The Day Bilbao Stood Still
El Kiosco del Arenal es un UFO clase Pleyadiano, restaurado por el bermeano Pedro Ispizua. Una mañana bochornosa del 32 de julio de 1927, una nave interespecial se posó en el corazón del Botxo. Del interior de la nave surgió una figura antropomorfa vestida como de Bowie y tras él salió un robot más gayer, de tres metros de altura llamado Gort, que luego jugó de cancerbero en el Athletic Club, ya rebautizado como Gortxu. El alcalde, Federico Moyúa, alertado del encuentro y de las altas temeperaturas, decretó «Alerta Naranja» enviando a un par de aficionados al Heavy Mental para repeler un posible ataque óptico por parte del extraterrestre que no hablaba ni papa de chirene pero no paraba de tararear «I’m a highway star» de los Deep Purple. Los alienígenas finalmente llegaron un acuerdo con los líderes mundiales del Gran Bilbao y la nave se quedó fija para celebrar conciertos cutres del Bilbao BBK Live. Al alcalde le dedicaron una Plaza frente al Palacio del Virrey de España. Y una parada de Metro y eso.