Gerardo Díaz Ferrán acaba de ser condenado a dos años y dos meses de cárcel por defraudar a Hacienda 99 millones de euros en la compra de Aerolíneas Argentinas. ¡Y Gallardón con las costillas rotas y sin poder firmar indultos! Hace pocos días, sentado en el banquillo, reclamaba que se le concediera el derecho a la justicia gratuita. ¡Otro que quiere editar para Navidad un CD con chistes! Debe de ser esa justicia gratuita para expresidentes chorizos de la CEOE que esconden su patrimonio en paraísos fiscales. ¡Eureka! Que pida un euro a cada uno de los empleados a los que no pagaba el sueldo.
El mismo que dijo: «Desgraciadamente solo queda trabajar más y ganar menos» pretende que le paguemos manutención y estancia en la cárcel, y encima hasta un abogado para que deje pasar el tiempo a ver si prescribe alguna de sus fechorías. Después, ya se irá a las Bahamas a disfrutar del producto de sus estafas. Uno de los empresarios modelo del Ibex, un pata negra de la Marca España pide abogado de oficio y no abonar tasas judiciales. Además de delincuente, gorrón. Hace tres semanas le decía al juez que no sabía que tenía que pagar a Hacienda por la compra de Aerolíneas. Pero no ha colado. Él decía que no tenía ni idea de que había que pagar impuestos. Él solo dominaba el noble arte de saquear sus empresas, esquilmar a sus empleados, financiar en B al PP, evadir dinero a paraísos fiscales y pagar a su hijo 12.500 euros netos al mes trabajando en una de las sociedad del grupo turístico que él arruinó. ¡Qué disgusto se va a llevar cuando se entere que los Reyes son los padres!