermercado de barrio de las que estamos sobre aviso cualquiera que haga la compara semanal: La introducción de marcas blancas, los precios de referencia y la fidelidad afectiva por antagonismo.

La introducción de marcas blancas por parte de las grandes cadenas de distribución, busca mantener el consumo en sus redes de aquellos que habiéndose percatado de que la basura adquirida empezaba a ser demasiado cara, estaban dispuestos a dejar de consumirla, ofreciéndoles el mismo producto a un precio más aceptable para la mierda que es. Pues bien, en un momento delicado cuando los analistas del PP han advertido a sus dirigentes de que más del 60% de su electorado está decididamente dispuesto a comportarse como los descontentos de izquierda, o sea, a abstenerse e incluso votar en masa a otra marcas como UPyD, desde la dirección de FAES se ha impulsado con urgencia la comercialización sin reparar en gastos promocionales, de nuevas marcas inmaculadas como Vox o Ciudadanos que ofrecen poder votar al electorado tradicional del PP pero a un menor coste emocional para el votante que está ya cansado de dicha marca.

La opinión del consumidor sobre si un producto es caro o barato, primero se rige en función de su disposición económica, pero en un segundo momento y muy decisivo, conforme a los precios de referencia. Así, si un ciudadano medio se acerca a comprar un yogurt de tamaño medio y su precio es de 50 céntimos en principio le parecerá caro; pero bastará colocar otro de tamaño similar a su lado con un precio algo superior, por ejemplo 70 céntimos, para que de pronto, lo que se le antojaba caro, empiece a contemplarlo como adecuado. Hete aquí, que los dirigentes del PP, pese a contar con la Mayoría Absolutista, no cuentan sin embargo con una buena opinión, ni de parte de su propio electorado. La única explicación posible de tan extraña paradoja, es la falta de referencias con las que comparar a Rajoy, Sáenz de Santamaría, Cospedal, Alfonso Alonso…a tal fin, la irrupción en tromba de la antigua dirección del PP han posibilitado que los actuales dirigentes sean reubicados en las posiciones centrales del escenario político y casi pasen como representantes de la corriente liberal que tanta falta hace en España.

Finalmente, las cadenas de distribución en complicidad con las grandes marcas, trabajan la fidelidad del consumidor para desplazarla del ámbito de la pareja, familiar o laboral, al consumo. Ello se consigue por distintos medios como las tarjetas, los clubes, los chats…pero también presentando un cierto antagonismo como el que había entre los de Beta y VHS, que entre los expertos se denomina “Pimpinela”. Esta estratagema ha sido empleada con mucho éxito por el PP en Madrid, donde el universo electoral se ha repartido entre partidarios afectivos de Esperanza Aguirre y los fieles a Ruiz Gallardón, truco emocional que permite el antagonismo entre iguales sin que se resienta la organización política y que ahora se persigue reeditar a nivel Nacional entre Rajoy y Aznar o a escala del País Vasco entre Mayor Oreja y Quiroga.

La otra Convención de Valladolid

El pasado fin de semana, con la escusa de la Convención del PP en Valladolid, me he dejado caer por la insigne capital del Aznarismo para hacerme una composición de lugar a fin de poderles ofrecer de primera mano una crónica personal que a buen seguro será distinta de las cacareadas por los Tontodiarios para el aturdimiento general.

Llegué el Viernes a eso de las 16:00h. La estación de tren estaba tomada por la Policía Nacional cuya presencia desde entonces no dejó de acompañarme en el paisaje urbano desplegados sus cientos de efectivos por calles, aceras, comercios y plazas aportando esa nota de color que requiere un Estado de derecho como el nuestro, auxiliada en todo momento por la policía municipal que sacó a la calle lo mejor de su plantilla como nunca antes habían disfrutado los vecinos, así como por la omnipresente Secreta bien visible, trajeada con gafas de sol y pinganillo para que nos olvidemos de los que van con vaqueros y chupas de cuero mezclándose entre la indefensa población.

Nada más llegar, me puse en contacto con los revoltosos habituales para enterarme del Programa de protestas que habían tenido a bien organizar en momento tan propicio como el que se presentaba al objeto de hacerles escuchar, ver y sentir el enfado social que ha generado la política criminal del Gobierno. Así se puso en mi conocimiento que a lo largo de esos tres días, estaba prevista una movilización general continua, donde por turnos distintas plataformas ciudadanas del ámbito educativo, judicial, sanitario, feminista, contra los desahucios, afectados por las preferentes, colectivos de Parados…iban a mostrar su rechazo a la presencia en Valladolid de la plana mayor del PP tachada de indeseable por dar mala imagen a la ciudad.

Y efectivamente, así ha sido. En menos de 48 horas, he podido contar no menos de una docena de manifestaciones multitudinarias, cada una de ellas congregando entre 1.000 y 10.000 personas, cifras reconocidas por fuentes nada sospechosas de revolucionarias como son los medios de comunicación.

La movilización de las fuerzas vivas de Valladolid ha sido ejemplar en todos los aspectos apreciándose un gran trabajo sostenido desde hace años en los colectivos vecinales, las asambleas del 15-M y un alto grado de ayuda mutua entre pequeños partidos, sindicatos minoritarios y Organizaciones civiles que han sabido aunar esfuerzos por encima de sus siglas para levantar un muro social contra la imposición de manera cívica, pacífica, inteligente pero enérgica, actitud que está calando hondo entre los ciudadanos que han empezado a aceptar que el único camino es la lucha diaria, desde sus puestos de trabajo, desde la escuela, desde el hospital, a pie de calle, convencidos de que los Gobernantes son nuestros enemigos naturales y no nos representan aunque salgan elegidos de las urnas.

Además de las clásicas procesiones convocadas mañana, tarde y noche, gritando al asfalto – dado el escaso eco mediático que reciben las protestas sociales pacíficas – las consignas de siempre “Contra el paro y contra la pobreza. ¡Reparto del trabajo! ¡Reparto de riqueza!” se han hecho escarches a los comedores del PP allí donde tenían intención de desayunar, comer, cenar y hasta de madrugada cuando salían de marcha, pues no es de recibo que mientras la pobre gente harta de sus crímenes políticos sin techo donde vivir, sin dinero para pagarse la calefacción, sin poder dar de comer a sus hijos, protesten vigilados por la policía como si fueran delincuentes, ellos, los auténticos criminales, puedan irse de pinchos y copas como si nada.

Y mientras todo esto ocurría, mientras los miembros del PP estaban reunidos en su convención nacional, mientras la pobre gente protestaba vigilada por la policía – Que todo hay que decirlo ¡cumple órdenes! contra su voluntad – Yo he asistido invitado por el “Grupo de los Siete” a otra Convención en la que hemos participado profesores de Filosofía, Ética y Religión, para tratar sobre la legitimidad del Tiranicidio y la Lucha armada por parte de la sociedad civil, así como el Derecho de los ciudadanos a portar armas.

Aprovechando que paso por Valladolid

La próxima semana he de estar en Madrid y aprovechando que pasaba por Valladolid, he decidido visitar la Convención del Partido Popular para ver de cerca a nuestros enemigos naturales.
Como no podía ser de otra manera, nada más bajarme del tren me he puesto en contacto con los revoltosos oficiales del lugar para ponerme al día del programa de fiestas que con tan magnífica ocasión hayan tenido a bien organizar.
Lamentablemente, me he perdido los primeros fuegos artificiales, los primeros pasacalles, el primer San Fermín por las callejuelas de tan bello baluarte del Aznarismo, y del Faesismo Internacional. Pero hoy todos estamos invitados a la juerga vespertina a eso de las 18:00 en la Plaza Zorrilla donde nos daremos cita miles de personas libres y de buenas costumbres partidarios de la Acción Directa, dispuestos ha declarar la guerra al Gobierno criminal de Rajoy.
A la noche os cuento….

El PP y la Unidad de Esapaña

Pues va a ser verdad que el Partido Popular es el único que apuesta firmemente por la unidad; ahora bien, no está del todo claro que pese a sus esfuerzos alcance su fin primordial de preservar para España su sacrosanta condición de ser aquella “unidad de destino en lo universal” por mi aprendida durante mis días de estudiante en el colegio “XXV años de paz” sito en la calle General San Jurjo de Castro Urdiales, tal y como van sucediéndose los acontecimientos en Cataluña, Euskadi o Canarias.

Como premio de consolación al palmario fracaso del Gobierno de Rajoy en dicho terreno sociopolítico, pese a contar con el apoyo explícito del PSOE de cuya lealtad al bando Nacional Rojigualdo ya nadie puede dudar con fundamento, hemos de concederle el reconocimiento de haber logrado, si no la unidad de España, al menos sí, la de los Españoles, aunque de momento sea sólo por sectores. Me explico:

El Ministerio de Educación, gracias a la diplomacia de Wert ha conseguido que todos los implicados en el mundo docente se unieran para protestar la LOMCE, a saber: asociaciones de padres, sindicatos de profesores, de estudiantes, en la docencia pública y concertada, en los distintos niveles de enseñanza, infantil, Primaria, Secundaria y hasta Universitaria…
El Ministerio de Sanidad dirigido por Ana Mato con la colaboración de su vanguardia Neoliberal de la consejería madrileña, no le anda a la zaga; con la privatización de hospitales, la introducción del copago farmacéutico, la eliminación de las prestaciones a personas con discapacidad y dependencia u otras medidas destinadas a deteriorar gravemente la red nacional de salud pública, ha formado un sólido frente común constituido por colectivos de pacientes, asociaciones de dependientes, colegios profesionales de medicina y enfermería…

El Ministerio de Injusticia, con Ruiz Gallardón a la cabeza, tampoco se queda atrás en este menester. Al margen de lo acontecido con el Aborto donde de momento tiene en contra sólo al 80% de la opinión pública, lo cierto es que, su éxito más notable respecto a la unidad de los españoles se lo debemos a la imposición de la “Ley de Tasas” que ha cosechado la unánime desaprobación de las distintas asociaciones profesionales del ramo, así como de la OCU, la oficina del Defensor del Pueblo, etc.

El Ministerio del la Presidencia o Portavocia del Gobierno o como quiera que se le diga, ha provocado un malestar general entre los periodistas por obligarles a acudir a supuestas ruedas de prensa retransmitidas por pantalla de plasma, donde no pueden efectuar pregunta alguna y como por el cierre de medios de comunicación públicos en varias de las Autonomías regentadas por el PP.

A estas “uniones de hecho” conformadas para hacer frente a un enemigo exterior, cuál es, el Gobierno, le sumamos otras uniones como el mayoritario descontento entre las fuerzas policiales por los continuos y arbitrarios cambios en sus mandos; entre las Fuerzas Armadas por la nefasta administración de los recursos destinados a la defensa nacional; el descontento de los científicos dado el ninguneo con que se trata todo lo relacionado con los proyectos I+D+i…es evidente que los Españoles, estamos más unidos que nunca.

Pues bien, a los Ministerios de Educación, Sanidad, Injusticia, Presidencia…ha venido a sumarse el de Interior cuyo representante, Fernández Díaz, en pocas horas ha conseguido lo que parecía imposible; la unión de todas las fuerzas políticas vascas abertzales que no son pocas y estaban divididas y reñidas entres sí desde hace décadas: todos los sectores de la antigua Batasuna, su escisión Aralar, EA la escisión del PNV, sectores de la antigua EB, algunos elementos no absorbidos de EE y al mismo PNV. Mérito que se ve acrecentado por la velocidad de respuesta con que tan variopinto espectro político supo articularse muy por encima de sus diferencias ante lo que en toda Euskadi se ha percibido como un ataque contra el Acuerdo de Paz, por todos los vascos deseado.

Aria de Figaro, para concertina

De entre los escasos momentos que mi mente adulta ha logrado preservar nítidamente como el primer día, se halla una intrépida escena de dibujos animados en la que el “Pájaro Loco”, navaja en mano, se disponía a ejercer de improvisado barbero ante un infeliz al ritmo de el “Aria de Fígaro”, secuencia que inevitablemente me ha venido a la cabeza a propósito de las famosas cuchillas instaladas en “La verja de la Vergüenza” de Melilla, toda vez, los dirigentes del Partido Popular se han empleado a fondo en disociar públicamente el asunto de las cuchillas de afeitar para evitar dar ideas a un pueblo necesitado de un desahogo fáctico, porque, ya se sabe, que en el arte del afeitado se empieza por arreglar un poco la barba mas pronto se pasa a rasurar el gaznate, temor nada infundado habiendo tanta gente descontenta que lo ha perdido todo injustamente sin la menor esperanza de recuperarse entre quienes a marchas forzadas va cundiendo el clamor por el regreso de las relucientes guillotinas a fin de aplicar de manera eficaz el debido recorte capital para con lo estatal, gubernamental, ministerial, institucional, demócrata-representativo, que se está haciendo esperar en lo que Boris Izaguirre con su marcado ademán denominaría “Ese momento JFK” en el que a falta de otro placer sensiblero solemos regodearnos insanamente, una y otra vez, en debates, documentales, películas…cual masturbación civil que gusta fantasear con la posibilidad de librarse de sus propios gobernantes cuando apetezca sin esperar al final de una larguísima legislatura.

Así, cuando el otro día el Presidente del Gobierno salió al paso de las denuncias que varias organizaciones de la talla moral de Amnistía internacional estaban interponiendo ante los organismos Internacionales, por no poderlas acusar de ofender a España, anunciando que había ordenado un informe al Ministerio del Interior para averiguar las reales consecuencias de las cuchillas porque – cito literalmente – “no sabemos los efectos que puede tener sobre las personas”, me fue prácticamente imposible no ligar la imagen del “Mariano Manostijeras” que se ha ganado a pulso por los continuos recortes aplicados en sanidad, educación, prestaciones, pensiones, salarios, derechos laborales, derechos civiles y libertades, a la de “El Pájaro Loco” acompañado por una orquesta popular de concertinas, mientras canta el estribillo ¡Figaro qua! ¡Figaro la!

Porque, no se ustedes, pero las únicas concertinas que yo conozco son divertidos instrumentos musicales parecidos a las acordeones que por su cómico aspecto suelen aparecer en manos de payasos de circo donde las estiran y comprimen mientras hacen las gracias de rigor, mas no por ignorancia, pues he podido corroborar que la RAE anda en las mismas circunstancias no hallándose otra acepción que permita a la delincuencia gubernamental asignarle este otro sangrante, afilado significado.

Después de meditar un buen rato sobre la cuestión, se me ha ocurrido una excelente fórmula para casar todos los elementos dispersos de tan surrealista cuestión aquí presentados para darles un sentido sentido: siempre y cuando un Alfonso Alonso, un Gallardón o un Rajoy tuvieran a bien aceptar el envite, yo mismo, con mis veinte dioritas de hipermetropía, astigmatismo y estrabismo, me ofrezco entusiasta a interpretar el “Aria de Fígaro” ante sus caritas de bronce para investigar los efectos físicos y psicológicos que producen las concertinas, provistas de concertinas, en sus personas, al tiempo que se recitan los artículos de la Constitución referidos a los derechos de los españoles. Huelga comentar que, en pos de un informe objetivo, el mismo sería elaborado por un equipo forense que daría testimonio profesional incuestionable de cuanto acontezca a modo de subtítulos de karaoke sobre la grabación de principio a fin de la experiencia, todo sea que por un defecto de forma, la Corte Penal Internacional invalide los resultados de la investigación y debamos repetir la operación.