Se abre el telón y aparece una puerta por la que entran Bárcenas, los Pujoles, unos cuantos peperos, cuatro narcos, el padre del Rey, un par de exdeportistas, otro par de sociatas despistados y algunos familiares. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película? Suiza, dinero negro a la vista. No nos habíamos repuesto de la herencia en Suiza del Rey -lo que le faltaba al «heredero del franquismo», ahora también «evasor» de capitales-, cuando nos enteramos de que Bárcenas hizo dieciséis viajes al país helvético para ingresar dos millones en metálico entre 2001 y 2005, dejando bien a las claras que la única patria de políticos, tesoreros de partidos, yernísimos y reyes, es Suiza o Liechtensteint.
Lo típico, te abres una cuenta en Tuenti a los 16, una en Facebook a los 19, una en Meetic a los 40 y una en Suiza a los ¿45?… Hay que joderse la suerte que tienen nuestros dirigentes. Al que no le toca la lotería veintidós veces seguidas, le cae una fortuna de más de mil millones de las antiguas pesetas después de vendernos el rollo de los marginados del exilio y el cuento de que eran los pobres de Estoril.
Así las cosas, el PP ha rechazado investigar las perras escondidas de su majestad. La verdad es que si yo las tuviera también las enviaría a aprender idiomas. Pero lo grave no es que falten «patriotas» que no declaran la pasta y la colocan en paraísos fiscales, el problema es que estamos en un país donde hay demasiados ingresos en los bancos y muy pocos ingresos en prisión