No pararán hasta que no nos vean alumbrándonos con velas. Al Gobierno se le han fundido los plomos y el recibo de la luz se pondrá por las nubes a partir de enero (y van tropecientas veces). Tenemos una de las tarifas más caras de Europa y todavía nos ahogan más. O el gobierno exige moralidad a las compañías y sus lobbys de presión para que gestionen bien y bajen precios, o empezamos a nacionalizar la electricidad y estos meapilas se van a enterar. Al final, es solo cuestión de enchufes.
El ministro José Manuel Soria se está ganando a pulso uno o varios puestos en los consejos de administración de alguna eléctrica. ¿No decían que tenía pocas luces? ¿Qué, señor Soria, ya tiene decidido a que compañía irá cuando acabe su mandato? ¿A Iberdrola como Acebes, a Endesa como Aznar, o a Red Eléctrica como Miguel Boyer? Yo propongo hacer un referéndum (por supuesto a oscuras) y no esperar al 9 de noviembre; se puede organizar en enero. A ver si les suena la pregunta: ¿Quiere pagar más por la factura de la luz? Si la respuesta es no; ¿Quiere que la paguen los políticos mientras les da un calambrazo? A ver, señor (iluminado) Soria, ¿cómo que una subida del 11% (ya sé que han reculado)? No se prive y súbala un 30%. A cambio, nos puede regalar una bombilla de bajo consumo made in China. Y si no podemos pagar la luz, habrá que quemar algo ¿qué tal Génova? para calentarse. A usted sí que le metía yo un poco de corriente. Elijamos (en referéndum, desde luego) por dónde.