BUSCANDO A CÁNOVAS DESESPERADAMENTE

Miércoles 18 de julio de 2018

Cuarenta años después exhuman a Franco del Valle de los Caídos, aunque ningún comunista quiere sacar a Lenin de la Plaza Roja. No hay grupo parlamentario en las Cortes que más haya pedido este hecho, desde siempre, que el Grupo Vasco. Nadie. En mi caso sufrí una querella de un millón de pesetas por proponer su voladura y con la subasta del Chester tapizado con el “Guernica” de Picasso, tras una entrevista con Risto Meikide en T5, se ha abordado el pago del letrado que lleva estas cuestiones. Y perdonen el cacareo, pero ante tanto antifranquista sobrevenido en la actualidad recuerdo cuando le dijimos a Ramón Jauregui que fuera valiente, siendo ministro de la presidencia de Zapatero, para hacer lo que se está haciendo ahora, y como siempre se arrugó y nos dijo que había que pactar con el PP la salida de los restos del dictador del megalómano monumento funerario ya que Juan Carlos de Borbón ordeno allí su entierro. Nunca es tarde si la dicha es buena, pero en cuarenta años Felipe González, Zapatero y Ramón Jauregui, socialistas y juancarlistas, deberían haber hecho lo que se hace ahora, es decir, hacernos caso por higiene democrática. Y que conste en acta. Hemos sido los únicos en cuatro décadas en solicitarlo.

NOS COPIAN MUY BIEN

Estuve el jueves en Fonz, pueblito del Pirineo oscense, en un curso de verano de la Universidad de Zaragoza. Me tocó participar en una mesa redonda sobre nacionalismos y el posible inicio de una nueva relación política. Recordé la víspera de San Fermín algo tan gráfico dicho por el ponente constitucional Gabriel Cisneros como esto. ”¿Qué hacemos con Catalunya y el Pais Vasco?. ¿Sabéis cómo se controla en San Fermín a los toros bravos?. Muy sencillo. Rodeándoles de cabestros. Pues hagamos eso”. Y lo hicieron.

Recalqué la historia de 123 años del PNV, para destacar que el hecho diferencial de Catalunya y Euzkadi, además de otras cosas, es la existencia de partidos nacionalistas, aunque en el caso de Sortu jamás reconocerán el mérito de Sabino Arana en 1895.El presidente de la Chunta Aragonesista José Luis Soro leyó lo que acababan de aprobar y era una copia calcada de la disposición adicional del estatuto de Gernika y de la Constitución en relación con los derechos históricos. La Chunta, como dijo Soro, tiene 32 años y eso fue lo que les pasó en 1978, como le pasó a Galicia con un galleguismo muy minoritario en aquel momento, y por eso no pudieron poner negro sobre blanco, las justas reivindicaciones del viejo Reino de Aragón. Me alegra que el tiempo de la razón al PNV y a su historia y que incluso copien literalmente nuestras conquistas. Aragón, Baleares, Valencia, Canarias, quieren se reconozca su nacionalidad, pero el problema es esa ciudad -estado llamada Madrid, que ya no es el rompeolas de España, sino la España misma con todos sus privilegios y su concepción centralista y esencialista de la vida.

NOS PONEN UNA MEDALLA

El ABC lleva publicadas portadas que debería estar en cuadros en Sabin Etxea. ”España en manos del PNV”, ”El PNV. el cobrador insaciable” y, la última, el pirulí de RTVE con la ikurriña y la Senyera en su mástil. Y lógicamente repiten la tesis del rompimiento de España, de los privilegios que tenemos a cuenta del Concierto, de la inmensa traición del PNV al PP y cosas así. De lo mucho que diariamente nos dedican leí el artículo de quien fuera senador navarro por el PP, José Ignacio Palacios Zuasti, remarcando el Zuasti, que debe ser una palabra en suajili, no en la Lingua Navarrorum. Palacios, hombre educado, huía de nosotros como del diablo.

En uno de los párrafos del artículo decía: ”El PNV en todo momento ha demostrado su deslealtad. Lo hizo en 1978 incluso cuando la Constitución acogiera sus exigencias más trascendentales. La inclusión del término “nacionalidades”, la derogación de las leyes abolitorias de los Fueros de 1839 y 1876, el reconocimiento de los “derechos históricos de los territorios forales”, o la posibilidad de transferir competencias del estado a las autonomías para al final decir que se sentían insatisfechos y se abstuvieron en el referéndum constitucional”. El texto tiene más perlas de este estilo que en el fondo son una medalla de oro de lo que logró hace exactamente cuarenta años aquel Grupo Vasco con el PNV por detrás. No fue el PSE, no fue HB que apoyaba la violencia, no fue el PC, fue el jelkidismo con su ” viejo y anticuado “ discurso de los derechos históricos. Palacios lo sabe y por eso lo recuerda. Y yo se lo agradezco.

MORENËS

Diego de Gardoqui fue el primer embajador de España en Washigton. Había ayudado a la independencia norteamericana. Pedro Morenés es el actual. Los dos de Bilbao. Gardoqui tiene estatua en Filadelfia. Morenés la busca en el Alcázar de Toledo.

Morenés ha montado el número con el president de la Generalitá. Pero ¿quién es Morenés?. Nos metió la fragata Blas de Lezo en el Abra para entregar la bandera de combate a la princesa Ana de Orleans. Consejero de empresas de fabricación de armamento, entre ellas de bombas de racimo, saca pecho y desautoriza a Torra, cuando a quien había que desautorizar por semejante curriculum era a él. Me quedo con Gardoqui, amigo de George Washington y no con Morenés, fiel servidor de Fernando VII. Siguen buscando a Cánovas, aquel que dijo que “cuando la fuerza causa estado, la fuerza es el derecho”. Pues eso.

2 comentarios en «BUSCANDO A CÁNOVAS DESESPERADAMENTE»

  1. Si, si, los Gardoqui, comerciantes bilbaínos al servicio de la Monarquia española de la época,,abastecían a los rebeldes de las Trece colonias frente a los ingleses. Era parte del juego geoestratégico de la época. Y ningún vasco de entonces con dos dedos de frente se le ocurría poner sus energías en contra de aquellas Españas.
    Los Gardoqui de Bilbao eran del mismo temple que el malagueño de Macharaviella, Bernardo de Gálvez, que tiene media docena de estatuas en USA, retrato colgado en una sala del legislativo norteamericano y hasta una ciudad con su nombre, Galvestone, y el nombramiento de ciudadano de honor firmado por Obama.

    No vi que se explicara nada de eso, ni de Gardoqui, ni de Gálvez, en las escuelas públicas del País Vasco. Si vi cómo decoraban cada una de las puertas de sus aulas con mapas de los «siete territorios» en un propósito descarado por generar inquina contra España y contra Francia a cuenta del irredentismos sabiniano que tanto complace en el PNV y que tantas querencias suscita entre los seguidores de «la cosa».

    Salud y saludos.

  2. No estaría de más el dedicar unos minutos a leer y a reflexionar sobre trabajos como el siguiente:
    http://www.ehu.eus/ojs/index.php/HC/article/download/17568/17220

    Conocer los intríngulis del nacionalismo para mejor desmontarlo.
    Y además, de conocerlos, bajar la potencia de sus altavoces.

    La propuesta de C’s para modificar la ley electoral, establecer un tope mínimo de votos para obtener escaños en Congreso y en Senado es un buen propósito para evitar la impropia sobre representación actual de las disolventes formaciones políticas secesionistas. Necesitamos un reajuste constitucional que corrija a mejor los fallos y disfuncionalidades que existen en nuestro sistema democrático.

    Y lo haremos.
    La prioridad política en España no puede ser la de enmendar la historia.
    China no centra sus esfuerzos en suprimir el recuerdo de Mao, ni los Estados surgidos tras el desmoronamiento de la URSS centran su presente, ni su futuro, en desmontar los mausoleos de Lenin y otros «demócratas populares» poco presentables en términos de libertades públicas.

    El faraónico Valle de los Caídos no necesita de exhumaciones de los restos de Franco (dictador), ni de Jose Antonio Primo de Rivera (hijo de dictador y fundador de la Falage Española, proclive a la acción directa y al matonismo en aquel confuso y escasamente democrático escenario de la II República). Basta con una visión compasiva y no sectaria del monumento para entender el drama que representa.

    Salvando las distancias, que no son pocas, no pienso que los turistas que contemplan en Egipto genuinas obras faraónicas, sean insensibles al sufrimiento y el dolor de los esclavos que perdieron o consumieron su vida en levantarlas. Contemplar las pirámides no convierte a nadie en un nostálgico del régimen faraónico de ninguna de sus muchas dinastías. Y otro tanto por lo que hace a quienes visitan hoy la enorme muralla china.

    Mantener el discurso político alejado de la exageración y del despropósito me parece más saludable que hacer lo contrario.

    Salud y saludos.

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