Más memoria y menos hipocresía para Unzalu, Teo Uriarte y el nefasto legado de Euskadiko Ezkerra. Teo Aitzol Pagoeta

Sábado 12 de mayo de 2018

Estos ex militantes de ETA ¿hasta cuándo nos darán noticia de su militancia? Es un caso extraordinario: muchos de ellos se arrogan el crédito de la lucha de ETA y el de la renuncia a seguir luchando en ETA. Viven con los privilegios de ser gloriosos combatientes antifranquistas y dejar atrás al “nacionalismo” de ETA. Teo Uriarte es uno de los ejemplos más preclaros de esta tendencia hacia la doble glorificación en su último artículo (“Cuando Era Joven”, Arovite, 2017-03-III-2017). Teo, poniéndose a la vanguardia y sobre la tarima, exige imperioso e impetuoso: “que me dejen algún monumento del Caudillo, que yo sí me enfrenté a él, no vaya a ser que en este intento de borrar la historia con la memoria vaya a resultar que no me enfrenté a nada porque la guerra la ganamos los rojos”.

Sin embargo también emite que, una vez muerto Franco, “mi organización opta por el terrorismo más brutal”. Lo dice como si él mismo no tuviera la menor responsabilidad en ello. Y tengamos en cuanta que “su” organización, ETApm, había dejado la dirección en manos de los “políticos” que eran él mismo y su amigo del alma y compañero Mario Onaindia. La reflexión de Uriarte tiene aspectos contradictorios que me parece necesario subrayar.

Dice que los militantes de ETA crearon una “cultura de la muerte” que presuponía “considerar que la violencia era garante de la pureza revolucionaria” ya que por esos tiempos “en plena guerra fría… los procesos de lucha anticolonialista o antiimperialista se contemplaban como un modelo por la juventud”. Asimismo delega la responsabilidad de la violencia sobre el pueblo vasco, por razones diametralmente opuestas: “en aquellas viejas provincias de legitimismo carlista, conservadoras hasta la médula, de nuestro nacionalismo surgió el terrorismo”. Ya no es un grupo de jóvenes revolucionarios y comunistas, del que él formó parte, el responsable de la violencia de ETA, sino “aquellas viejas provincias de legitimismo carlista” que parieron ese fenómeno.

¿Cómo es posible este extraño maridaje entre unos antifranquistas que surgen por el carlismo y que son revolucionarios? Uriarte glorifica a los jóvenes idealistas que empuñaron las armas por imitar al Che Guevara pero maldice el pueblo vasco reaccionario y retardatario del que surgieron. Esa actitud es la típica de los antiguos militantes ese constructo político llamado Euskadiko Ezkerra que apropiándose del bagaje del heroísmo antifranquista pretende echar sobre los hombros del pueblo vasco y de sus supuestas esencias reaccionarias la responsabilidad de la violencia que ellos crearon y ejercieron.

Pongámonos en situación: en 1977 ETApm y ETAm entran en la democracia con el mayor saldo de acciones mortales de toda su historia. Todavía en 1980 Mario Onaindia podía decir: “yo no he combatido nunca la lucha armada, y nosotros nunca hemos condenado los atentados, hemos condenado estrategias no compartidas” (Punto y Hora. 1-7 de Marzo de 1980).

En los tres años que median entre las elecciones de 1977 y 1980 ETApm mata más gente que el conjunto de ETA durante el franquismo. Es por eso necesario refrescar la memoria a estos ex militantes de ETA, entre los que se encuentra también el asesor del ex Lehendakari Patxi López, Andoni Unzalu, en referencia a lo que hicieron ellos mismos antes de convertirse en “demócratas”.

Las citas y los datos que aquí aparecen pertenecen al libro de José Antonio Egido “Viaje a la nada. Historia de Euskadiko Ezkerra”. ETApm y Euskadiko Ezkerra formaron el “bloque PM” donde los políticos guiaban las acciones de los militantes de ETA. Lo dice un actual militante del PSOE perteneciente entonces a la cúpula de EE, Iñaki Martínez, “los polimilis actúan en favor de las actividades políticas nuestras en plena armonía con EIA.

La actividad del uno y del otro está perfectamente compenetradas”. Juan María Bandres decía en mayo de 1979 en el congreso de los Diputados utilizando la misma lógica que usan los que ahora defienden el legado de ETAm: “Yo no tengo miedo a la semántica y diría que esta situación de violencia es la violencia institucional, o si se quiere, incluso el terrorismo de Estado y esta es la que genera la otra violencia de respuesta, violencia revolucionaria o simplemente violencia de los oprimidos”.

Tengamos en cuenta que en 1979 ETApm asesinó a docenas de personas. Bandres daba la cara para dar la cobertura a estos asesinatos desde el Congreso. En las reuniones conjuntas de políticos y militares de ETApm y Euskadiko Ezkerra “no se definían las acciones armadas concretas salvo a modo de ejemplo, sí se decidían las campañas generales como la del turismo, ataques a delegaciones del poder central, formas de propaganda armada, etc”. Una de las modalidades de lucha armada de ETApm fue el secuestro breve de empresarios que tenían conflictos con sus plantillas y que eran liberados con un disparo en las piernas. Son los casos del industrial Jacinto Zulaika (13-10-78), el industrial de Hernani José Elicegui (9-12-1978), el director general de Michelín M. Rouzier (5-2-1979), el industrial de Ordizia Victor Magdalena (21-2-1979), el industrial también de Ordizia Serafín Apellaniz (15-3-1979), el constructor de Bilbao José Luis Calvo (8-11-1979), el industrial de Iruña Javier Jauregi (23-11-1979), el industrial de Durango José Araquistain (8-5-1980), el de Donostia Gregorio Baza (21-5-1980), el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia José María Lecesa (14-6-1980). Según Egido a partir de 1978 “los polimilis relanzan operaciones para conseguir el mucho dinero que exigía su actividad y también para financiar el partido político que apoyan, EIA en primer lugar, Euskadiko Ezkerra más tarde”.

Cuenta Txutxo Abrisketa el entonces líder de ETApm que “No es ningún secreto que toda acción armada de abastecimiento (requisa o arresto) o cobro de impuesto revolucionario realizado entre 1977 y 1981 (ambos inclusive) en un porcentaje de un 50 o 60 % fueron a parar al partido. Es más, en el caso de proximidad de elecciones se incrementaban las acciones de abastecimiento de “xoxa” por requerimiento de la dirección del partido” presidido por Mario Onaindia. En 1980 ETApm gana 125 millones con el secuestro del industrial catalán Serra Santamans, secuestran al industrial cubano Pedro Abreu que paga su rescate, en 1981 secuestran a Luis Suñer cuya familia paga 325 millones.

Parte de ese dinero pasará a financiar EIA y EE. Nos lo dice Egido: “La policía española tuvo pruebas de la financiación polimili de EE al detener en la frontera de Irún con 5 millones de pesetas provenientes del secuestro de Suñer al concejal de Donostia de EE Pedro Ruiz Balerdi, en abril de 1981”. Bandres planteaba ese mismo año la lucha complementaria entre EE, en la política, y ETApm en el frente armado, “por medio de sus bombas ponen como razón que nosotros queremos “que se vayan” mediante las urnas y que ellos -al fin y al cabo brazo armado que son- lo hacen por su propio procedimiento que es poner la bomba”.

En esos momentos ETApm atentaba directamente contra diputados de UCD. En 1979 le pegaron cuatro tiros al diputado de UCD Gabriel Cisneros. En ese mismo año secuestran al diputado de UCD Javier Ruperez. Según el dirigente de ETApm Txutxo Abrisketa “la idea misma de la campaña contra UCD surge del partido” (presidido por Mario Onaindia). En 1980 matan al concejal de UCD de Vitoria Ignacio Ustarán (casi veinte años antes que Miguel Angel Blanco pero sin casi nadie que le recuerde), y a un afiliado de UCD profesor de la Facultad de Derecho de San Sebastián, Juan de Dios Doval.

Entre las víctimas se incluyeron, por supuesto, decenas de militares, guardias civiles y policías nacionales. Esto es lo que debemos recordar para apreciar el verdadero legado de gente como Teo Uriarte, Andoni Unzalu o Mario Onaindia. Incluye las acciones citadas y un desvergonzado intento de falsificación de la historia, protagonizado ahora por Teo Uriarte, que pretende deslindar las supuestas glorias del pasado de ETA con las miserias que acarreó esta organización histórica, atribuyéndose las primeras para relegar las segundas al nacionalismo y al pueblo vasco.

El autor del artículo demuestra la naturaleza anfibia de Euskadiko Ezkerra que le permitía acudir al velatorio de Santi Brouard (asesinado por el GAL) y pocos años más tarde al de un joven guardia civil, asesinado por ETA. La historia de Euskadiko Ezkerra y de algunos de sus prominentes euskadikos fue un intento fracasado de quedarse con lo mejor de esos dos mundos antagónicos, mientras sus cabezas intelectuales (entre ellas la de Uriarte) tratan de responsabilizar al PNV de aquello que ellos mismos hicieron nacer y crecer.

Sony.

 

4 comentarios en «Más memoria y menos hipocresía para Unzalu, Teo Uriarte y el nefasto legado de Euskadiko Ezkerra. Teo Aitzol Pagoeta»

  1. No imagino la razón de esta entrada, de cuya autoría, si damos crédito al «Sony» final, no responde Anasagasti directamente, si acaso quien firma como «Sony».

    En la página «aberriberri blogoa» apareció, el 7 de marzo de 2017, una entrada que cosechó abundantes comentarios. Su firmante, Aitzol Pagoeta la tituló «Teo Uriarte y el legado de Euskadiko Ezkerra».

    Quien quiera cotejarlo con lo que aquí aparece, puede darse una vuelta por
    https://aberriberri.com/2017/03/07/teo-uriarte-y-el-legado-de-euskadiko-ezkerra/

    Algo parece obvio, mucho sabe sobre ETApm y sus «acciones» quien sea que ha redactado la entrada.

  2. No conozco pueblo más utilizado que el pueblo vasco. Históricamente le iban creciendo libertadores, salva-patrias y portavoces autoproclamados, todo con la misma facilidad como la que se da cuando cae la lluvia en Bilbao. Lo cierto es que hemos vivido esclavizados a todos los niveles, político, social, económico… por más de una generación de asesinos que para justificar su paranoico y racista antiespañolismo, nos han llevado a la más perversa de las represiones, las que se ejercen contra un pueblo dolido por el daño sufrido. Porque señores, aquí se perseguía al español igual que en Alemania a los judíos. Nos diferencia del holocausto un simple montoncito de años…

  3. ¡Gracias, Jon Kort! Gracias por la claridad y por la rotundidad con que expresa verdades como puños aquí, precisamente aquí.
    El nacionalsocialismo alemán, con muchos convencidos y muchos tibios acomodaticios, no llegó a gobernar ni 3 lustros. Pero fue origen y causa principal de una hecatombe mundial y un drama específico, el de los judíos a eliminar de la faz de la Tierra. Curiosamente tal cultura supremacista y despiadada arraigó en una de las sociedades más cultas de aquella Europa. Y contradicciones de la vida, ¿cuál fue el grupo profesional que abrazó con más entusiasmo las doctrinas nazis en Alemania? Los meticulosos registros de afiliación que se conservan nos han despejado la duda. Y la respuesta es dolorosamente cruel: los médicos fueron el grupo profesional que con más entusiasmo asumió el nazismo. Con las excepciones de rigor, como siempre, pero los datos están ahi.

    El nacionalismo identitario vasco lleva presente, con mayor o menor intensidad, muchas décadas, muchas. Desde ese nacionalismo, unos conformaron las ETAS y desataron muerte, terror, destrucción y expolio. Otros fueron, demasiadas veces a mis ojos, «extremadamente comprensivos», incluso si les alcanzaba algún zarpazo, que les alcanzo’.

    El reconocimiento honesto de ese pasado siniestro y cruel es necesario para afrontar el presente y el futuro con mirada limpia y espíritu cooperativo, en mi opinión.

    Entre los cientos y miles de etarras, pasados los años, nos quedan ejemplos de todos los grados concebibles, desde un «Teo» Uriarte hasta los hermanos de la asesinada «Yoyes».

    Los nazis tuvieron también sus Schlinder y aquí, a otra escala, ocurre algo similar. Al fin, si bien la doctrina ideológica puede envenenar, es la calidad humana de cada uno de nosotros lo que establece las diferencias verdaderamente significativas.
    O así lo entiendo.

    Salud y saludos.

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